Por EFE | DW
La fuerte presencia militar y policial en la frontera entre México y Estados Unidos, en el límite entre Ciudad Juárez y El Paso, estrechó este miércoles (21.12.2022) aún más el ya limitado acceso de los migrantes que tratan de pasar.
En esta jornada en la que se iba a levantar el Título 42, la norma sanitaria que permite expulsiones inmediatas, pero que ha quedado temporalmente en vigor, la presencia de migrantes sigue siendo masiva en la frontera y quienes tratan de cruzar ven más difícil su objetivo.
Un día después de que la Guardia Nacional estadounidense colocara alambre de púas en la única parte sin muro de esta zona de la frontera, cientos de migrantes hacían fila este miércoles con la esperanza de que las autoridades estadounidenses les dejen pasar y entregarse.
Texas envió más de 400 soldados a El Paso
El estado de Texas envió ayer a más de 400 soldados a la ciudad de El Paso, para “reforzar la seguridad fronteriza”, ante el aumento de “cruces ilegales” en la última semana, según señalaba un comunicado del Departamento militar de este estado.
Desde entonces, los soldados armados con fusiles y camionetas militares impiden que los migrantes crucen un estrecho de la frontera, atravesando el río Bravo por la zona sin muro, que ahora está llena de concertinas.
Una cantidad masiva de migrantes en busca de asilo, se paran cerca del muro fronterizo después de cruzar el río Bravo para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. en El Paso, Texas.
Esta situación forzó a cientos de migrantes a moverse hacia el oeste, donde formaron una fila frente a una compuerta del muro fronterizo.
Migrantes entran a cuentagotas
La Patrulla Fronteriza solo abre de vez en cuando esta puerta, que es tan alta como el muro y a cada vez permite que pasen entre diez y quince personas, las detienen y las transportan a un centro de procesamiento para tramitar sus casos, según pudo comprobar EFE.
El objetivo de la Guardia Nacional, en conjunto con el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS en inglés), es “bloquear la vía de entrada” donde no hay muro y mover a las personas a que vayan a los “puertos de entrada”, explicó a EFE Elliott Torres, portavoz del DPS.
Sin embargo, debido al Título 42, no es posible para los migrantes solicitar asilo en los puertos de entrada, por lo que las personas deciden entregarse para ser detenidas por las autoridades migratorias.
En la larga fila de migrantes, arropados con cobijas para protegerse del frío que azota a las ciudades fronterizas al caer la noche, había migrantes procedentes de Ecuador, Perú, Nicaragua y Colombia.
Estos países no están sujetos al Título 42, por lo que las autoridades no pueden devolverlos a México, como sí hacen con venezolanos, mexicanos y resto de centroamericanos.
Piden emergencia humanitaria para Ciudad Juárez
En tanto, el Congreso de Chihuahua, estado de México que hace frontera con Texas, solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores, considere a Ciudad Juárez como centro de una emergencia humanitaria, a la par de que se incrementen los recursos y el personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), informó el diario local El Heraldo de Chihuahua.
La diputada local Georgina Zapata Lucero, iniciadora de la propuesta, dijo que el llamado obedece a que no solo están en riesgo los derechos humanos de los migrantes, sino también su seguridad y su futuro, ya que el cuello de botella que se genera por las políticas migratorias tan rígidas del vecino país dificulta que estas personas lleguen a su destino.