Por Desinformémonos.org
— Las comunidades que integran la asamblea maya Múuch’ Xíinbal manifestaron el descubrimiento de más de diez mil vestigios arqueológicos en la ruta donde se construyen las vías del Tren Maya en la Península de Yucatán, Tabasco y Chiapas y denunciaron la opacidad en el manejo de las piezas por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los integrantes de la asamblea exigieron en un comunicado a Diego Prieto Hernández, titular del INAH, que el proceso de hallazgo, documentación y recuperación del patrimonio arqueológico en los cinco tramos de construcción del “mal llamado tren maya” sea transparente con informes cualitativos y cuantitativos de los monumentos y piezas encontradas, así como que las piezas recuperadas sean conservadas en las comunidades y “sean regresadas a los dueños y herederos legítimos”.
Enfatizaron su petición de que los hallazgos, aunados a la desinformación sobre el Tren Maya las suspensiones dictadas por su impacto ambiental, sean suficientes para la cancelación del proyecto, así como que sea priorizada “la vida y la cultura y no los intereses económicos de un grupo de empresarios” por el INAH, que “tiene la oportunidad histórica de reivindicarse para lo que originalmente fue creado: conservar y difundir el patrimonio de la nación”, afirmaron.
En el comunicado también denunciaron las amenazas vertidas recientemente al Colectivo Tres Barrios de Campeche para que los habitantes afectados por la construcción de las vías del tren acepten de manera forzada su relocalización y retiren las demandas de amparo que interpusieron en su defensa. Finalmente, reiteraron su exigencia de respeto a sus territorios y recursos naturales, así como la cancelación del megaproyecto.
“Este manejo poco transparente del destino de las piezas que nos han dejado nuestros antepasados nos recuerda la quema y destrucción de más de cinco mil piezas pertenecientes a nuestra cultura ocurrido en el convento de Maní en el año 1562 como castigo a los mayas rebeldes que no aceptaron el nuevo Dios; el despojo y la destrucción continúa ahora con un tren que nosotros los mayas no solicitamos y, por lo tanto, no aceptamos; la historia se repite y el despojo que lleva más de 500 años continúa, ahora sólo se moderniza”, concluyó la organización.
A continuación el comunicado completo:
POSICIONAMIENTO DE LA ASAMBLEA DE DEFENSORES DEL TERRITORIO MAYA MÚUCH XÍINBAL
ANTE EL VIOLENTO E ILEGAL AVANCE DEL MAL LLAMADO TREN MAYA
A LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Las comunidades que integramos la asamblea maya Múuch’ Xíinbal manifestamos nuestra preocupación ante la invasión y destrucción de nuestro territorio, provocado por la construcción del mal llamado tren maya en la Península de Yucatán, Tabasco y Chiapas; levantamos la voz para exigir que nuestra vida sea respetada.
La asamblea maya Múuch’ Xíinbal MANIFIESTA PÚBLICAMENTE que se han encontrado más de 10,000 vestigios arqueológicos en la ruta donde se construyen las vías del tren, denunciamos la opacidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en cuanto al manejo de las piezas encontradas en los 5 tramos donde se está construyendo el mal llamado tren maya, este manejo poco transparente del destino de las piezas que nos han dejado nuestros antepasados, nos recuerda la quema y destrucción de más de 5,000 piezas pertenecientes a nuestra cultura ocurrido en el convento de Maní en el año de 1562, como castigo a los mayas rebeldes que no aceptaron al nuevo Dios; el despojo y la destrucción continúa ahora con un tren que nosotros los mayas no solicitamos, por lo tanto, no lo aceptamos; la historia se repite y el despojo que lleva más de 500 años continúa, ahora solo se moderniza.
