Por Jesús Chávez Marín
— 30 agosto 1989. En los dos últimos años aparecieron muchas revistas culturales en nuestra ciudad.
Hay de todo: la post vanguardista, (aunque todavía se le nota lo pre moderno) Azar.
La muy seriecita y quizá demasiado socio histórica Cuadernos del Norte.
Le sigue Finisterre, un tanto trasnochada en sus teorías y concepciones de lo que es poesía, por ejemplo, pero que en su número tres logró notable aumento a su calidad.
La revista Escritores, que apenas anda descubriendo la mecanografía y acaba de ingresar de lleno al espíritu cultural del siglo 19 mexicano.
Otra que celebra su reciente encuentro con el linotipo, que se llama Axioma y ahí se queda.
Si quiere usted aumentar la lista sígale con Estilo, y lea los recortes de lo que se dijo antier sobre la princesa de Mónaco o el penúltimo marido de Lupe D’Alesio.
Sígale con Tarahumara o el chisme político más audaz del mes antepasado.
Scorpio donde encontrará la famosa columna “Chirigotero político”, en caso de que encuentre antes la revista que circula solo a círculo cerrado.
Con esto, su lista será completa.
Agosto 1989