Mujeres toman Chihuahua para exigir fin a la violencia de género

Por Laura Carrasco (texto y fotos)/ Raíchali

El martes 8 de marzo, las calles de la ciudad de Chihuahua fueron testigos de una marcha conformada por cientos de mujeres diversas que de forma organizada y pacífica conmemoraron el Día Internacional de las Mujeres y se manifestaron en contra de los diversos tipos de violencia que se ejercen en su contra.

Violencia sexual desde la infancia, feminicidios y transfemicidios, desigualdad, desapariciones, acoso en las aulas, encubrimiento de agresores en escuelas públicas y en cargos de poder, así como la falta de acceso a derechos sexuales y reproductivos; fueron algunas de las principales problemáticas denunciadas por el cúmulo de mujeres.

Al iniciar la jornada, un primer contingente se dio cita en el llamado monumento a la familia; donde realizaron un acto en solidaridad con las víctimas de abuso sexual infantil. Bajo la consigna de que la violencia sexual no debe ser un secreto de familia, personas a título individual expresaron que, de acuerdo con la OCDE, en México cada año más de cinco millones de niñas, niños y adolescentes son víctimas de violencia sexual, siendo el 90% casos que son perpetrados por algún familiar y al interior de sus hogares.

“En este monumento, en los poderes y familias que representa, no hay lugar para quienes hemos enfrentado el horror de la violencia sexual en la infancia y en nuestros hogares. No está nuestra fortaleza ni nuestra valentía, no están las voces de las niñas, niños y adolescentes que se atrevieron a romper el silencio, ni están representadas las mujeres que con nosotras hoy se manifiestan”.

Antes de unirse al punto de concentración, este grupo protestó brevemente frente a las oficinas de Vida y Familia A.C., organización a la cual acusaron de obstaculizar los derechos reproductivos de las mujeres chihuahuenses bajo la consigna “aborto sí, aborto no, eso lo decido yo” y “niñas, no madres”.

Posteriormente, se unieron al punto principal de concentración, en la glorieta de Francisco Villa, en avenida División del Norte y Universidad, donde cientos y cientos de personas (mayoritariamente mujeres) avanzaron por la avenida Universidad hasta llegar a Palacio de Gobierno.

Durante el trayecto realizaron pintas simbólicas con los nombres de agresores y acosadores, utilizando las paredes como lienzos para las denuncias que, señalan, muchas ocasiones no escuchadas en otros espacios; siendo protegidas por una multitud que gritaba la arenga “fuimos todas”.

Quizás el punto más álgido de la marcha fue la ruptura de unas ventanas de Palacio de Gobierno en protesta por la violencia de género que existe en el estado y para visibilizar las demandas de la marcha. Varias manifestantes señalaron que los edificios se arreglan y las paredes se limpian, pero las vidas de las más de 10 mujeres asesinadas diariamente en México nunca regresan.

Concluyendo el recorrido se realizó un mitin en la Plaza del Ángel, donde familiares de víctimas de feminicidio, colectivas feministas y asistentes a la marcha, tomaron la palabra para dirigirse a la multitud.

En ese momento de la jornada resaltó la diversidad de las mujeres y su unidad como colectivo: niñas, mujeres jóvenes, adolescentes que asistían por primera vez a la marcha, hermanas de víctimas, mujeres trans, artistas, estudiantes y maestras, entre otras.

Hubo testimonios desgarradores de familiares de víctimas. Una mujer familiar de Alma Rosa T., la conductora uber asesinada en 2017, levantó la voz para exigir justicia y para evitar que se repitan esos patrones. Otra, menor de edad, con una voz quebrada denunció que su hermana fue violentada sexualmente por 3 jóvenes, sin que hayan sido detenidos.

También hubo un momento de memoria colectivo para Mary Corpus, madre de la niña Alondra Nolasco, desaparecida desde el 2017. “Muchas podrán pensar que como su mamá ya no está, dejaremos de pedir justicia por ella. Pero aunque su mamá ya no pueda verlo seguiremos luchando por ella”, expresaron.

Dentro de sus demandas, al momento de tomar la palabra, colectivas como Aquelarre Violeta solicitaron al gobierno federal dejar de proteger y poner a agresores en cargos de poder, a los medios de comunicación a evitar revictimizar y juzgar a las mujeres; al Congreso del Estado a dejar de legislar de acuerdo a sus creencias y empezar a hacerlo respetando los derechos sexuales y reproductivos.

Pidieron también a la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, no olvidar que las luchas de miles de mujeres posibilitaron su acceso a su puesto de poder, por lo cual debe actuar en consecuencia. En cuanto al gobierno municipal, encabezado por Marco Bonilla, le señalaron no necesitar su permiso para rayar las paredes y solicitaron asegurarse de que fueran invitadas a espacios de diálogo antes de anunciarlo a los medios, esto en referencia a recientes declaraciones del mandatario donde aseguraba estar en diálogo con las colectivas.

“Estamos de regreso con más fuerza que nunca, y somos un montón” señalaron.

Por parte de esta y otras colectivas como Universitarias en Resistencia también hubo fuertes señalamientos al rector de la UACH, Jesús Villalobos Jión, ya que señalaron además de que la institución sigue encubriendo a acusados de violencia sexual (como al docente Iván Quintana) también ha colocado en puestos de poder a agresores, teniendo las denuncias detenidas en la Secretaría Técnica.

Colectivos de mujeres artistas también señalaron la inequidad en los espacios artísticos en Chihuahua y la protección de personas acusadas de violencia sexual, como Víctor L. Ruiz, director de Tlatoani Teatro.

Ambas denuncias fueron acompañadas por expresiones artísticas: la quema de una figura y la destrucción de una piñata.

Colectivas de mujeres trans visibilizaron la violencia contra sus compañeras, denunciando que a ellas también las asesinan y violentan por ser mujeres. “Hoy somos consideradas borradoras de mujeres, pero a las mujeres trans también nos matan y nos violentan en la sociedad heteronormada cuando abortamos las leyes patriarcales. Hermana feminista, no genitalices mi vida ni mi lucha”, puntualizaron.

Asimismo, Asamblea Feminista alertó por la desaparición del programa de escuelas de tiempo completo, proyecto que posicionaba la crianza y el cuidado de la niñez de forma colectiva, y alertó por la expansión de fuerzas conservadoras en el estado que están luchando por retroceder avances en materia de derechos sexuales y reproductivos.

La colectiva Marea Verde también hizo hincapié en esta denuncia, señalando que el mes de marzo lanzarían una iniciativa para la despenalización del aborto voluntario en Chihuahua, puntualizando que negar este derecho es ir en contravía de la autonomía y derechos humanos de las mujeres

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