La toma del edificio de Rectoría de la UACh por estudiantes que exigían educación gratuita y mejoras en la infraestructura de las diversas facultades, llegó a un punto decisivo en la madrugada luego de encontrarse rodeados por un cerco de agentes de seguridad estatal y una veintena de patrullas.
Tras horas de miedo y negociación con las autoridades, se les permitió a los manifestantes dejar el recinto universitario sin confrontaciones físicas. Pese a que prometieron no abrir carpetas de investigación contra los manifestantes, la UACh ya realizó denuncias formales ante la Fiscalía.
Texto de Óscar Rosales
Fotografías de Raúl F. Pérez y Óscar Rosales
CHIHUAHUA.- El Día del Maestro de este año dio un giro inesperado para la llamada máxima casa de estudios del estado. La toma de 15 horas del edificio de Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) por un grupo de estudiantes que buscaron ser atendidos por el rector Luis Rivera Campos, exigiendo gratuidad universitaria y mejora en las instalaciones de todos los campus, culminó con un gran despliegue policiaco durante la madrugada.
Todo comenzó con una marcha en la que participaron estudiantes, profesores y activistas sociales. El grupo de alrededor de 200 personas partió de la glorieta de Francisco Villa y se encaminó pacíficamente hasta llegar a Rectoría, ubicado en el Centro Histórico de la capital.
Varios de los estudiantes que integraban la marcha, habían interpuesto en enero un amparo contra la UACh, en el que exigían se anulara su pago por la cuota de inscripción, argumentando que la universidad pública debía ser gratuita.
De acuerdo con Luis David Arrieta, alumno de Administración de Empresas y uno de los organizadores de la movilización que se autodenominó en redes sociales como “Insurgentes UACh“, mil 600 estudiantes interpusieron un amparo y de esa cifra, solo dos decidieron abandonar el proceso legal.
“Para mí esto inicia el semestre pasado que estudié en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), es una de las mejores universidades de América Latina y cuesta veinte centavos cursar toda tu carrera. Nuestra universidad ha ido decayendo poco a poco en los últimos años y el precio muchas personas no pueden pagarlo (…) muchos son foráneos que tienen que mantenerse aquí”, explicó Arrieta.
Arrieta ha sido señalado de militar con el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), sin embargo, este enfatizó en que la causa por la que se manifestaron los estudiantes no debe politizarse (en términos de partidos políticos).
“Que yo tenga una afinidad partidista se distancia bastante sobre este tema (…) esto es un tema meramente universitario, esto trasciende un tema partidista y un tema político, ¿por qué? Porque los derechos se tienen que exigir (…) aquí hay personas que pertenecen al PAN, al PRI, a MORENA, y eso no importa porque todos somos compañeros de lucha”, explicó el líder estudiantil.
Durante el recorrido, las personas manifestantes hicieron alusión a un viaje que realizó el rector para ver un partido de la NFL en Phoenix, Arizona. De acuerdo con datos de la Auditoría Superior del Estado (ASE), el viaje realizado en octubre del 2022, implicó el gasto de 197 mil 579 pesos para 49 personas, entre ellos estudiantes. También señalaron el posible conflicto de interés que tiene el rector con la gobernadora María Eugenia Campos Galván, ya que ambos son primos.
Al llegar al exterior del recinto universitario, leyeron su lista de demandas (pliego petitorio) y dieron un tiempo máximo de 15 minutos para que las puertas del edificio fueran abiertas. De acuerdo con el testimonio colectivo, era la cuarta ocasión que acudían en la búsqueda de que Rivera Campos atendiera sus demandas.
Luego de pasar el tiempo límite, el grupo estudiantil golpeó las puertas del inmueble con un ariete (un tronco amarrado con una cadena) hasta derribarlas. En respuesta, los guardias al interior del edificio rociaron con gas de extintor a los manifestantes y prensa que cubrían en el momento.
