García-Chávez: ¿De qué se ríe, señora gobernadora?

De qué se ríe Maru Campos, en Guadalupe y Calvo. ¿Encontró algo cómico, festivo, alegre en esa región que ha sido una de las capitales del narcotráfico…?

Por Jaime García Chávez

Aquí en la calle
suceden cosas
que ni siquiera
pueden decirse

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe *

 

No es mi afán recordar el poema de Mario Benedetti, pero la pregunta es válida y tiene rigor: de qué se ríe, en Guadalupe y Calvo. ¿Encontró algo cómico, festivo, alegre en esa región que ha sido una de las capitales del narcotráfico y que usted, efímeramente, convirtió en capital de una reunión de “alto nivel” que no asusta a la delincuencia organizada y sí a los pobladores que hoy padecen una violencia exacerbada y viven en la zozobra permanente?

No es lo mismo irse a reunir tres horas protegida por los gruesos muros de la antigua Casa de Moneda de esa comunidad, que estar ahí en una cotidianidad, vulnerable, que, si la vemos retrospectivamente, ha sido la misma desde hace décadas.

¿Acaso le causó risa algún chascarrillo del general Eufemio Ibarra Flores?, ¿o fueron sus asesores de imagen los que le recomendaron mostrarse alegre durante la reunión? Parecerán futilerías estos cuestionamientos, pero tienen más fondo del que se pueda imaginar a simple vista.

Creo que sobra hacer una historia de la región de Guadalupe y Calvo y su conexión con las organizaciones criminales de Sinaloa; eso es algo que es del conocimiento de todos.

En cambio tiene pertinencia recordar una conjunción que se da en la vida política local: el gobierno del estado está en manos del PAN, y a estas alturas del periodo del mandato está más que claro que hay un fracaso rotundo y palpable en materia de seguridad, que no está focalizado en Guadalupe y Calvo, sino que se extiende prácticamente por toda la entidad.

Aunado a esto, el gobierno municipal que encabeza Ana Laura González Ábrego es de MORENA, y no sobra decir que es una de las zonas en las que Ariadna Montiel, actual secretaria del Bienestar en el gabinete de Claudia Sheinbaum, se hizo presente en la mesa que se montó, a través de la expriista y delegada de ese programa, Mayra Guadalupe Chávez Jiménez, aunque en estricto rigor los temas no son de su competencia.

En esa mesa estuvieron otros funcionarios francamente menores y resulta inverosímil que por su amplitud y seguridad se haya tratado algo concreto y de lo cual los delincuentes no se deban enterar. En realidad, todo mundo fue a tomarse la foto.

A través de los medios sabemos que el acoso del crimen organizado sobre el municipio llegó al extremo de que la alcaldesa tuviera que ponerse a resguardo e incomunicarse. Si esto es cierto o no, de todas formas días atrás fue llamada a las oficinas del gobierno estatal donde recibió un “regaño” por dicha actitud, lo que puso en juego las rivalidades políticas que pueden derivar en determinar quién es quién en el complejo problema de la seguridad, que se agudiza en zonas serranas y rurales.

Para dirimir el problema, lejos de entrar a lo que realmente importa, se le concedió a Guadalupe y Calvo por unas cuantas horas, convertirse en capital política y ser visitada –porque no pasa de eso– por altos jefes policiacos y militares, a los que se sumó el fiscal general del estado, causando el asombro de los habitantes, algunos de los cuales, entrevistados por la prensa, expresaron su desconfianza con las autoridades reunidas, y acusaron que incluso algunas tienen vínculos con la delincuencia que azota esa comunidad y otras aledañas, como es del conocimiento público. Otros a su vez señalaron que la presencia de la Guardia Nacional ha sido ineficaz.

La nula efectividad en el combate al crimen, aparte de la incredulidad ciudadana, se quedó en la población, luego de que se marcharon los “altos mandos”. Y esto lo demuestran los puntos que se pactaron para atender la inseguridad: que habrá más comunicación con la alcaldesa (¡válgame!); que enviarán a 30 elementos de la Guardia Nacional; que habrá un nuevo centro de mando y que además habrá vigilancia de la policía en municipios en los que el fuego habla claro de la inexistencia de una política de seguridad. ¿Y la Torre Centinela?, ¿y el famoso PECUU?

Pero veamos los contrastes: se trasladan a Guadalupe y Calvo a una reunión cosmética y de corte político –aunque esto lo niegue la gobernadora– para aparentar trabajo. El abogado César Jáuregui, fiscal general, llegó bien informado a la reunión, según sus propias declaraciones: “Sabemos cuál es la situación, qué es lo que está en disputa y qué grupos están involucrados. Nuestra meta es clara: acabar con el problema de fondo”. ¿Y luego?

En tiempos en los que la tecnología, los decantados manuales de inteligencia militar y policiaca, a lo que se suma el irreversible uso de la inteligencia artificial, resulta absurdo que la plana mayor del gobierno local, la milicia, la Guardia Nacional y la Fiscalía de la república se hayan dado cita en un pueblo siempre olvidado, para aparentar que se combate un problema mayúsculo con una simulación que los primeros que descreen de la misma son los delincuentes.

Ellos ahí se quedan y, como en la famosa Guerra de la Pulga, atacan en el lugar menos pensado, aparte de haberse retirado previamente para que la Casa de Moneda estuviera confortable momentáneamente, para una reunión en la que la gobernadora se mantuvo sonriente, y ofreciendo, eslogan por delante, “cuenten conmigo”.

***

Jaime García Chávez. Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.

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* Fragmento del poema Seré curioso, Sr. Ministro, de qué se ríe, de Mario Benedetti.

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