Por Karla Quinta / Raíchali
Chihuahua– En la comunidad oichkama (pima) de Mesa Blanca, ubicada en el municipio de Madera, las maestras Aurora Álvarez Rivera y Palma González Álvarez han integrado en la escuela “Tierra y Libertad” un enfoque cultural en la enseñanza, en el que las tradiciones y la lengua de la comunidad se entrelazan con el aprendizaje académico.
El modelo es parte del programa de la Comisión Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), que busca brindar educación en áreas rurales y marginadas.
Ambas educadoras, originarias de la misma de Mesa Blanca, explican que la secundaria sigue esa línea del programa federal, pero han agregado elementos culturales propios de la comunidad oichkama.
Primero, en un pequeño dispensario de la comunidad y luego se trasladaron a un salón dentro de la escuela.
El modelo educativo de CONAFE se caracteriza por su enfoque de “relación tutora”, en el que estudiantes y tutores trabajan cara a cara, y el aprendizaje sigue el ritmo del estudiante para asegurar que éste domine completamente los conocimientos antes de transmitirlos a otros.
El proceso es un ciclo en el que primero presentan un catálogo de temas, luego el estudiante elige uno de su interés y recibe tutorías para aprender por cuenta propia. Una vez dominado, muestran lo aprendido y brindan la tutoría a otro compañero, de esta formar reinicia el ciclo.
“Si usted no lo comprende bien, yo tengo que volver a explicar (…) aunque ya lo haya estudiado bien, pero si usted no comprende o no puede ser tutor, no se puede quedar con dudas” explicó la maestra de secundaria Aurora Álvarez Rivera.
Para su compañera, la también maestra, Palma González, esa forma de enseñar es un ejemplo a seguir. Compartió que ella misma fue estudiante en esa escuela y se interesó a integrarse de lleno por un curso que se imparte por parte de la CONAFE.
Palma actualmente es responsable de la educación primaria multigrado, con alrededor de 10 estudiantes de diferentes niveles a su cargo. Por su parte, Aurora es la encargada de la secundaria, con 8 estudiantes de distintos grados.
Rescate de la lengua y las tradiciones oichkama
Uno de los puntos más importantes en el modelo educativo que las maestras impulsan en la comunidad, es el fortalecimiento de la lengua oichkama (pima) en las clases diarias. Las maestras coinciden en que los estudiantes conocen algunas palabras en su lengua materna, pero necesitan aprender a conectarlas y profundizar en su uso.
“Para que los niños no se olviden (…) se acercan a nuestros padres que son más adultos, que saben más de la cultura y todo, y ya nosotros, que no sabemos, a la mejor a unos nos platican y a otros no”, comentó Palma González.
Además de la enseñanza de la lengua, las maestras han logrado integrar los temas académicos con los saberes tradicionales de la comunidad. Un ejemplo de ello es un estudio realizado por Palma sobre las ciénegas, un elemento importante en la cosmovisión de los oichkama.
“En mi comunidad hay ciénegas, las ciénegas son vivas porque esas nunca se secan”, explicó la maestra González.
Las ciénegas en la comunidad son un paraje de agua estancada y profundo, la maestra recordó que “las antiguas, siempre, cuando iban a una ciénega pedían el agua para agarrar, o si pasas por ahí también, porque ahí te asustas y ahí te quedas”.
Tanto Palma como Aurora recuerdan que en la comunidad había un curandero al que se atribuía el don de pedir al cielo que lloviera. Si eso no funcionaba, subía a la ciénega para pedir lluvia. Sin embargo, tras su fallecimiento, heredó este don a su nieta, quien tuvo que dejar la comunidad por falta de recursos. “Ahora ya no tenemos ese conocimiento”, lamentó Palma.
“Yo les contaba que aquí, así para allá, en un arroyo está una (ciénega) y yo les contaba que veían un niño, lo veían sentado hasta una piedra grande ahí, muchos lo vieron y pues se esconde para adentro del agua”.
Palma agregó que los adultos mayores de la comunidad tienen muchos saberes y creencias en las historias que se cuentan como el de la ciénega y que a ella se le facilita hacer estos estudios “porque son cosas que uno sabe o cosas que puedes investigar aquí con los adultos mayores”.
El compromiso con la comunidad
Las maestras Palma y Aurora son parte de Mesa Blanca y saben lo importante que es que los maestros sean originarios de la comunidad. Ambas recuerdan que había maestros que sólo daban clases una semana y se ausentaba 15 días, y al ser ellas parte de la comunidad los niños no se han quedado sin clases.
La maestra Aurora Álvarez tiene 9 años dando clases en la escuela “Tierra y Libertad” y fue quien impulsó en la escuela la modalidad de enseñanza de la CONAFE.
Ambas han superado las dificultades que se presentan, y así han asumido un mayor compromiso en la comunidad.
Por ejemplo, durante la temporada de lluvias, las aulas se filtran de agua y los materiales de trabajo se han arruinado en varias ocasiones. Además, el material didáctico que reciben al inicio de cada ciclo escolar es insuficiente, por lo que han tenido que gestionar recursos adicionales en el municipio de Madera para garantizar que los estudiantes cuenten con lo necesario.
Las maestras han colocado en el salón de clases materiales didácticos con los números y los colores escritos tanto en inglés como en pima, para facilitar que los estudiantes aprendan ambos idiomas de manera simultánea.
En ocasiones especiales, como celebraciones y festividades, la maestra Aurora Álvarez consigue dulces en las tiendas del municipio de Madera para llevarlos a los niños, con el fin de que siempre tengan momentos agradables para compartir.