Indigna lista pública de niñas-madre de entre 10 y 12 años de edad. La tradición violenta la niñez

Por Wendy Rayón Garay | CIMAC

De acuerdo con los registros de la Secretaría de la Salud se hizo pública una lista de 30 nacimientos en donde las edades entre las madres y los padres es abismal. La lista se viralizó en redes sociales y medios de comunicación desde la perspectiva de «las madres más jóvenes del 2024», invisibilizaron que se tratan de niñas que sufrieron violencia sexual y quienes probablemente están en un matrimonio forzado

México tiene una deuda pendiente con las niñas y adolescentes de las zonas más empobrecidas del país, pues continúan habiendo niñas y adolescentes que son obligadas a contraer matrimonio con hombres mayores. Como resultado son víctimas de violencia sexual y de embarazos a temprana edad que ponen en riesgo su vida, como se evidencia en las listas de la Secretaría de la Salud.

Entre las edades de las mujeres que rondan en la lista se encuentran de 10 años hasta los 12 años; mientras que las edades de los padres rondan entre los 13 hasta los 65 años. De estos solo 7 hombres son menores de edad y 23 son jóvenes, adultos y personas mayores. Asimismo, la mayor diferencia de edad es de 53 años en el caso de una niña de 12 y un adulto mayor de 65 años en el municipio El Oro, ubicado en el Estado de México.

Por otro lado, los estados en donde más se registraron estos casos fueron: Chiapas (Comitán de Domínguez, Ocosingo, Tuxtla Gutiérrez y Chiapa de Corzo), Guerrero (Acapulco, Chilpancingo de los Bravos y Chilapa de Álvarez) y Puebla (Puebla, Izúcar de Matamoros y Tehuacán). Aunque, en casi todas las entidades de la república se registró al menos un caso, lo que pone en relieve que esta situación acontece de manera generalizada en México.

Una segunda lista se hizo pública; sin embargo, estuvo enfocada en «30 nacimientos con la mayor diferencia de edad entre padres» mostrando a mujeres entre los 16 años y los 49 años; mientras que la edad de los padres ronda entre los 72 años y los 97 años, siendo que la mayor diferencia de edad se registró en 75 años que abarca el caso de una joven de 22 años y el adulto mayor de 97.

De la misma forma, estos nacimientos casos ocurrieron en Guerrero (Arcelia, San Luis Acatlán y Ayutla de los Libres), Estado de México (Otzolotepec y Toluca), Puebla (Acatzingo, Zacapoaxtla y Puebla) y Baja California (Mexicali y Tijuana).

México y la deuda pendiente con las niñas

De acuerdo con el informe sombra ‘Matrimonio forzado, venta y embarazo de niñas y adolescentes’ enviado ante la CEDAW para la comparecencia del Estado mexicano en su X informe periódico, los matrimonios y las uniones infantiles tempranas y forzadas (MUITF) son fenómenos que se relacionan con las desigualdades de género, violencia, pobreza, abandono escolar, embarazo adolescente, marcos legales y políticas inadecuadas que ponen en riesgo a las niñas y adolescentes.

Las abismales diferencias entre las edades de una mujer y su conyugue revelan que muchas se casan con hombres mayores cuando aún son adolescentes de entre 15 a 19 años. Esto toma relevancia al considerar que cuando las infancias comienzan un matrimonio, este repercute en su capacidad de alcanzar o abandonar hitos de transición hacia la vida adulta.

«El matrimonio infantil y las uniones tempranas son prácticas perjudiciales, nocivas que tienen un impacto negativo en el desarrollo integral de las niñas y adolescentes, exponiéndolas a violencia, el abuso sexual, sobrecarga de trabajo de cuidados, así como de explotación en el trabajo doméstico y agrícola», apunta el informe.

Otro de los apuntes que hace el informe es que los matrimonios infantiles en áreas rurales no tienen la misma connotación cultural y social, incluso en contextos de pobreza la situación se agrava. Por ejemplo, el 30.9% de las mujeres en zonas rurales se casaron antes de los 18 y solo el 19% lo hicieron las mujeres en zonas urbanas.

El Censo 2020 del INEGI demuestra que a nivel nacional 27 mil 800 mujeres indígenas de 12 a 17 años estaban casadas o en unión conyugal, representando el 7.5% de la población femenina indígena en ese rango de edad, de las cuales el 1.2% eran niñas entre los 12 y 14 años.

En la Montaña de Guerrero, una de las regiones más pobres y marginadas de México, las niñas indígenas se enfrentan a matrimonios forzados desde los 12 años, transaccionadas mediante trueques bajo usos y costumbres patriarcales. A veces, el intercambio se da económicamente por 250 mil pesos con la complicidad de autoridades locales.

«Las víctimas son sometidas a esclavitud doméstica y violencia, sin acceso a educación ni protección. La pobreza extrema, la omisión estatal y la falta de políticas públicas perpetuán esta violación sistemática de derechos humanos (…) sin que existan mecanismos efectivos para erradicarla», denunció el informe.

Violencia sexual contra niñas y embarazos infantiles

Sin embargo, también se debe poner en relevancia la violencia sexual como una de las problemáticas que se derivan de los matrimonios forzados. Para dimensionar esta violencia, la Red por los Derechos de la Infancia en México, evidenció son las niñas y adolescentes las mayores afectadas por la violencia sexual.

Datos de los Registros de lesiones 2019 a 2022 registraron 9 mil 929 personas de entre 1 y 17 años que fueron atendidos por violencia sexual en el que 92.2% fueron mujeres y 7% hombres. Los estados donde se observan más casos de violencia sexual hacia ellas son el estado de México concentrando el 16.8%, seguido de Veracruz con 10% y de Chihuahuas con 9.2%, según apuntó REDIM.

En consecuencia, la violencia sexual no solo afecta a los derechos de una vida libre de violencia, a la salud física y mental, y al sano desarrollo integral; sino que las víctimas también presentan malestar emocional, embarazo no deseado, trastorno del estado de ánimo, trastorno de la ansiedad, depresión, laceración, contusión, infección de transmisión sexual o trastornos psiquiátricos.

De la violencia sexual deriva los embarazos infantiles, en donde se estima que 2 de cada 100 mujeres en América Latina parieron antes de los 15 años. Si bien, México no encabeza la lista de países con mayores registros, se observa el alza en sus números. Siguiendo los datos del INEGI 2022, existen 60.3 hijas e hijos por millar en dentro del rango de 15 a 19 años y una razón de 1.69 nacimientos por millar para las niñas de edades que van entre los 10 y 14 años.

Esto cobra relevancia si se toma en cuenta que el 90% de los nacimientos adolescentes tienen lugar en el contexto del matrimonio infantil, según la organización Girls Not Brides, por lo que existe una correlación entre embarazo adolescente y matrimonio infantil.

Una de las consecuencias que se derivan es la muerte materna en donde «las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las mujeres de 15 a 19 años en todo el mundo, experimentar un embarazo en la adolescencia duplica el riesgo de muerte materna en menores de 19 años y lo cuadruplica en menores de 15 años”, señala la OMS.

Por lo que, el matrimonio infantil, no solo vulnera los derechos de las niñas y adolescentes, sino que pone en riesgo su vida cuando llegan a embarazarse.

Este material se comparte con la autorización de CIMAC Noticias

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