Cuaresma con pandemia

Por Lilia Cisneros Luján

— Inició una cuaresma con la nueva normalidad del miércoles de ceniza. Al igual que muchos otros rubros, los templos –es decir los espacios religiosos– están en crisis, por la ausencia de limosnas, diezmos, aportaciones por eventos como bodas, bautizos, memoriales etc. y ofrendas- con bolsitas, frasquitos e instrucciones para que cada quien haga la ceremonia en su casa[1] los padres, obispos y pastores aprendieron la magia de lo digital y de pronto, misas, servicios dominicales, reuniones de oración, rezo de rosarios y hasta la llamada santa cena en los grupos evangélicos, se realizan en la intimidad del hogar, siguiendo las instrucciones de sus líderes. ¿Así se hacía en las catacumbas?

Sin presencia desde hace un año, las escuelas entrarán en vacaciones y muchas de ellas –sobre todo las privadas– anunciarán su cierre definitivo, sin que las instancias del sistema hayan expresado que ocurrirá con los alumnos, ni siquiera aquellos que han logrado ser inscritos en colegios –algunos internacionales– que trabajan con el apoyo de padres en sus casas. ¿Qué pasará con quienes dejen de lado lo laico y permitan a sus hijos mezclar la fe con la enseñanza? ¿Qué explicación consideran los padres y tutores adecuada para decir a los niños lo que implica el dicho de líderes religiosos afirmando que usar tapabocas es falta de fe?

Más como rumor que como anuncio oficial, se habla de que pronto serán abiertos los templos ¡guardando la sana distancia y los máximos de asistencia! ¿Conviene esto a los dirigentes y los feligreses? ¿Se recontratará a personal de limpia y oficina? ¿Qué con los adornos –velas, flores etc.- que no sean parte de un evento que también estará con límites de asistentes? Y la seguridad ¿habrá lo posible para evitar el robo de obras de arte que luego vemos subastadas en otra parte del mundo? ¿En qué condiciones ensayarán niños y adultos, las obras de teatro y los coros para la semana santa?

La presión, no solo por lo económico sino por la esencia de la actividad tanto de dueños, directivos y los mismos usuarios aumenta además de los restaurantes, en clubes, espacios de práctica de actividades en favor de la salud, como aeróbics, yoga, thai chií y otros que continúan cerrados aun cuando los ciudadanos, usaban dichas instalaciones inclusive para terapias.  En mayo de año pasado, muchos pacientes que recibían rehabilitación física en diversos hospitales, fueron avisados que no podrían asistir a continuar sus tratamientos. La alternativa entonces fueron las albercas, los terapistas de los clubes, incluso los parques –en los viveros de Coyoacán podría usted tomar yoga, gimnasia o caminar- sin embargo, el manejo del “infovirus” cerró todas estas opciones. Los huesos y cartílagos han acompañado, sobre todo a personas de la tercera edad, con limitaciones en sillas al lado del televisor o revisando el celular. ¿Cuánto tiempo más deben permanecer en la pasividad del hogar estos abuelitos urgidos de actividad física? Algunos clubes –sobre todo los que cuentan con albercas y aparatos al aire libre- pueden recibir un número limitado de estas personas, pero ¿Qué hacen si al terminar no se les permite ir a bañarse? ¿Esperan los responsables de salud que estas personas “fifís”, se mueran y que los clubes quiebren para convertir dichos espacios en parque como expresó el gobernador de Baja California a propósito de un club de golf? Cuál es el mejor plan, ¿que se mueran por la pasividad o que les dé una “pulmonía cuata” después de pasar varias horas en la fila de turno a la vacuna?

Estos días en verdad pueden ser de guardar como mandataba la iglesia católica en el pasado, porque la única opción cuando falle la luz, el gas, el agua o el Internet, definitivamente es rezar, sobre todo si al revisar el recibo de tales servicios, la furia te amenaza con un infarto. Ya los propagandistas nos dijeron que las tarifas –sobre todo de la CFE- no subirán[2] pero el viejo truco de inventarle consumos extras que entran en tarifa cara, harán que usted parezca como un inconsciente y el gobierno como su benefactor, por el “subsidio” que le otorga. Seguramente, no comerás carne los viernes –está muy cara y eres desempleado o con una pensión miserable- completarás tu dieta con vegetales verdes y harás lo posible por arreglar personalmente los desperfectos caseros porque tus albañiles, plomeros y similares, se fueron a sus pueblos a sembrar su comida y alejarse de la ciudad. ¿Si todo está tan mal porque los propagandistas tienen aceptación tan alta? Preguntaron algunos recluidos de la tercera edad, en una reunión vía zoom. La mejor respuesta que escuché, fue la de un economista que ha rebasado los 70, explicando los efectos en las personas y por en las masas de lo dicho y actuado por aquellos personajes que son “seductores” ¿Cómo cautivan las explicaciones sin pies ni cabeza que le recetan algunos de los políticos en el poder? ¿Qué le producen las declaraciones de candidatos a gobernador –como el de Morena a Guanajuato luego de explicar su búsqueda en casi todos los partidos- cuyo discurso atrayente para muchos parece el de un adolescentes de secundaria? ¿Quién los sedujo a ellos? ¿Cómo es que personajes como el candidato a Guerrero, se sienten más cautivadores que delincuentes? Tiene usted poco más de un mes y medio para pensar en estas cosas, en su futuro y el de sus hijos o nietos. Evite ser seducido y actúe con la madurez propia de las personas inteligentes.


[1] Recuerdo por ahí del 2000 que el entonces presidente de la JAP del df, concretó una cita a los patronos de una IAP de niños quemados, justo en miércoles de ceniza. Luego de saludarlos, sentarlos y cuando estábamos listos para hacer nuestra observación, entró un cura, ofreciendo poner ceniza a los que no la portaran. El tema fue casi como imposición, sin decir siquiera agua va.
[2] Ya varios vecinos me han comentado que su recibo les llegó casi 4 veces mayor al del bimestre pasado, aun cuando varios días de la semana más de la mitad de su casa está pagada o desconectada y si no tiene para pagar, por favor tanga a la mano sus velas.

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