Por Lilia Cisneros Luján
Estamos llegando al punto desde donde te comunicaste en el 2004, procesamos los datos que enviaste de la década anterior a esa fecha desde lo que en pasados viajes se llamó Anahuac; analizamos las prospectivas, nos congratulamos de tu decisión de formar familia en esta parte del planeta plena de variedades zoológicas y vegetales. Asumimos que tienes una edad terrícola de 55 años y tus hijos cursan lo que aquí se denomina adolescencia. Dado que llegamos por el hemisferio sur, prácticamente en el polo antártico, ocupamos un par de semanas terrestres para asomarnos a lo que pasa en estos países y nos sorprendió que por lo que se refiere a la tierra de oro, se asegure que “La provincia de Buenos Aires registró un fuerte aumento de la inseguridad: subieron un 63% los robos; un 55,4% las estafas; un 50% los secuestros; y los homicidios en ocasión de robo se dispararon un 25%” ¿Qué les pasó? Esta tendencia parece replicarse en territorios lejanos como Europa, Asia o África ¿no se supone que estaban en tránsito de acabar con las guerras y conquistar de plano la paz?
Nuestros planes de migrar a la tierra para apoyar el progreso de los humanos, se han quedado en suspenso desde que dejaste de actualizarnos y la información a la cual podemos acceder utilizando su propia tecnología, es inestable, contradictoria y, sobre todo dramática. No sabemos porque desapareciste desde que el nuevo emperador llegó a la silla de poder, recibimos tus opiniones en el sentido de caracterizarse por ser un humano poco sensible, muy apegado a los recursos materiales, con una cortesía dudosa que raya en lo majadero y ciertas inclinaciones como las que hicieron fracasar proyectos en la cúspide romana, los nazis y los de clanes de raza muy blanca en el llamado nuevo continente.
Nos sorprende sobremanera lo que despectivamente entienden por “migración” Esperamos que tu silencio no se relacione con la inclinación de los egoístas para tratar de acabar con un fenómeno arraigado en los genes mismos de la raza humana ¿Qué sería de este planeta si algunos de nuestros ancestros no hubiesen llegado a Egipto? No podemos imaginar el desarrollo humano, sin que pobladores del sur de lo que hoy conocen como África hubieran migrado a Europa y de otras latitudes cruzaran los mares y las tierras antiguas para enriquecer lo que hoy llaman América. Ya nos habían anticipado de la pobreza y criminalidad sobre todo en las regiones caribeñas y en particular Centroamérica ¿Qué les ha faltado para convertirse en una patria potente?[1]
Solo con la influencia de algún hechicero es que les puede estar ocurriendo lo que observamos: finalmente el emperador de las tierras de occidente, quien aspira a serlo de todo el planeta, logró que llegara al Valle de Anahuac, un reyezuelo obcecado, con bajo nivel de conocimientos acerca de la energía, los planos superpuestos y en general el universo y que asegura como orgullo el ser de colmillos grandes. No sabemos aun si anhela poder chupar sangre con mucha facilidad o si se trata simplemente de una de las frases de su limitado origen donde lo inexplicable resulta en interpretaciones poco convencionales.
Este reyezuelo, se hace acompañar de una cauda de personajes con un promedio de coeficiente intelectual menor a 80, resentidos, con inclinaciones vengativas y salvo verdaderas excepciones se han propuesto derruir, todo lo que en siglos construyeron en materia de organización y derecho. Es impresionante la habilidad con que usan la mentira para someter a sus gobernados a los que casi hipnotizan con el calificativo de sabios, a fin de que no metan las manos para defenderse de “leyes” confiscatorias como la denominada extinción de dominio. Con aberraciones como este mazacote de pseudo normas pretenden dar legalidad a acciones de apoderamiento de lo que no les pertenece, sin presentar la menor culpa por usar perversidades criminales como presionar a sus enemigos mediante amenazas contra sus madres, esposas e hijos, tal cual en las tierras del oeste se enceraba, hace varios siglos –poco años luz- a las herederas del reino en torres inexpugnables. Los atropellos de este tipo incluyen la posibilidad de cerrar –le dicen clausurar- cualquier obra en su casa –departamento, negocio, edificio, etc.- por considerarlo infractor: Esta calidad de “no delincuente sino infractor”, se le colgará en el cuello a los que pinten, reparen, cambien ventanas, puertas o lo que sea, si se trata de inmuebles que les interesan a los cortesanos del reyezuelo en turno.
El poder del emperador de pelos amarillos es tal, que ha logrado unificar a cuatro de estos subordinados, para que con unos pocos centavos adormezcan la conciencia de los habitantes de sus patrias y así evitar que migren, pues la intención es acabar con todo lo que esté mezclado por genes diversos.
Mal destino para los terrícolas, la extinción parece inminente, no solo del dominio de los propietarios, sino de la propia raza, sometida hoy por hoy, a genes maléficos que les ocasiones muertes dolorosas y agobiantes por cáncer, diabetes, Ébola, chiconguya y una serie de enfermedades raras, inventadas solo para producir ganancias de los productores de medicamentos que no los curan pero que les hacen fáciles sujetos de dominio, con productividad limitada solo a lo que los emperadores, reyes y cortesanos determinan.
Me ha llegado la versión de que tu y tu familia fue levantados sin que se sepa si acabaron con tu existencia, si fuera el caso, pospondremos el regreso a este planeta. Tal vez sea prudente esperar hasta la completa extinción de los que algunos humanos han hecho de lo que fue nuestro proyecto de una humanidad armoniosa, depositaria de los valores universales y dispuestos a vivir en paz con todos sus semejantes sin mirar diferencias naturales de cada uno de sus integrantes
[1] Américo, de origen germano ostrogodo y francofomo: Haimerich