Inseguridad, el gran fracaso

Por Francisco Ortiz Pinchetti

El incremento de la inseguridad resume el fracaso de cualquier Gobierno. Más allá de las frías estadísticas, que en el caso de México son alarmantes, lo que realmente importa es la percepción que tengan los ciudadanos. Y la percepción de inseguridad de los mexicanos aumentó del 65.8 por ciento en diciembre al 66.2 por ciento en marzo, según la encuesta trimestral divulgada el martes pasado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Esto significa que 66 de cada 100 habitantes de las zonas urbanas de nuestro país se siente inseguro donde vive.

Va muy mal la economía. El reparto de dinero en efectivo a grupos vulnerables no atenúa un ápice la desigualdad. Hoy hay más pobres que al inicio del mandato obradorista. El sistema de salud está destrozado. La educación, definitivamente colapsada. El país regresa al autoritarismo. Nada tan grave, empero, como el que un individuo no pueda vivir en paz con su familia, en su comunidad.

Y es que la seguridad pública es la primera obligación de un Gobierno. Así lo ha reconocido el propio Presidente de la República. “Sin seguridad no hay nada”, dijo hace unos días. Pero lejos de asumir su obvia responsabilidad, otra vez recurre a argucias, contradicciones y mentiras para evadir su responsabilidad. “La percepción ciudadana respecto a la inseguridad en el país “se alimenta de acciones políticas”. Es decir, según él lo la inducen sus adversarios.

Los malos de la película, de nuevo.

Sin embargo, sus propios números oficiales lo desmienten. Según el reporte mensual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP), el pasado marzo es, hasta el momento, el mes más violento de 2022 al registrar un total de dos mil 730 víctimas de homicidio doloso y feminicidio en el país.

Un promedio de 88 asesinatos al día.

Al presentar el informe, la titular de Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Isela Rodríguez Velázquez, reconoció que desde noviembre de 2021 no se alcanzaba esta cantidad de asesinatos, que se concentran en números absolutos en seis estados “asolados por la disputa territorial entre grupos de la delincuencia organizada”: Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora.

Aunque en el primer trimestre de 2022 disminuyó este delito de alto impacto con respecto al mismo periodo de 2021, desde el inicio de este año los homicidios dolosos y feminicidios vienen creciendo en el promedio diario.

Tania Jimena Enríquez Mier, titular de la Unidad de Prevención de la Violencia y el Delito de la SSPC, informó que en 2020 se abrieron 949 carpetas de investigación por el delito de feminicidio y el año siguiente 977, de las cuales 12 por ciento corresponden a menores de 18 años.

Un tema particularmente grave y sensible es el aumento en el número de mujeres desaparecidas. La propia SSPC informó que en 2022 se tiene el registro, en apenas tres meses, de 748 mujeres desaparecidas, 46 por ciento de ellas en el Estado de México, la Ciudad de México y Morelos. En Nuevo León se han reportado 327 casos en lo que va del año.

La pacificación del país es una asignatura pendiente de Andrés Manuel. Su estrategia de “abrazos, no balazos”, basada en falsas elucubraciones sobre la política de sus antecesores en la materia, ha sido un fracaso. El tabasqueño que criticó durante años la presencia militar en la lucha contra el narcotráfico, ha acabado por militarizar al país. Ha entregado a la milicia no sólo el mando y el control de las tareas de seguridad nacional, sino una diversidad de tareas que van de la construcción de obras públicas hasta el reparto de pensiones y la administración de los puertos.

En 40 meses, desde que inició la actual administración, en diciembre de 2018, y hasta marzo de 2022, en México se han registrado más de 112 mil homicidios dolosos y más de tres mil 800 feminicidios. Transcurrido apenas el 63 por ciento del sexenio, la cifra superó ya el total registrado durante todo el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), que fue de 102 mil, y está cerca de alcanzar el de Enrique Peña Nieto en todo su mandato (2012-2018), que fue de poco menos de 123 mil.

López Obrador reconoció que los homicidios son el principal problema que enfrenta su Gobierno. “Que podamos vivir con tranquilidad, sin eso no es posible nada. Se puede avanzar en lo económico e inclusive en lo social, pero si no hay paz y tranquilidad no tiene sentido la vida, por eso es muy importante la seguridad”, comentó en su conferencia matutina en Palacio Nacional tras de difundirse el repunte de los homicidios en marzo. Luego se preguntó: “Entonces, ¿qué estamos haciendo nosotros?, los que estamos aquí, nos reunimos todos los días de seis a siete de la mañana”. Válgame.

DE LA LIBRE-TA

TERMINAL 3 EN AICM. Este jueves se cumplió justo un mes de la inauguración oficial del aeródromo de Santa Lucia. Ese día hubo sólo 12 operaciones de aviones comerciales: seis despeges y seis aterrizajes. Hay días, como el miércoles anterior, en que no hay ninguno, porque las aerolíneas no operan sus rutas diariamente, sino dos o tres veces por semana. Y mientras el llamado AIFA se consolida como elefante blanco, el mismo día de que se cumplió su primer mes nos enteramos que el Gobierno federal se dispone a construir la tercera terminal del AICM, que había sido desechada. Que siempre sí. La inoperancia del juguete presidencial de 116 mil millones de pesos obliga a retomar proyectos que se habían desechado, ante la inminente saturación del aeropuerto capitalino, en el que por cierto hubo el jueves 900 operaciones aéreas.

@fopinchetti

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