Por Anabel Rojas (Texto, fotografías y videos | La Verdad Juárez
Ciudad Juárez– Su rostro refleja un cansancio acumulado. Jacobo Orozco lleva semanas colaborando en la pinta de murales que tienen movimiento y sonido en el Memorial Permanente para las Personas Desaparecidas y lleva más de 10 años en busca de su hijo Jacobo, quien fue víctima de desaparición forzada.
Su agotamiento visible no fue un impedimento para sumarse a la creación de memoria junto a integrantes de los colectivos El Infante de las Flores y Familias Unidas por la Verdad y la Justicia.
Orozco fue uno de los familiares de personas desaparecidas involucrados en la creación de cinco pinturas realizadas con la técnica de Muralismo Portátil con realidad aumentada, es decir, con movimiento y sonido. Así como en la preparación de la barda que sirvió como lienzo para pintar los rostros de Jacobo, desaparecido en 2014; de Diana Rocío Ramírez, desaparecida en abril 2011; Jessica Ivonne Padilla Cuéllar, desaparecida en noviembre de 2011; Juan de Dios Robles Martínez, desaparecido en 2019, y Luz Angélica Mena Flores, a quien se busca desde el 2008.
El proyecto fue impulsado y encabezado por la artista Ana Infante, integrante del colectivo El Infante de las Flores, quien trabajó meses con las familias de personas desaparecidas y del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte.
Esta develación es solo el inicio de un proyecto con el que buscan establecer una memoria viva para las familias de las víctimas, creando un total de 35 murales, explicó Infante. El proyecto va más allá de lo simbólico, pues para realizarlo se involucró a las familias a través de la arteterapia, además, del uso de la tecnología de realidad aumentada.
La develación de los primeros murales fue este sábado en el Memorial Permanente para las Personas Desaparecidas, que se ubica en el Parque Borunda, a un costado del Monumento a La Madre.
El primero en develarse fue el del hijo de Jacobo, del mismo nombre, quien fue víctima de desaparición forzada en Puerto Palomas de Villa, Chihuahua, el 10 de noviembre de 2014 mientras trabajaba vendiendo pizzas.
El encargado de remover el papel fue Ernesto, hermano de Jacobo hijo, mientras Patricia García Rodríguez, su madre, su papá y su hija aguardaban para ver el lienzo.
En el mural, con fondo azul, se puede ver, en el centro, el rostro de Jacobo, enmarcado por las leyendas “siempre te buscaremos” en la parte superior y “te queremos de regreso” en la parte inferior. Con letras negras, del lado izquierdo se lee “Jacobo” y, del lado derecho, “Orozco”. Además, hay seis cartas dibujadas como en el juego de lotería: las tortillas, la bota, la moto, el monarca, el sombrero y la hamburguesa, todas cosas que hablan de sus gustos, se explicó.
El señor Orozco dio las gracias a todos los que colaboraron, en especial a Ana Infante y a Kelvin Ramírez, personas clave en la realización de los murales. Patricia explicó que decidió colocar las cartas de lotería porque a su hijo le gustaba cuando se reunían a jugar en familia.
Enseguida, se acercó a la barda y subió una escalera Rosa María Hernández, madre de Diana Rocío Ramírez, quien desapareció en el centro de Ciudad Juárez el 1 de abril de 2011, cuando se iba a reunir con una amiga.
Familiares de Juan de Dios Robles Martínez también decidieron ser ellas quienes mostraran el mural. Él desapareció el 13 de noviembre de 2019, cuando subió a un autobús rumbo a El Valle, con planes de cruzar a Estados Unidos. Desde entonces, nadie ha sabido nada de él ni de las demás personas que lo acompañaban.
La señora Anita Cuellar Figueroa, madre de Jessica Ivonne Padilla Cuéllar, quien desapareció el 10 de noviembre de 2011 mientras buscaba trabajo se encargó de mostrar el rostro de su hija. En su mural, con la realidad aumentada, se puede escuchar una carta que leyó para su hija, al tiempo que suena una canción del cantante Leo Dan.
Al final, la hija y nietas de doña Luz del Carmen Flores, fallecida el pasado 29 de agosto, realizaron el proceso de colocación del mural de su hija Luz Angélica Mena Flores, a quien buscó desde el 2008 en la zona centro. La idea de Ana y el equipo fue mostrar a la comunidad cómo es la técnica empleada.