Sin embargo continuaron utilizando el ariete, el cual tenía inscrita la palabra “Diálogo” (por lo que apodaron así al instrumento) y finalmente tumbaron la puerta. Fueron aproximadamente unas 100 personas quienes decidieron ingresar al edificio.
Ya dentro, integrantes del grupo manifestante barrieron los vidrios rotos que se esparcieron en el suelo del corredor de la entrada, se atrincheraron en el Paraninfo Universitario y en la Sala de Juntas del segundo piso. Señalaron que no dejarían el inmueble hasta ser atenidos por el rector Rivera.
Luego pidieron a los guardias de Rectoría a salir del recinto pero estos decidieron quedarse dentro. De acuerdo con dos guardias entrevistados, la instrucción que les hicieron llegar fue “que se quedaran ahí”.
El rector pidió a los estudiantes realizar una reunión en el campus dos de la UACh, al norte de la ciudad, pero, el grupo negó la oferta y exigió que Rivera llegara personalmente al edificio en el Centro Histórico de la ciudad.
Durante la toma de Rectoría, un elemento antimotines intentó negociar sin mucho éxito la salida del grupo.
No fue hasta unos minutos antes de las siete de la tarde, que Rivera Campos llegó a la puerta de Rectoría y conversó con los líderes de “Insurgentes UACh” sin llegar a un acuerdo para que desalojaran el edificio.
“No tenía una solución para nosotros respecto a nuestro pliego petitorio, se le entregó y se le pidió una respuesta por escrito y es cuando nosotros aceptaremos”, declaró Mario Moreno, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, así como uno de los voceros de “Insurgentes UACh“, en entrevista con Raíchali.
De acuerdo con Moreno, el rector proponía mandar una comisión especial de una persona para viajar a Ciudad de México y hablar con “las personas necesarias”.
“Hay temas que la universidad no puede resolver, que no están en manos de la universidad no venimos a decirles que sí a todo no más por sí, y les ofrecimos la vía y la opción para ver este detalle hay algunas que necesitamos la lista y algunas cosas que no se pueden hacer, algunas cosas que dependen del Consejo Universitario que es la máxima opción que es la autoridad”, declaro Rivera Campos en entrevista ante medios.
En su pliego petitorio, el movimiento estudiantil enlista seis exigencias generales:
- La condonación completa de las deudas pendientes de los estudiantes que promovieron amparo contra la universidad, ya que se les ha amenazado con perder el semestre por tal motivo. En ese mismo sentido, exigen que a partir del semestre de agosto – diciembre 2024, se eliminé el cobro de inscripción.
- Restablecer el mínimo aprobatorio de 7 a 6.
- Mejora de las instalaciones de todas las facultades y en todos los campus (incluidos los que se ubican en Ciudad Juárez Parral, Delicias, Camargo). En este punto, enfatizan en la atención sobre la Facultad de Odontología y Artes.
- Subsidio total de los gastos de los estudiantes que hacen sus prácticas en campo.
- Apoyos económicos directos para alumnos deportistas y artistas.
- Implementación de medidas afirmativas para la admisión y permanencia de personas de comunidades indígenas.
Alumnos y madre de familia son detenidos arbitrariamente; son liberados
El grupo estudiantil señaló que durante la protesta cuatro estudiantes de la Facultad de Contaduría y Administración, y una madre de familia, fueron detenidos de manera arbitraria por las autoridades, sin ninguna justificación sólida.
De acuerdo con su declaración, los alumnos iban a comprar alimentos a una tienda Oxxo y en el trayecto fueron abordados por elementos de la Policía Estatal. Fueron identificados como identificados como Jorge Daniel S. C., Eddie Alan L. O., Raúl P. R., y Christian Yahir R. V.
Por otro lado, la madre de familia, identificada como Domitila Guadalupe M. C, llevaba a su hija a la manifestación, para después ser abordada por los policías.
