Por Fernando Mendoza
Apareció sin rubor ni discreción. Como el sol matinal que convierte de improviso la madrugada en cálida mañana, como el sol vespertino que acelera la noche para fugarse y fundirse en un solo cuerpo con la luna amada. Así, sin explicaciones y sin dar razón de su existencia, se asomó en mi vida.
En pocas horas entraría a quirófano a una cirugía sencilla, pero de la que debería guardar reposo por dos o tres semanas. Quería caminar, porque la intervención me impediría hacerlo por un tiempo más largo que el reposo. Pero la caminata no fue suficiente. Acudí a donde acude mi corazón cuando no encuentra serenidad. Tampoco. Escuché música de trova cubana. No fue suficiente.
Entonces hice caso al consejo: cuando no te encuentres, busca encontrarte en lo que más amas. Ya había tomado tres tazas de café, la noche anterior había tenido una excelente charla entre amigos, había platicado con la familia y acababa de jugar con el Ethan… me fui a la Librería Infinito.
No traía nada en mente. Era simplemente apaciguar mi sentir y hacer que las revoluciones internas volvieran a su cauce ordinario. Saludé a Lili y a Willy. Había más clientes, por lo que -contrario a mi costumbre- me quedé callado y me sometí a la exhibición en cada mesa y en cada librero.
En la mesa principal apareció de improviso. Como el sol matinal que… ah, ya lo dije, perdón. Allí estaba con su portada obscura, con la boca recortada, con la palabra help entre los labios como queriendo salir de un grito que no se apaga. Lo que esconde tu nombre. Escrito por la española Clara Sánchez.
No es la primera vez que me pasa. No soy yo quien escoge el libro, es el libro quien con premeditación, alevosía y ventaja lo elije a uno. Me gritó. No pude hacerme el sordo. Salió bajo mi brazo derecho, convencido de que durante mi convalecencia sería el tiempo ideal para que el texto y yo pudiéramos conversar acerca de su propio contenido.
Lo que esconde tu nombre es una novela de intriga. Está escrita bajo la voz de dos personajes principales. Un viejo de casi noventa años, sobreviviente del campo de concentración de Mauthausen, viudo, con una hija que espera que su padre pase sus últimos días de una forma tranquila. Una joven de 30 años, que no sabe qué hacer con su vida, embarazada de un chico de quien no está convencida para llevar una vida a su lado, y un futuro incierto por su propia desesperanza.
El viejo se llama Julián y ha dedicado más de la mitad de su vida descubriendo nazis disfrazados con otra vida y otra piel en el mundo entero. Corre en su venas un rencor que no da espacio ni para el perdón ni para el olvido. Vive en Argentina. Pero se desvive para descubrir nazis, como una venganza por todos los dolores que le hicieron pasar en el campo de concentración.
La joven se llama Sandra y ha dedicado más de la mitad de su edad tratando de descubrir que será de su vida. Para poner espacio de por medio entre ella y su familia, decide pedir prestada una pequeña casa de la hermana en la costa mediterránea de España, intentando poner orden y control en su vida. Su familia no sabe que está embarazada.
En un encuentro casual, Sandra conoce a una pareja de noruegos, Karin y Fredrik Christensen, con quienes se va relacionando en una amistad cercana que le permite entrar a su casa en un exclusivo fraccionamiento a las afueras del pueblo costero.
Curiosamente, Julián llega al mismo pueblo, guiado por una carta de un viejo compañero del campo de concentración, que acaba de fallecer. En sus investigaciones, Julián descubre que allí en ese pueblo costero se esconde sin falsos nombres un grupo de nazis, entre los que se hallan Karin y Fredrik.
Así, el viejo y sus rencores se encuentra con Sandra y sus vicisitudes para explicarle que Karin y Fred son una perversos criminales que intentan expiar sus culpas en ese pueblo costero del Mediterráneo de una España que sobrevivió a un pasado complejo.
Lo que esconde tu nombre es una novela de intriga, que busca acomodar el pasado de un viejo rencoroso, el presente de una joven sin pasado ni futuro y el tiempo de un grupo de criminales nazis que busca a toda costa redimir la culpa que ellos mismos apenas dibujan pero no alcanzan a perdonar.
Clara Sánchez nos deja una novela intrigante. De pronto cansina, sin mucha galantería, corta en sus recorridos de historias secundarias y con un final chato, pero que nos obliga a reflexionar sobre las culpas pasadas que debemos redimir en el presente para un futuro promisorio.
Yo seguiré visitando el jardín de las historias inesperadas que es para mí la Librería Infinito, que nunca deja de sorprenderme con las historias que me encuentro en ese recinto.
Nos leemos la próxima. ¡Hay vida!