Con cada rasgueo de las cartulinas que develaban los murales, una lluvia de aplausos abrazaba a las familias que estaban conmovidas y, a la vez, entusiasmadas por ver el rostro de su familiar.
‘Otra alternativa de búsqueda’
“Tuvimos un proceso de inmersión con cada familia, en el que es un ejercicio de memoria a través del arte, en el que rescatamos anécdotas, e historias, gustos, relaciones que tenían estas personas y, prácticamente, pues, las rescatamos de la cifra, volvemos a humanizarlos”, explicó Ana Infante, quien también es autora de otro mural que se colocó hace dos años en el mismo Memorial.
La artista dijo que el proyecto significa una manera de dignificación de las personas desaparecidas y del acompañamiento. Además, de que “es otra alternativa para el proceso de búsqueda, pero también es un ejercicio de memoria y, no solo eso, es un ejercicio de resistencia”.
Ella consideró que este trabajo va a “ayudar a los colectivos a reapropiarse totalmente del espacio”, para que quede de modo definitivo como un “espacio donde se pueda rendir memoria”.
Ana agregó que se siente muy orgullosa de que las familias hayan depositado su confianza en ella: “son personas que ya no confían en nadie, y me siento tan afortunada que hayan confiado en mí, en este proyecto”.
Conmovida dijo que el proyecto había sido muy “difícil”, pero “muy satisfactorio”. También recordó que el origen de la idea fue cuando la señora Luz del Carmen se acercó a ella para pedirle un mural para su hija, fue ahí que entendió la necesidad de crear el proyecto.
Se logró iniciar con el plan gracias a un estímulo que Ana ganó por parte de una universidad en Estados Unidos, al cual aplicó a principios de este año con la ayuda de Kelvin Ramírez, quien además de ser académico, ha hecho activismo en esta frontera desde hace cinco años.
Pese a la ayuda económica obtenida, Ana señala que aún se necesita mucho apoyo, pues, de acuerdo con la artista, el proyecto completo tendrá un costo aproximado de 700 mil pesos. Luego de esta primera parte aún se deben 50 mil pesos, que es lo relativo al costo de la realidad aumentada.
Héctor Núñez González fue el encargado de ponerle a los murales movimiento y sonido, es decir realidad aumentada, permitiendo a los visitantes acceder a mensajes de los familiares, fotografías y música al escanear un código QR colocado en el centro de las obras, lo que agrega una dimensión interactiva y que permite a los visitantes conocer un poco más a quienes se honra en la imagen.
El objetivo es que la comunidad pueda sensibilizarse al conocer un poco más a las personas, para que dejen de ser solo cifras y regresarles su identidad a quienes se encuentran desaparecidos, se informó.
‘Memoria viva, memoria en resistencia’
En el pronunciamiento de la develación de los murales, el colectivo Familias Unidas por la Verdad y la Justicia denunció que las autoridades no han cumplido con su trabajo de búsqueda y localización de las personas desaparecidas, y cuestionaron al Gobierno de Chihuahua sobre qué estrategias se están implementando para prevenir y sancionar en el tema de desaparición.
“Donde el Estado le apuesta al olvido como una agresión más, nosotros, como familia, levantamos la voz a través de acciones de memoria viva; es decir, protestar que a nuestros seres amados no los olvidamos y los estamos buscando con amor, amor desde las entrañas”, leyó Daniel Alejandro Durán Calderón, quien busca a su hermano César Gonzalo desde 2011, y de quien develaron un mural hace dos años.
También reclamaron que, desde 2022, el alcalde, Cruz Pérez Cuellar, se reunió con las familias en el Memorial y firmó diversos acuerdos, entre los cuales estaba la realización de varios murales, pero hasta hoy, el edil no ha cumplido con sus compromisos.
Señalaron que seguirán adelante con esperanza, e hicieron un llamado a la comunidad a unirse en su búsqueda. Asimismo, invitaron a las familias de personas desaparecidas a acercarse al Memorial y sumarse a los encuentros, para escuchar y ser escuchados.
La realización de este proyecto fue gracias a la colaboración de las familias de desaparecidos, la artista Ana Infante, el académico Kelvin Ramírez, el colectivo Familias Unidas por la Verdad y la Justicia y el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, además de personas independientes que tuvieron a bien sumarse, se informó.
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