Todo un caso. El nombre de Gerardo Fernández Noroña es sinónimo de polémica y confrontación, agresividad e insulto. Desde su llegada al escenario político, hace un cuarto de siglo, ha sido un personaje que no sólo ha captado la atención pública, sino que ha generado un sinfín de controversias.
El ave de las tempestades, diría él mismo.
No hay duda de que se trata de un político que ha sabido capitalizar la controversia a su favor. Su estilo provocador y su habilidad para generar debate lo han mantenido en el ojo público, pero también ha suscitado críticas sobre su comportamiento y su enfoque en la política. A medida que avanza su carrera, es probable que continúe siendo un personaje polarizador en la política mexicana, dejando una huella que, para bien o para mal, será objeto de análisis y discusión en los años venideros.
Por lo pronto suma ya más de 20 años de escándalos. Se ha convertido en un personaje insignia de la autollamada Cuarta Transformación. Y paladín de la “izquierda” mexicana.
Ha pasado sucesivamente por el PMS (1988-1989), el PRD (1989-2008), el PT (2009-2012 y 2018-2024) y Morena (desde 2024), lo que da idea de su consistencia política.
Oriundo de la capital del país, licenciado en Sociología por la UAM, ha sido Diputado Federal en tres ocasiones: en 2009-2012, 2012021 y 2021-2024. Actualmente es presidente del Senado de la República… por disposición de Andrés Manuel.
Siendo vocero del extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa fueron frecuentes sus enfrentamientos con elementos del Estado Mayor Presidencial por realizar protestas en actos oficiales a donde acudía, y le fue impedido el acceso al tercer informe de Gobierno en 2009, ya como Diputado. Denunció amenazas de muerte por tales hechos y responsabilizó al Gobierno de Calderón de las mismas.
En 2012 fue expulsado del PRD tras una serie de enfrentamientos con la dirigencia del partido. Su postura radical y sus críticas abiertas con la cúpula del PRD lo llevaron a ser visto como un paria dentro de su propio partido. Este evento marcó el inicio de su camino hacia una política más independiente y confrontativa. Y encontró cobijo en el Partido del Trabajo (PT).
En enero de 2021, por unanimidad de votos, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), confirmó la resolución del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) por la que acreditó la infracción en el procedimiento sancionador ordinario contra el entonces Diputado Federal del PT, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, como es su nombre cabal, por realizar manifestaciones que constituyen violencia política en razón de género contra la Diputada Federal del PAN, Adriana Dávila Fernández (de la que dijo, entre otras linduras, que “es más bocona que la chingada”). Tuvo que ofrecer una disculpa.
En 2023, ya ante una adelantada contienda electoral, expresó su descontento al ser excluido de la lista de “corcholatas” para la candidatura presidencial de la autollamada Cuatroté. Su reacción fue explosiva, acusando al Presidente Andrés Manuel López Obrador de no cumplir los acuerdos. Este episodio no sólo evidenció su ambición política, sino también su tendencia a la confrontación pública.
Los enfrentamientos entre Fernández Noroña y la Senadora panista Lilly Téllez han sido recurrentes y han captado la atención mediática, desde que ella era Diputada Federal, en vísperas y durante la contienda electoral de 2024.
Ella lo llama “changoleón”. Él la ha llamado “Lady chatarra”.
En febrero pasado, durante una sesión en el Senado, Fernández Noroña interrumpió a Téllez mientras intentaba hacer una pregunta, condicionando su intervención a que no introdujera “la agenda política por la puerta trasera”. Este incidente evidenció la tensión entre ambos legisladores y su estilo peleonero… y finalmente divertido.
En su más reciente incidente, a raíz de la famosa “disculpa pública” que ofreció un ciudadano al senador morenista, la aguerrida Senadora panista calificó al presidente del Senado como “tirano enano” y “reyezuelo de narco políticos” y le llevó hasta su asiento una capa, una corona y un cetro… aunque minutos antes el morenista había salido del salón de sesiones.
En octubre de 2024, Fernández Noroña fue protagonista de un altercado en el Senado, al verse involucrado en una discusión acalorada con otros legisladores. Este tipo de incidentes ha sido recurrente en su carrera, donde su estilo directo y a menudo agresivo ha llevado a enfrentamientos tanto verbales como físicos.
Hace un par de meses, en marzo pasado, el controvertido legislador representó a México en un encuentro de 46 presidentes de parlamentos europeos en Estrasburgo. Aunque este evento fue un reconocimiento a su papel en la política internacional, también generó críticas sobre su capacidad para representar a un país con tantos escándalos a su alrededor… y por haber viajado en Clase Business por Air France, con un costo de 133 mil pesos, en plenos tiempos de la austeridad republicana…
Fernández Noroña ha utilizado las redes sociales como una plataforma para expresar sus opiniones y atacar a sus detractores. Sus tuits a menudo provocan reacciones intensas, convirtiéndose en un fenómeno viral. Hay incontables ejemplos de que un tuit suyo en el que insultó a un opositor generó una ola de memes y reacciones tanto de apoyo como de rechazo.
Y es precisamente el tema de la reciente disculpa pública del ciudadano Carlos Velázquez de León a Gerardo Fernández Noroña el último (hasta ahora) de sus escándalos. Tuvo su origen en un encuentro que ambos tuvieron en un salón VIP del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. Protagonizaron ahí un bochornoso altercado en presencia de otros viajeros, que escaló rápidamente.
Posteriormente, el Senador presentó una demanda penal contra su “agresor” (así le llamó), alegando que Velázquez le había sustraído su teléfono celular. Ante la evidencia de una resolución en su contra, el ciudadano propuso una negociación que incluía presentar una disculpa pública al demandante, a lo que éste accedió encantado.
El episodio de la disculpa se transmitió en vivo por el Canal del Congreso y desencadenó una gran controversia y debate sobre el uso del poder y la interacción entre políticos y ciudadanos. La situación atrajo la atención pública y, como consecuencia, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo solicitó a Fernández Noroña una explicación sobre el tema.
En respuesta a las críticas, Fernández Noroña defendió su acción, argumentando que no había ejercido “abuso de poder” y que la disculpa era necesaria para mantener el respeto en el ámbito político. Sin embargo, este incidente ha alimentado aún más el debate sobre su estilo y su forma de interactuar con los ciudadanos. Todo un caso. Válgame.
DE LA LIBRE-TA
ES POQUITO. En 2024, México recibió por las remesas enviadas al país por los nacionales desde Estados Unidos un total de 64 mil 745 millones de dólares representando un nuevo máximo histórico. Esto equivale a un billón 253 mil 366 millones 82 mil 500 pesos. El impuesto de 3.5 por ciento que aprobó la Cámara baja de EU para gravar ahora las remesas, es igual a dos mil 266 millones 75 mil dólares anuales. Algo así como 43 mil 868 millones de pesos mexicanos. Bien poquito.