Por Arturo Rodríguez/Proceso
— Ciudad de México– La Caravana por la Paz, la Justicia y la Verdad concluyó esta tarde frente a Palacio Nacional, donde una comisión entregó una carta y propuesta de justicia transicional al Gabinete de Seguridad.
Durante cinco horas, el reclamo de miles de víctimas de la violencia se patentó desde la Estela de Luz hasta la plancha del Zócalo capitalino, aunque casi en silencio pues en el recorrido sólo hubo consignas para repetir, 10 veces en cada antimonumento de víctimas del recorrido “verdad, justicia, paz”.
Los contingentes se turnaron en diferentes oportunidades la vanguardia que sólo durante un trayecto fue encabezada por Javier Sicilia y Julián LeBarón, quienes convocaron a la marcha ante la falta de respuestas por la masacre de Bavispe.
“Estamos tratando de despertar conciencias”, dijo Julián LeBarón momentos antes de iniciar la marcha.
LeBarón consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene “una enorme autoridad” pero que está no la usa para defender la vida por lo que es deber ciudadano exigirla.
La caravana, que inició el pasado jueves en Cuernavaca, Morelos, se detuvo en los llamados antimonumentos que existen por casos emblemáticos de impunidad que en los últimos años se han colocado en la avenida Reforma.
El primero de esas paradas fue en el memorial por la Guardería ABC; siguió un acto de reconocimiento a la valentía de Majenzie, la pequeña de la familia LeBarón que pidió ayuda tras la masacre tras caminar con un solo zapato, gesto que muchos de los participantes emularon en el recorrido.
También se detuvieron en el antimonumento dedicado a los 65 mineros de Pasta de Conchos; el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa: luego el de los feminicidios y, finalmente, el de las víctimas de la violencia.
En el caso de los 43, Melitón Ortega fue encargado de emitir un mensaje de unidad a las víctimas de la violencia de todo el país, saludar a la marcha y disculparse por no acompañar la marcha debido a las diferentes actividades que hoy tenían programadas como cada dia 26 de cada mes en exigencia de respuestas sobre el destino de los estado antes.
La caravana también hizo un alto frente al Senado de la República donde fueron recibidos por los coordinadores de los grupos parlamentarios de oposición al partido gobernante. Se trataba de dos documentos que, se dijo, nada tenían que ver con lo militar y si con una búsqueda de paz.
En la esquina de Eje Central, la caravana fue insultada por simpatizantes del presidente López Obrador como también lo sería a lo largo de todo el acto en el Zócalo, cuando un contingente de presuntos morenistas pregonaba: “muera Lebaron”, “muera Sicilia”, “es un honor estar con Obrador” y gritos como “no les vamos a dar el litio”.
Ni ahí, como tampoco en la plancha del Zócalo, hubo respuesta de los oradores ni los grupos de víctimas.
Los incidentes fueron verbales y trataron de ensordecer el mensaje que dirigieron LeBarón y Sicilia, especialmente cuando este último leyó una carta pidiendo a López Obrador una política de estado para la paz pero con justicia, recordando que 2019 fue el año más violento.
“Ya es tiempo de poner fin a tanto sufrimiento”, expresó Sicilia consciente de que en Palacio Nacional no estaba el mandatario.
Ahí, una comisión entregó una carta, una propuesta integrada por expertos para una política de paz.
“Ni abrazos ni balazos, una política de Estado para construir La Paz con justicia y verdad”, dijo el poeta.
López Obrador anunció desde el lunes que no recibiría a la caravana para evitar el show y dañar la investidura presidencial.
Sicilia expuso, momentos antes del ingreso de la comisión a Palacio (de la que no formaron parte ni él ni Lebaron) que el Gabinete de Seguridad nada tenía que ver con su posición.
“No tenemos nada que hablar con el gabinete de seguridad, redujeron el asunto nuestro a un asunto de balas, más que a una política de balas, en lugar de una política de Estado. Ningún miembro de la familia LeBarón ni yo vamos a entrar a Palacio”.
En una carta leída por Javier Sicilia, recriminó la actitud del mandatario, es decir, su negativa a hablar con el movimiento.
“Sabemos que no eres responsable, heredaste este horror de administraciones que sólo tuvieron imaginación para la violencia, la impunidad y la corrupción”.
Luego añadió: “pero el hecho de que le hayas dado la espalda a la agenda de verdad, justicia y paz, prioridad de la nación, agenda con la que te comprometiste el 8 de mayo y el 14 de septiembre de 2018; que no atiendas el llamado de los pueblos indígenas de detener los megaproyectos, cuya base es neoliberal y por lo mismo destructora de la tierra y de las vida comunitarias y pueblerinas; de que en las mañanera uses un lenguaje que en lugar de llamar a la unidad polariza a la nación y divide…
“El hecho de que tengas abandonadas, desarticuladas y cuestionadas las instituciones que los ciudadanos creamos para atender a las víctimas; el hecho de reducir la paz a un asunto de seguridad y abandonar la verdad y la justicia, ha mantenido las redes de complicidad del Estado con el crimen organizado y sus costo en dolor y muerte han sido muy altos: cerca de 35 mil asesinatos que se suman a los 61 mil desaparecidos”.
Esas expresiones arreciaron las consignas de los simpatizantes del presidente que momentos antes se impuso frente a la caravana.
Ahí, en el Zócalo, tras el mensaje de Javier Sicilia y Julián LeBarón este último leyó también un poema mientras una comisión ingresó a Palacio, para entregar un sobre cerrado con la indicación de que se entregará al mandatario.
Cerca de las 14:00 horas, la comisión regresó e informó que habían hecho entrega del sobre y prácticamente todos se retiraron en los autobuses que transitaron desde Cuernavaca, en medio de las consignas obradoristas que se mantuvieron aún después del retiro de los contingentes de víctimas.