Frente a cámara de Plataforma Centinela, roban por segunda vez tienda de artesanías rarámuri

Aunque no lleva ni un año de apertura, un emprendimiento gestionado completamente por personas rarámuri en la ciudad de Chihuahua ya fue víctima del crimen en dos ocasiones a plena luz del día y con una cámara de la Plataforma Centinela a tan solo unos pasos. Sus propietarias temen que la nula respuesta a sus denuncias se deba a un asunto de discriminación.

Texto y fotografías de Óscar Rosales / Raíchali

“A lo mejor a nosotros nunca nos hacen caso porque esta tienda es de puro rarámuri”, declara Bertha Vega, al narrar como las autoridades locales han hecho caso omiso a sus denuncias, luego de que por segunda ocasión en este año fuera robada la tienda de ropa y artesanías Ralámuli Newala, ubicada en el centro de la ciudad de Chihuahua.

Bertha y el resto de dueñas del emprendimiento (todas de origen rarámuri) inaugurado en febrero, se dieron cuenta del robo durante la mañana del pasado miércoles 9 de octubre, ya que en el instante en que llegaron para abrir vieron roto en pedazos uno de los vidrios de la fachada y al interior, la piedra con la cual fue provocado el daño.

De acuerdo con la comerciante rarámuri, detrás de los artículos, ropa y artesanías, hay trabajo de alrededor de veinte familias que viven distribuidas entre varias comunidades de la Sierra Tarahumara: San Ignacio de Arareko y Sojahuachi, en el municipio de Bocoyna; Mogótavo, en Urique; y en los pueblos de Uruachi y Guachochi.

Entre los objetos robados hay pulseras, collares, wares (canastas hechas con palmilla), coricos (galletas tradicionales de maíz) y un pequeño ventilador. Las propietarias estiman que las personas responsables robaron, al menos, tres mil pesos en productos.

El esfuerzo colectivo de Ralámuli Newalá reúne diseños rarámuli originales de Francisa Santaneño y marcas como Bikiyá Sopori y Mukí Sumí (que significa mujer que cose).

Aunque la cantidad pueda parecer mucho menor que los 40 mil pesos robados tan solo hace cuatro meses, las propietarias del negocio se encuentran tristes y desconcertadas, ya que ninguno de los dos crímenes ha sido aclarado a pesar de que frente al local, tan solo a unos metros de distancia, está instalada una cámara de la Plataforma Centinela.

“No es justo, abrimos esta tienda con todo el esfuerzo de las personas que estamos aquí, nadie nos ayuda y estamos saliendo adelante, por eso nos unimos entre varios”, señaló Bertha.

Coser es una de las tantas actividades diarias de Bertha Cruz.

Bertha explicó que ya ha realizado dos denuncias formales ante la Fiscalía General del Estado (FGE), tanto por el robo de junio como por el de la semana pasada, con número de folio 19-2024-0014088 y 19-2024-0022800. Sin embargo, hasta este momento, no se ha informado de ningún avance en las investigaciones.

Su sorpresa fue mayor cuando uno de los agentes que la atendió le dijo que su solicitud para revisar las cámaras no serviría porque “las cámaras nunca funcionan en el centro”.

La cámara de seguridad se encuentra justo frente al local.

“A los indígenas siempre nos han como ignorado”, agregó.

Raíchali contactó a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) para conocer si la Fiscalía ha realizado alguna solicitud de revisión de la cámara que está frente al local, justo en la calle José María Morelos y Avenida Independencia, a un lado del bar La Sotolería, sin embargo, la dependencia no reportó ninguna solicitud. Del mismo modo, la Fiscalía de Chihuahua tampoco dio a conocer avances en la investigación.

Las propietarias de Ralámuli Newala invitan a la población chihuahuense a conocer y adquirir su trabajo en su local ubicado en la Avenida Independencia y Calle José María Morelos, a unos pasos del bar Mágico, en el Centro Histórico de la capital.

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