Por Jesús Chávez Marín
Camino sobre mi sombra, no voy solo. Me acompaña una multitud de voces que resuena en los muros de la ciudad. El viento que baja desde las montañas de la orilla me recuerda la infancia de todos, cuando los arroyos bajaban limpios en época de lluvia y solo el rumor del agua se escuchaba: era un pasado más espiritual o quizá solo sea la idealización del recuerdo, la ilusión de un tiempo de pureza.