Por Agencias AP, EFE, Apro y Religión Digital
— Ante los recientes escándalos de abusos sexuales por parte de clérigos, el Papa Francisco convocó a todas las
Conferencias Episcopales del mundo a una cumbre en febrero próximo a fin de analizar la prevención sobre el tema, así como la protección de los niños.
Mientras tanto, en Alemania se ha divulgado un informe de la Iglesia alemana que admite 3 mil 677 casos de abusos cometidos por 1 mil 670 religiosos. La investigación corresponde al período entre 1946 y 2014, y será presentada por el cardenal Marx.
El llamado coincide también con las acusaciones del arzobispo Carlo Maria Vigano, representante del ala más conservadora de la Iglesia, quien acusó a Francisco en una larga misiva, de haber encubierto a sacerdotes abusadores, lo que amenaza con socavar el legado del Papa.
El anuncio ocurrió este miércoles por los principales consejeros cardenales de Francisco y un día antes de que Francisco se reúna con líderes eclesiásticos estadunidenses, profundamente desacreditados debido a las recientes acusaciones de décadas de abusos sexuales en Pensilvania y un escándalo de encubrimiento por parte de la Iglesia católica.
Antes, a principio de año, Francisco enfrentó la que en ese momento parecía ser la peor crisis de su papado, cuando desacreditó repetidamente a las víctimas de abuso por parte del sacerdote pederasta chileno Fernando Karadima y quien habría sido protegido por el obispo de Osorno, monseñor Juan Barros.
La defensa de Barros le valió una ola de críticas y protestas durante su visita a Chile, y al final Francisco admitió “graves errores de juicio” y desde entonces tomó medidas para enmendarse, sancionar a los obispos culpables y reestructurar el episcopado chileno.
Recientemente, Francisco volvió a ser sacudido por las acusaciones de un nuncio jubilado del Vaticano, por haber rehabilitado a un cardenal estadunidense de las sanciones impuestas por el papa Benedicto XVI por haber abusado y acosado a seminaristas adultos.
A la fecha, el Vaticano no ha respondido a las acusaciones del arzobispo Carlo Maria Vigano, pero ha prometido “aclaraciones” que, según se ha anunciado, llegarán en algún momento después de la reunión de Francisco del jueves con la delegación de Estados Unidos.
El martes pasado, el Vaticano dijo que la reunión estaría encabezada por el cardenal Daniel Di Nardo, jefe de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y también incluiría al principal asesor de Francisco sobre abuso sexual, el cardenal Sean O’Malley.
DiNardo ha expresado su deseo de que Francisco autorice una investigación completa del Vaticano sobre el excardenal Theodore McCarrick, quien fue retirado como cardenal en julio pasado después de una acusación creíble de que manoseó a un adolescente.
Supuestamente, desde el año 2000 el Vaticano sabe que McCarrick invitaba a seminaristas a su casa de playa en Nueva Jersey y a su cama.
En el año 2001, el entonces papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Washington y cardenal, presumiblemente porque los funcionarios del Vaticano estaban impresionados por su capacidad para recaudar fondos y consideraban que su actividad homosexual pasada era un mero “lapsus moral” y no un abuso grave de poder.
DiNardo también ha dicho que las recientes acusaciones de que los altos funcionarios del Vaticano -incluido Francisco- encubrieron a McCarrick desde el 2000, merecen respuestas.
Otro escalofriante informe en Alemania
—3.677 casos de abusos cometidos por 1.670 religiosos entre 1946 y 2014. Más de la mitad de las víctimas tenían menos de 13 años. Uno de cada seis sufrió violaciones. Estos son algunos de los datos crudos del informe, encargado por la Conferencia Episcopal alemana, y que muestra el horror de la pederastia en el país.
Más de la mitad de las víctimas tenían menos de 13 años. Uno de cada seis sufrió violaciones. Estos son algunos de los datos crudos del informe, encargado por la Conferencia Episcopal alemana, y que muestra el horror de la pederastia en el país.
Hay que reconocer el paso adelante dado por los obispos del país, que han asumido la responsabilidad de investigar la magnitud de los abusos, y que presentarán los resultados del informe el próximo 25 de septiembre. El cardenal Marx será el encargado de presentar los datos, que suponen “un problema masivo” en el seno de la Iglesia y que, como se desvela, se dan al menos hasta hace cuatro años.
La investigación ha sido adelantada por Der Spiegel, y apunta que al menos dos tercios de las víctimas de abusos lo fueron a manos de sus confesores, o de curas con los que mantenían algún tipo de relación, ya fuera familiar, escolar o personal.
Los expertos han examinado alrededor de 38.000 actas y material procedente de las 27 diócesis alemanas, que hasta ahora eran “estrictamente confidenciales”. El informe parte de la base de que, junto a los casos documentados, existe una “cifra oscura” de muchas otras situaciones de abusos que no podrán investigarse, sea porque las actas fueron destruidas o por falta de testimonios.
La Conferencia Episcopal encargó ese estudio a varias universidades a raíz del escándalo de los abusos sexuales que sacudió a la iglesia católica alemana en 2010, lo que generó una crisis de credibilidad para el catolicismo alemán. En marzo de 2011 la iglesia católica ofreció pagar una indemnización de 5.000 euros a cada una de las víctimas de abusos sexuales, con posibilidad de aumentar esa cantidad para los casos más graves.
Cerca de un millar de víctimas de abusos sexuales por parte de representantes de la iglesia católica formalizaron a continuación su petición de una indemnización por los abusos sufridos. La iglesia católica es la principal confesión junto con la evangélica en Alemania, con unos 24 millones de creyentes cada una.