Ortiz- Pinchetti: “Xóchitl, el reto”

Por Francisco Ortiz Pinchetti

En apenas tres días, y a partir del desaire torpe y grosero que le hizo Andrés Manuel al negarle el acceso a Palacio Nacional, la hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz se convirtió en la virtual –y esperada– candidata de la oposición a la Presidencia de la República.

Si ya aparecía entre los punteros en las preferencias electorales para jefa de Gobierno de Ciudad de México, ahora se perfila a nivel nacional, luego de ganar un amparo que obliga al Presidente a concederle el Derecho de Réplica por haberla difamado en una de sus conferencias matutinas, el 5 de diciembre del año pasado, cuando aseguró: “Acaba de decir la señora Xóchitl Gálvez que ella va a quitar los programas de apoyo a los adultos mayores […]”.

Mentira.

Todavía al día siguiente insistió el tabasqueño en agredir a la senadora. En el caso de la señora Xóchitl, dijo, “pues que use otras tribunas y que vaya a engañar a otra parte. Y si no le parece, pues ella ya es una experta en presentar denuncias en la fiscalía….”.

Dijo además, con ese aire de autosuficiencia y soberbia que lo ha caracterizado en los últimos tiempos, que si lo obligaran a garantizar el derecho de réplica, “lo voy a hacer”. Prometió: “si la autoridad competente me lo exige, cumpliría yo con eso sin ningún problema, pero que haga su trámite […]”

Xóchitl lo hizo, en efecto. Seis meses después ganó el amparo, que ordena al Mandatario a conceder el Derecho de Réplica a la quejosa en el mismo ámbito en que ocurrió la difamación que reclama: la conferencia matutina en Palacio Nacional.

Muchos lo vimos: el pasado lunes 12, la ex jefa delegacional en Miguel Hidalgo (1998-2003) llegó en su bicicleta y con un impermeable amarillo, pasadas las cinco de la lluviosa mañana, a las inmediaciones del Recinto, con el amparo en la mano. Fue víctima de agresiones verbales y aventones por parte de los morenistas apostados desde hace semanas frente a la Suprema Corte de Justicia. Resistió y entre empellones, seguida por las cámaras de decenas de medios de información, logró llegar a la puerta lateral, por la calle Moneda, donde inútilmente tocó, tocó y tocó en vano.

–Me reservo el derecho de admisión –dijo con una sonrisa sarcástica el Primer Mandatario de la Nación.

–El Palacio Nacional no es un antro –replicó la senadora–. El Palacio es del pueblo de México.

En segundos, su nombre se multiplicó por miles como tema de conversación en las redes sociales. Alcanzó más de 61 mil tweets, el doble que obtuvo todo el Consejo Nacional de Morena celebrado el domingo anterior, según la medición lde Federico Arreola García, director de SDP Noticias.

Minutos después, López Obrador la convirtió en posible, viable candidata de oposición. “Los conservadores, incluida la señora Xóchitl Gálvez, han estado en contra siempre de nosotros y han estado siempre en contra de la mayoría del pueblo, de los pobres, de los desposeídos, siempre y antes”, dijo. “Cuando ellos dominaban, mandaban, todo lo destinaban a los de arriba. El presupuesto, permitían que se robaran; los bienes de la nación, los bienes del pueblo, para entregarlos a una oligarquía, a una minoría rapaz que era la que se sentía la dueña de México”.

Y todavía remató:

-No, que hagan sus manifestaciones porque ellos lo que están haciendo no es propaganda, es publicidad. Se hacen los trámites legales, correspondientes. Sí, quiere ser candidata a jefa de Gobierno, a la Presidencia, allá que se vaya donde viven los “fifís”, allá van a votar por ella, segurísimo…”

El jueves siguiente, 15 de junio, antes de las ocho de la mañana, Xóchitl Gálvez anunciaba en una entrevista radiofónica su decisión de competir, con la sola salvedad de conocer antes las reglas de los partidos para la nominación del candidato de la Coalición.

El reto que ello implica es primero para la oposición formal misma: los tres partidos de la Alianza (PAN-PRI-PRD)… y el Movimiento Ciudadano. Xóchitl representa la opción de una candidata no partidista que, a diferencia de sus posibles contendientes, ojo, no tiene cola que le pisen. Indígena de origen, es ejemplo de tesón y de superación personal, capaz de vencer todos los escollos sociales y económicos para culminar su carrera de Ingeniería y convertirse luego en una exitosa empresaria y política sin partido, que nunca ha militado en alguno.

Se trata de una mujer entrona, valiente, informada, sin prejuicios, fresca, con una sólida preparación técnica y una sensibilidad social a flor de piel, que además conoce al país. Sus limitaciones, que las tiene, no inhiben sin embargo el entusiasmo que su posible participación empieza a generar. Ojo.

Hay quienes ya están viendo en ella, por fin, una esperanza. Puede serlo.

Y sobre todo, lépera y simpática, aguda como es, ella representa esa opción ciudadana, apartidista, que organizaciones de la sociedad civil y los miles y miles de mexicanos que se manifestaron masivamente en las marchas del 13 de noviembre y 26 de febrero pasados han exigido.

Tendrán los partidos políticos que evaluar las posibilidades de una candidatura ciudadana y decidir si hacen caso o no a la demanda creciente de quienes piden una apertura real, sin anteponer de nuevo sus intereses particulares, de secta. En ese reto está por ahora la mejor posibilidad de presentar una opción competitiva al aparato lópezobradorista en 2024. Válgame.

DE LA LIBRE-TA

CIRO, SEIS MESES. Deja este viernes Claudia Sheinbaum la jefatura de Gobierno de CDMX sin que se haya aclarado, seis meses después, el artero atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva. Se trata del caso policíaco más sensible de su mandato, sin duda. Y medio año después ni la opinión pública ni el propio Ciro saben quién ordenó matarlo y por qué. Nada se sabe de o los autores intelectuales ni de sus motivaciones. De la celeridad inicial, altamente mediática por cierto, con que las autoridades capitalinas ubicaron y detuvieron a 13 presuntos implicados sin que ninguno de ellos se le haya probado nada hasta el momento, se pasó a la inmovilidad y el silencio. Y a la sospecha: el engaño, el encubrimiento, la complicidad. Para colmo, justo en la efeméride de los seis meses, Andrés Manuel (que en su momento se atrevió a deslizar la posibilidad infame de un “auto atentado”) vuelve a descalificar, injuriar y difamar al periodista desde su púlpito presidencial.

@fop

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