Usted es el titular del cambio

Por Lilia Cisneros Luján

— Estamos a un paso de cumplir 3 años de que empezó el declive de una buena parte de la clase media de esta maravillosa nación, que ha soportado convivir con personas de una calaña vergonzosa, sin inhibir del todo el espíritu de trabajo y solidaridad que ha permitido a muchos ser parte del progreso familiar y social. Un día y otro también alguien preocupado nos comparte datos de sistemas de transporte parecidos a nuestro metro que suman cien años y funcionan sin problemas[1]; igual nos sorprendemos del nivel educativo que permite a jóvenes de secundaria convertirse internacionalmente en adalides de la lucha para combatir el deterioro del clima; y que decir de los avances de la ciencia en materia de salud, ingeniería, física, alimentación y tantos otros en los que por cierto muchos mexicanos han sido distinguidos y laureados. ¿Por qué entonces hay una buena parte de la población, molesta y llegando al punto de no poder contener su enojo?

Por supuesto a nadie le gusta que lo que ha sido una lucha de décadas para toda una generación sea calificada de corrupción, exterminio, suma de acciones criminales –fraude, robo, imprudencia- generalizando contra todo el que ha logrado sobresalir una descripción peyorativa que a veces se concreta en palabras soeces. Lo que era el derecho de libertad de expresión ahora se llama disidencia o maldad a fin de boicotear las “buenas intenciones” para un cambio de sistemas, leyes o país y hasta traición siempre y cuando se trate de ciudadanos de clase media, no así, amigos de quien manda o miembros del crimen llamado organizado al que hay que tratar con besos y abrazos. ¿Puede usted confesar mala vibra cuando trata de que le llegue agua a su casa, o que le reciban -en la propiedad que habita y le costó años de pagos hipotecarios- la basura que por cierto ya separa y maneja con cánones de cuidado al ambiente?[2] Cualquier empleado –de base o por contrato de voluntariado lo cual significa que vive de las propinas obligatorias- según la reglas que ha dictado el legislativo de la ciudad desde que era asamblea y hoy con más peso pues son legislativo- puede ser denunciado a diversas instancias desde el simple 072, que le orienta donde llamar  pero; inténtelo y  enfrentará lo siguiente: los teléfonos que Usted guardaba de su antigua delegación –hoy alcaldía- los de los centros de trasferencia, las ventanillas únicas, el CESAC y todo lo que se le ocurra o no contestan, le dicen que no existen y si acaso las busca en el Internet se encuentra con un aviso de que por elecciones no se atiende ningún servicio pues no desean romper la veda electoral ¡¡¡!!!

 Los pedagogos del pasado –es decir los abuelos- nos enseñaron que “no hay mal que dure cien años ni enfermo que los aguante” hoy países del bloque soviético, han dado la espalda a lo que antes les sustentó y lo mismo pasa en Cuba, mientras que en América Latina donde ya se sufrió autoritarismo, militarismo y diversos modelos que no han logrado demostrar que son mejores, seguimos experimentando; por eso a pesar de los señalamientos acerca de actitudes poco flexibles y aferradas a modelos no muy recomendables empezamos a vislumbrar algunos cambios. ¿Se ha fijado que lo de besos y abrazos empieza a ser menos aferrado cuando menos en el caso de algunos feminicidas presuntamente seriales? Es difícil entender como un criminal llegó a la tercera edad, manteniendo una imagen de benefactor y al cual se acercaban justamente a las que serían sus víctimas pidiendo apoyo; ni tampoco sabemos quien ha permitido trabajar libremente a un taxista “tolerado”, que no cumple norma alguna, pero que secuestra y mata mujeres ¿De verdad se cambiará de método en contra de la delincuencia o solo es parte de las campañas electorales? A la mayoría de las personas saber si un gobernador es criminal organizado o lavado de dinero, le preocupa sentirse segura, contar con un trabajo honorable y con ingreso suficientes para llevar pan a su casa. ¿Qué le importa más a un padre de familia, el ridículo internacional de nuestros gobernantes por lo que dicen o que sus hijos se eduquen y preparen para el futuro? Si usted es de los millones que se mantenía en la clase media y después de casi 20 meses sin ingresos ¿Saldrá a votar convencido de que su voto es útil? Usted y sus cercanos ¿creen que los problemas ecológicos se resuelven con subsidios como sembrando vida o tiene idea de programas integrales para la poda de árboles, el suministro racional de agua y la reposición de vegetación idónea y no de ocurrencia?

Después de casi tres años, ¿no desearía estar trabajando en el aeropuerto de Texcoco, que para este año debería haber iniciado operaciones parciales con tres pistas? ¿Sabe lo que son los remanentes del Banco de México? ¿Se los han robado los actuales funcionarios o gracias a sus políticas no estamos peor de lo que hoy nos agobia? No todos los que me favorecen con su lectura entienden mucho de crédito, pero si asumen que un préstamo sirve a veces hasta para comer y que se debe tener un mínimo de conocimiento acerca del uso de esa figura para no tener que lamentarnos cuando los intereses y la imprudencia nos arrinconan contra la pared ¿Cómo anda nuestra deuda externa? Como no somos subordinados dispuestos a cumplir ordenes aberrantes, debemos decidir que es más importante ¿exigir disculpas a extranjeros y medios de comunicación, como parte de una venganza berrinche o propaganda, o procurar el avance generalizado de los ciudadanos? Sea que Usted simpatice con los agitadores sociales o crea que el avance de una sociedad está vinculado directamente con el de su clase media, su mínima responsabilidad es ser parte del futuro de nuestra descendencia. Participe, discuta con sus cercanos de manera calmada sus opciones y por favor VOTE.


[1] En China, una línea cruza el sexto piso de dos edificios de departamento y oficinas, sin causar daños ni siquiera de ruido
[2] En el centro de Coyoacán un afín al señor “tomate Toledo” y al llamado “príncipe de la basura” han agredido a una mujer de la tercera edad, dueña de una “casota” que debería dejar para el pueblo, en vez de exigir que recojan su mierda e intentar acusarlos con los funcionarios del gobierno de la ciudad.

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