MANIFESTAMOS así mismo y responsabilizamos al gobierno federal presidido por el Lic. Andrés Manuel López Obrador, al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) y a su titular el Arquitecto Rogelio Jiménez Pons por las amenazas vertidas recientemente de manera directa al Colectivo Tres Barrios de Campeche, para que los habitantes afectados por la construcción de las vías del tren acepten de manera forzada la “relocalización consensuada” y retiren las demandas de amparo que interpusieron en su legítima defensa ante la decisión de no aceptar la reubicación de sus casas propuesta por ONU – HABITAT, que ha sido contratada por el FONATUR para hacer el trabajo sucio a favor del mal llamado tren maya, por la cantidad de 5 millones de dólares; condenable el vergonzoso actuar de esta oficina internacional al servicio del capitalismo y de las empresas, que se mueve al ritmo de los dólares que les pagan para hacer su “trabajo humanitario de despojo”.
DENUNCIAMOS la cooptación que el FONATUR está realizando a los grupos y organizaciones que impulsan el turismo comunitario con la intención de arraigar la idea de desarrollo, que las comunidades acepten el proyecto mal llamado tren maya. El pasado 17 de junio en Temozón Yucatán se firmó la Alianza Peninsular de Turismo Comunitario (APTC) y con el gobierno mexicano, 24 cooperativas algunas de las cuales llevan trabajando el turismo comunitario desde hace muchos años. Según el testimonio de uno de los firmantes de la Alianza que mencionó que “FIRMAMOS DE BUENA FE” porque no entendimos lo que dice el convenio ni las cláusulas del mismo, solo nos dijeron que vamos a poder vender nuestras artesanías en las estaciones del mal llamado tren maya. Como puede verse en la página web de la Alianza las instituciones involucradas en este monumental engaño a las comunidades mayas son el PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD), el FMAM (Fondo para el Medio Ambiente Mundial), y la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), institución académica de renombre con reconocimiento a nivel nacional e internacional como una de las mejores universidades, pero ahora forma parte de la servidumbre del FONATUR.
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, le recuerda al Lic. Andrés Manuel López Obrador, presidente de este doloroso e injusto país llamado México, quien ha repetido en múltiples ocasiones en su ejercicio de adoctrinamiento masivo que llama “mañanera”, que nadie puede estar sobre la ley ni el estado de derecho en este país; le recordamos que él tampoco. El mal llamado tren maya se está realizando por encima de la legalidad, pues hay que recordar que, a pesar de existir cuando menos 4 suspensiones dictadas por Jueces Federales en contra de la aprobación de la Manifestación de Impacto Ambiental aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para el tramo 3, los trabajos han continuado, lo que evidencia un desafío frontal de FONATUR y el gobierno federal a las determinaciones del Poder Judicial Federal.
Desde la perspectiva de los derechos de los pueblos, nuevamente se parte de un esquema tutelar en donde el gobierno federal sin consultar ni dialogar con los pueblos impone esquemas y modalidades de comercio con el aval de instituciones internacionales que legitiman este actuar. Reiteramos que la raíz de todo este problema, está en que el proyecto del mal llamado tren maya, con todas sus líneas de acción nunca fue consultado ni dialogado con las comunidades afectadas quienes carecen de la información completa y oportuna para tomar decisiones en torno a este proyecto que está siendo impuesto bajo un manto de democracia inexistente, a todas luces, ilegal.
Por todo lo anterior, las comunidades que integramos la Asamblea Múuch’ Xíinbal y las demás organizaciones firmantes:
EXIGIMOS al gobierno federal que respete nuestro territorio y los recursos naturales que lo integran, que no se continúe con la destrucción de las selvas desplazando animales de su hábitat con el pretexto de desarrollar el sur del país, un falso desarrollo que nos quieren vender como bienestar y justicia social, pero que solo traerá destrucción y más pobreza en las comunidades mayas, ya que este megaproyecto insignia del presente sexenio incluye la construcción de 19 polos de desarrollo, que utilizará grandes cantidades de tierras ejidales y que ya está generando problemas entre los habitantes de las comunidades, ya que utilizan la estrategia de dividir y enfrentar a los ejidatarios entre sí, para facilitar el despojo legal.
