Por Jesús Chávez Marín
El domingo 14 diciembre 2014 fui a Ciudad Cuauhtémoc a visitar a mi amigo Andrés Espinosa, maravilloso poeta que es uno de los autores de Estilo Mápula y, como siempre, nos la pasamos a toda madre. Platicamos horas en el restaurante Den, tomando café y comiendo manzanas Red Delicious, que por allá son las mejores del mundo.
Cuando caía la tarde, dijo:
―Oye Chávez: Vamos por unas Modelo Especial y luego en mi carro a La Laguna, para ver la caída del sol; de seguro escribirás haikús como si no hubiera mañana, como acostumbras. El espectáculo es impresionante aquí en mi tierra adoptiva ―dijo, pues es nativo de Veracruz.
―Órale.
Pero en cuanto salimos del Den se oyó la voz de una ángel que cantaba rock en la plaza que está enfrente: era la vocalista del grupo Neón; ella y su banda hacían un concierto sobre un escenario que se había instalado en la plaza con un diseño que decía: Red de Artistas de Cuauhtémoc. Oímos una de sus canciones y Andrés me dijo:
―Nos tenemos que ir ya, para alcanzar vivo el sol.
―No, maestro. Yo de aquí no me muevo, creo que sigue otro grupo.
Ya no quiso insistir con su propuesta bucólica. Del grupo Neón solo alcanzamos una rola y ni pude tomarles fotos a los excelentes músicos, todos muy jóvenes, que tocaban de maravilla. Ella muy de mini mini falda y mallas. Preciosa.
Luego siguieron otros dos conciertos de heavy metal de, se los juro, musicazos. Primero Cat Killers y luego Krateria. Muy jóvenes y hermosos. Muy artistas y chingones.