Por estas detenciones, 22 alumnos firmaron una queja que se mandó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con el folio 2024/56204.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, las personas ya fueron liberadas. Sin embargo, estas personas fueron utilizadas como moneda de cambio durante un operativo que se realizó a altas horas de la madrugada, acusaron tras el desalojo.
Operativo en la oscuridad
A partir de media noche de este jueves, una veintena de patrullas y alrededor de 60 elementos de seguridad con cinco perros del grupo canino K9, cercaron el edificio de Rectoría, en un despliegue similar al que se realizó al final de la marcha del 8M. Dentro del recinto universitario se encontraban aproximadamente unos veinte estudiantes.
Entre el personal del cerco, había agentes de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal (SSPE), de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Ante la movilización, familiares de estudiantes también llegaron al lugar preocupados por lo que pudiera sucederles.
Uno de los principales argumentos que justificó el despliegue del operativo (además de recuperar la Rectoría) fue que mantenían a los guardias de seguridad de la UACh secuestrados, al poner candados y cadenas en las puertas. No obstante, el grupo estudiantil asegura que no fue así, ya que los guardias decidieron quedarse dentro del inmueble por su propia voluntad.
“Insurgentes UACh” también señaló que los cuatro alumnos de contaduría y la madre de familia que habían sido detenidos horas antes, fueron utilizados para negociar el abandono del edificio. Según su versión, Fiscalía prometió la liberación de los cinco detenidos si ellos salían de Rectoría.
Alrededor de las tres de la mañana, la mitad de los estudiantes salió caminando de Rectoría. Pocos minutos después, un grupo más pequeño les siguió. Dentro, quedaron cinco personas.
Finalmente, aproximadamente a las cuatro de la mañana, los cinco estudiantes salieron del edificio con las manos en alto y se encontraron con sus familiares y amigos.
“La universidad y en general, el Gobierno del Estado, no trató de llegar a un acuerdo, simplemente pusieron sus condiciones y solo querían que accediéramos”, declaró Luis David Arrieta, quien dijo que una de las personas con las que se negoció su desalojo fue Santiago Peña, Secretario General del gobierno de Maru Campos.
Las familias de los estudiantes declararon que las autoridades les prometieron no abrir carpetas de investigación por la situación, sin embargo, Santiago de la Peña declaró ante los medios que la UACh ya realizó denuncias formales y que la Fiscalía dará seguimiento punta a la situación. Añadió que se identificaron “personajes infiltrados” de partidos políticos en la manifestación y toma de Rectoría.
Colectiva feminista universitaria concuerda con exigencias, pero cuestiona acompañamiento
En un post de Instagram, Universitarias en Resistencia expresó concordar con los ideales de la universidad gratuita y mejor calidad educativa, pero no acompañarles.
Al menos desde hace tres años, esta colectiva se dedica a acompañar a victimas de acoso y abuso sexual de la UACh, así como de señalar públicamente a los profesores y alumnos que son denunciados por realizar estos crímenes.
En ese sentido, la colectiva cuestionó la presencia de ciertos hombres como lideres del movimiento y el acompañamiento de integrantes de Eskuela Radical, un grupo de diálogo y análisis político. Algunos de sus integrantes son reconocidos por haber sido parte del movimiento Wikipolítica Chihuahua, una red de incidencia política y participación ciudadana.
“Como colectiva feminista, nuestro compromiso es inquebrantable en la lucha contra todas las formas de opresión y violencia, especialmente dirigidas hacia las mujeres. No podemos, bajo ninguna circunstancia, apoyar a una organización que tolere, encubra o justifique la presencia de hombres abusadores en sus filas”, se lee en el post.
Luis David Arrieta, una de las personas señaladas en la publicación, aseguró que existen muchas personas con su nombre y que las fotografías con pintas de denuncias, se refieren a otra persona y no a él.
Por su parte, los integrantes de Eskuela Radical no se han posicionado al respecto.