Por Lilia Cisneros Luján
— Esta misma pregunta me la hice a inicio de los 80, los dueños de capitales estaban muy molestos por la decisión de nacionalizar la banca, los medios poco decían de los abusos de una parte de los empresarios, que sacaron sin orden ni educación su dinero y la depresión que el conocimiento de esto había provocado en el presidente López Portillo. El miedo de abrir la puerta a partidos de ultra izquierda, se hizo patente; muchos mexicanos emprendedores, dejaron el país –incluso renunciando a su ciudadanía porque no había doble nacionalidad- y las mentes más visionarias buscaron con ahínco becas en el extranjero donde pudieron desarrollarse. ¿Es lo mismo que está ocurriendo ahora? Si la respuesta es negativa ¿cuáles son las diferencias?
La primera gran divergencia, se dio en el mensaje a los mexicanos ¡por supuesto! que en corto los jóvenes -de los sesenta y setenta- podíamos escuchar juicios negativos; pero estos eran más como explicación que como incitación al odio y la venganza. A final del día todos, ellos y nosotros, sabíamos que la unión hace la fuerza. Solo los necios y los muy ignorantes dejaron de lado el aprendizaje: Ya el “perverso” gobierno había cedido en algunos espacios a partidos de oposición, ya se dialogaba con estudiantes “rebeldes”; sin faltarle al respeto al poder judicial se reconocía que algunos juicios estaban más que torcidos y se apresuraban las sentencias de “no culpable” ¿Existían poderes fuera del ejercicio legítimo? ¡Claro! esto es el mundo no el paraíso, los sindicatos eran un auténtico poder, en el palomeo de los candidatos del partido revolucionario institucional, se les daba un espacio a todos. Mientras no se atacara a las instituciones todos tenían posibilidades; pero hubo quien no quiso ese camino. Los más impacientes se convirtieron en fuerza beligerante entre ellos los comerciantes informales, los diferentes –psíquica, social e ideológicamente- también anhelaban igual fuerza que las mayorías; los gritos sustituyeron al diálogo y el miedo a la prudencia.
Dos fueron los grandes factores para el cambio: la explosión demográfica y la ausencia de sensibilidad para atender a los afectados –sobre todo víctimas de desastres naturales- a los cuales en auténtico plan con maña se acercaron los opositores. Imposible marginarse de lo que ocurría en el mundo, aquí cayó el partido comunista en el planeta el muro de Berlín. El tema era el comercio mundial, el costo de lograr consensos se encareció por la diversidad de partidos cuyos intereses, siempre pretendieron ser igual a los de las mayorías. Ese sistema de producto caro aún persiste, todo quiere resolverse con dinero, se acusa a los hoy opositores y cada cloaca que se destapa saca también los pecados de quienes ahora gobiernan. ¿Hay disimilitudes? Por supuesto la tolerancia para permitir despojo de propiedades vía invasiones hoy se ha elevado para hacerse de casas de lujo, hospitales, plantas industriales y no son solo los desposeídos los actores en este delito al cual nadie le ha entrado. ¿Si has perdido tu trabajo, se murió tu marido o tu padre y quieres rentar toda o una parte de tu casa ¿estás dispuesto a correr el riego de que te la ocupen para siempre y te dejen en la calle? ¿Quién se atreve a tocar a corredores, notarios y hasta abogados sin ética y moral que se prestan a estos trastupijes? ¿cuáles son más delincuentes, los “ciudadanos” dispuestos a hacerse de lo que no es suyo o los funcionarios –públicos y privados- que le facilitan el camino a cambio de “una comisión”?
Se de dos hermanas solteras –no tienen descendencia ni ascendencia- que habitan su hogar en San ángel y han sido propietarias de un terreno de varias hectáreas en Coyoacán. Ya han gastado en abogados de toda índole y los invasores están construyendo tres viviendas en su tierra, “no se apuren” dicen los investigadores y los administrativos de las dos delegaciones –hoy alcaldías- al fin que pronto se mueren. Otro caso de una mujer de la tercera edad, una cuidadora, le puso gotas en su te de tila antes de irse a la cama y cuando despertó su vivienda estaba vacía solo quedaba, la cama en la cual se había dormido, ni ropa ni muebles ni nada. ¿Quién le dará los besos y abrazos a esta anciana? ¿Existirá alguna madre para acusar a quienes le robaron? Este delito del que casi no se dan estadísticas va en aumento. De entre la bolsa de trabajo informal de la iglesia de San ángel, salió un joven de buena presencia que se ofreció como guardia de seguridad privada, al segundo turno -24 horas o sea incluye la noche- aprovechó para desconectar alarmas, luces etc. y vacío la casa de quien le dio empleo. Como no puedes comerte los tabiques, ni las paredes ni las puertas entonces lo que tratas es de vender ¿Quién te dice que la ley te ampara si de entrada ya estás clasificado –desde el gobierno y en la calle- como un despreciable fifí, conservador y explotador de los pobres?
Quedo grabada en una cámara de seguridad de un hogar de clase media, la conversación telefónica de una “asistente doméstica”, quien avisó a alguien que ya no deseaba trabajar en esa casa porque “aquí no hay nada que llevarse”. ¿Qué ha hecho este gobierno de la esperanza para prevenir delitos tan comunes y rentables como los que he descrito y a los cuales se abonan mafias colombianas y rumana cuando menos? La clase media no siempre es muy participativa, pero hoy sabe que, sí debe votar, que a la par de esta intención debe trabajar en conocer quiénes son los candidatos púes más allá de famosos como Paquita la del barrio o una ex miss universo es preferible que en la política trabajen quienes saben de leyes, estructuras administrativas, textos legales y sobre todo servir. Tiene una semana, para aplicarse, el tema no es tanto de partidos sino de cierto conocimiento de los aspirantes, que mínimamente deben estar dispuesto a no mentir. Felicidades anticipadas por acudir a votar el próximo domingo.