Por Isabel Jazmín
Cuando en 2003 Xavier Velasco ganó el Premio Alfaguara con su novela Diablo guardián, inició una historia de amor que ha llegado hasta el presente: la de este autor con sus lectores. De todas las edades, recién llegados o desde aquella fecha, todos coinciden en el cariño por sus narraciones. Y no es para menos, tanto sus personajes como las situaciones que viven son memorables, conmovedores y, lo más importante, verosímiles. Estos seres han llevado a los lectores a la Ciudad de México y sus recovecos, han compartido sus más oscuros secretos y sus acciones más reprochables, y lo que han tenido en común es haber salido de la mente del mismo individuo.
Por eso, cuando se anunció la publicación de Hombre al agua, las dudas aparecieron. Y es que esta historia en primera instancia tiene una fuerte base en la realidad, aquello que puede ser verificable en distintas fuentes de información, sin haber nacido como un ente único. Sin embargo, en la presentación que tuvo lugar en la FIL Guadalajara, todas esas dudas se disiparon.
Como es su costumbre, Xavier Velasco no sigue el protocolo usual para las presentaciones de libros: está de pie en el escenario moviéndose de un lado a otro, haciendo contacto visual con los asistentes, esperando sus reacciones y sin un texto en papel que lo haga sentir acartonado. Al igual que sus personajes, se presenta sin ese halo de solemnidad que envuelve al resto de sus colegas, simplemente narra a sus lectores cómo fue su proceso de escritura.
En este caso, fue diferente a sus otros textos, ya que se entrevistó en varias ocasiones con la persona que inspiró esta narración. Sin embargo, el proceso de transformar esas charlas en un texto fue, por decir lo menos, caótico. El propio autor tuvo un periodo de dudas a lo largo del proceso, luego, la relación con el entrevistado atravesó diversas facetas que fueron desde la admiración hasta la desconfianza.
Como consecuencia, el texto se transformó para convertirse en lo que hoy tenemos en nuestras manos: una historia recreada y reformulada, protagonizada por un individuo complejo cuya aventura lo llevó a la fama y luego a habitar las páginas de este libro.
Ojalá esta historia de amor entre lectores y autor continúe por muchos años y muchos libros más.