Lo mismo países africanos que otros recién creados e incluso de Latinoamérica dejan atrás a México, sobradamente, en logros deportivos en juegos de verano.
Por Alejandro Salmón A. | Ahoramismo
La pobre cosecha de medallas obtenida por la delegación de México en los Juegos Olímpicos de París 2024 parece la repetición de una película que la afición mexicana ya visto desde, por lo menos, Múnich 1972.
Con apenas 78 preseas obtenidas en 24 participaciones en juegos olímpicos, de las cuales apenas 13 son de oro, el deporte mexicano se las ha arreglado para justificar la baja ubicación del país en el medallero y los escasos lugares destacados que suelen obtener la mayoría de sus deportistas, tanto hombres como mujeres.
Que si no hay suficiente presupuesto; que hay mucha corrupción en las federaciones deportivas nacionales, o que los atletas no recibieron el apoyo necesario. Esas son las excusas más recurrentes que afloran cuando la delegación tricolor regresa con un puñado de medallas.
Aquella justa de Múnich se distinguió por la gran cantidad de integrantes de la delegación mexicana: más de 152 competidores y competidoras que participaron en 20 deportes, pero regresaron a casa con solo una medalla, y fue de plata.
Sin embargo, la excusa más recurrida es la de que “no podemos competir contra las superpotencias”.
En efecto, Estados Unidos, con sus 2 mil 781 medallas, de las cuales mil 110 son de oro, abruma a cualquiera.
La extinta Unión Soviética, con solo 9 apariciones en juegos de verano, queda en un lejano segundo lugar, con mil 10 preses, 395 de ellas de color dorado.
Y así se podría repasar la lista con otras grandes potencias: Reino Unido, China, Alemania, Francia, Italia, Japón, Hungría, Australia o Suecia, que cuentan en total con más de 500 medallas.
Pero ¿qué hay de los países que no son necesariamente potencias económicas, o que tienen menor población de México?
¿Cómo queda la comparación de la representación mexicana frente a otros países que comenzaron a competir por cuenta propia apenas en Atlanta 1996?
Aquí, la tabla:
(*)ROC: Delegación compuesta por 324 deportistas rusos que no representaron a su país, debido a sanciones del Comité Olímpico Internacional.
• Acaban de entrar y ya nos superaron
Con excepción de México, lo que distingue a casi todos los países de ese listado es que comenzaron a competir con nombre, bandera y delegación propia desde Atlanta 1996, por lo que cuentan con 7 participaciones en Juegos Olímpicos.
Croacia formaba parte de Yugoeslavia, mientras que República Checa recién se había escindido de Eslovaquia, en 1993. Ucrania, Kazajistán, Uzbekistán y Bielorrusia formaban parte de la recién extinta Unión Soviética, para la cual compitieron hasta los juegos de Seúl 1988.
La excepción es Sudáfrica, que regresó a la competencia veraniega en Barcelona 1992, después de permanecer excluida desde los juegos de Roma 1960, debido a las sanciones aplicadas por el COI a causa de las políticas de Apartheid, en perjuicio de la población de raza negra.
· También los africanos nos dejan atrás
De las representaciones olímpicas del continente africano, hay tres que superan, y con mucho, a México en el tablero histórico de medallas.
Kenia, un país de poco más de 60 millones de habitantes, menos de la mitad de los que tiene México, aventaja sobradamente al deporte azteca con un total de 124 preseas, lo que lo ubica en el sitio 28 del tablero histórico.
Con 39 de oro, los keniatas han impuesto un dominio notable en las pruebas de atletismo de fondo, particularmente en la de los 3 mil metros con obstáculos.
El ya mencionado Sudáfrica, que regresó hace 32 años al olimpismo, suma 97 preseas, de las cuales 37 son de oro.
En tanto, Etiopía, otro país de grandes corredores, se ha colgado 62 medallas, 24 de ellas doradas. De ahí era el legendario corrredor Abebe Bikila, que conquistó la prueba de la maratón en los juegos de Roma 1962 y Tokio 1964.
· Tampoco supera a potencias latinoamericanas
México no disputa los primeros lugares ni siquiera en el tablero por equipos latinoamericanos.
Con 21 participaciones, Cuba se lleva el primer lugar en medallas obtenidas entre los países latinoamericanos, con un total de 244: 86 de oro, 70 de plata y 88 de bronce. Y eso que no asistió a los juegos de Los Ángeles 1994 y Seúl 1988, por decisiones políticas. A nivel global, ocupa el sitio número 16 del medallero histórico.
Le sigue Brasil, en el sitio 27 global, con 170 medallas, de ellas, 40 de oro, 49 de plata y 81 de bronce.
Jamaica, país caribeño, potencia mundial en el atletismo de velocidad, ha obtenido 94 preseas, de las cuales 27 son doradas, 39 plateadas y 28 broncíneas.
En el lugar 36 de la tabla general aparece Argentina, con 80 preseas olímpicas: 22 oros, 27 platas y 31 bronces.
Los resultados obtenidos en París, con apenas cinco medallas, ninguna de ellas de oro, encuadran en la pobre actuación que han tenido las delegaciones mexicanas desde los juegos de 1924.
De poco sirvió haber sido la sede olímpica en 1968, cuando se ganaron tres oros, tres platas y tres bronces. Esos números nunca se han vuelto a lograr.