EXIGIMOS al gobierno federal y al INAH cuyo titular es el antropólogo Diego Prieto Hernández, que el proceso de hallazgo, documentación y recuperación del patrimonio arqueológico sea transparente con informes cualitativos y cuantitativos de los monumentos y piezas encontradas, que todo este proceso no esté supeditado a los intereses empresariales, EXIGIMOS que las piezas prehispánicas recuperadas sean conservadas en las comunidades y sean regresadas a los dueños y herederos legítimos, que el INAH no se convierta en una agencia de compra venta de piezas arqueológicas del Estado; que estos hallazgos sean suficientes para la cancelación del proyecto mal llamado tren maya, priorizar la vida y la cultura y no los intereses económicos de un grupo de empresarios, el INAH tiene la oportunidad histórica de reivindicarse para lo que originalmente fue creada, tal como puede leerse en la misión que aparece en su página web: “El Instituto Nacional de Antropología e Historia investiga, conserva y difunde el patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de la nación con el fin de fortalecer la identidad y memoria de la sociedad que lo detenta”.
EXIGIMOS al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que cumpla con el mandato de la carta magna y las leyes que de ella emanan, ya que a la fecha hay suspensiones definitivas del proyecto mal llamado tren maya en favor de las comunidades, dictaminadas por juzgados federales y que no están siendo respetadas por el poder ejecutivo.
EXIGIMOS al gobierno federal y al FONATUR que cesen las agresiones y amenazas a los colectivos y personas que no estamos de acuerdo con el proyecto mal llamado tren maya o que se resisten a la “relocalización consensuada”, RESPONSABILIZAMOS al gobierno federal, ONU – HABITAT, a FONATUR y las empresas contratadas para negociar el pago de los terrenos como Barrientos y asociados S.A de C.V. de las agresiones y amenazas que sufren las comunidades donde existe resistencia a la construcción del mal llamado tren maya.
EXIGIMOS al gobierno federal y al FONATUR que transparenten la información y cesen los engaños a las comunidades para manipular la aceptación del proyecto tren maya, que dejen de engañar a la gente con una falsa idea de justicia social y bienestar, ya que los 19 polos de desarrollo que se tienen programados no incluyen la participación de las comunidades mayas mas que para despojarlos de sus tierras.
EXIGIMOS que se cancele el proyecto mal llamado tren maya, ya que la especulación inmobiliaria y la desinformación origina afectaciones directas que se traducen en conflictos ejidales, tal es el caso de la comisaría de San Antonio Chun que corresponde al municipio de Umán en Yucatán, en donde los que se oponen a la venta de la totalidad de su ejido han recibido insultos y amenazas.
EXIGIMOS que se cancele el proyecto mal llamado tren maya y que el presupuesto aprobado que es alrededor de 170 mil millones de pesos se destine a la construcción de hospitales y compra de medicamentos para atender la pandemia de COVID-19, priorizar la vida y no los intereses de un grupo de empresas extranjeras. El presupuesto destinado a turismo y al mal llamado tren maya tuvo un incremento del 700% en comparación con el 2020, mientras que el sector salud tuvo un incremento del 9.1 % en comparación con el año pasado; así de lamentable es la austeridad republicana que limita el acceso a la salud como un derecho consagrado en el artículo 4 constitucional, pero da rienda suelta con el presupuesto en beneficio de empresas y consorcios que construyen su tren que le han mal llamado maya.
LA TIERRA MAYA NO SE VENDE NI SE RENTA.
ASAMBLEA DE DEFENSORES DEL TERRITORIO MAYA MÚUCH XÍINBAL YUCATÁN, MéXICO, 23 DE JUNIO DE 2021.
Adhesiones de organizaciones y personas
Articulación Yucatán
Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible
Aventura Telá
CNI Yucatán
Magdalena Gómez
Violeta Nuñez
Ana Esther Ceceña
Jaime Quintana Guerrero, periodista Radio educación.