La comunidad indígena de San Ignacio de Arareko prohibió el acceso de vehículos todoterreno, como “razers” y cuatrimotos, a partir del Jueves Santo, debido a los daños ambientales y riesgos a la seguridad que provocan.
Karla Quintana / Raichali
Chihuahua – Las autoridades indígenas de San Ignacio de Arareko, en el municipio de Bocoyna, informaron la decisión de prohibir la entrada de vehículos tipo “razers” y cuatrimotos a partir del Jueves Santo, 17 de abril de 2025, debido a los constantes daños provocados al territorio comunal y al incumplimiento de acuerdos previos con los operadores turísticos.
El gobierno estatal, a través de la Secretaría de Turismo, reconoció que, al tratarse de un ejido indígena, la comunidad tiene la facultad legal de impedir el acceso dentro de sus límites a quienes consideren necesario, como en este caso con los vehículos todoterreno.
Sin embargo, las autoridades estatales se han mantenido al margen, a pesar de que la ley les obliga a regular el uso de dichos vehículos.
Mediante un comunicado firmado por Cruz Alberto Baca Zavala, encargado de Turismo de Arareko en esta temporada de Semana Santa, y Porfirio Batista Muñoz, comisario de policía, se detalló que la medida responde a las reiteradas quejas de la comunidad y el ejido.
La principal inconformidad radica en que, pese a los compromisos asumidos con algunos guías, los recorridos no respetan los límites de velocidad ni las rutas asignadas, además de realizarse a altas horas de la noche y en lugares no autorizados.
“Se están realizando recorridos a altas horas de la noche, así mismo por lugares no asignados para dicho trabajo, haciendo destrozos en las tierras, arroyos y demás”, señala el escrito, del cual tiene copia Raíchali. Aclararon que en más de una ocasión se solicitó detener esas prácticas sin obtener respuesta.
Habitantes de San Ignacio de Arareko expusieron que llevan casi diez años planteando esta problemática ante diversas administraciones municipales y estatales, sin que se hayan atendido sus demandas.
“Ya han pasado cuatro administraciones y este problema lo empezamos a plantear con personas que tenían cargos en el Pueblo Mágico de Creel, fácil casi 10 años”, relató un habitante de la comunidad, que solicitó no ser identificado.
Se mencionó que, a pesar de acuerdos previos, los vehículos todoterreno continúan causando afectaciones: “Entran los razers, desbaratan el monte, abren nuevas brechas, corren por el arroyo, andan por las tierras donde se siembra, muchas cosas, andan a las horas de la noche, 11, 12 de la noche, 2 de la mañana los ves pasar, entonces ya se le puso un alto”.
Desde marzo de 2024 existe un marco legal que respalda la prohibición de estos vehículos en zonas urbanas y espacios naturales.
El Decreto No. LXVII/RFLEY/0726/2023 I P.O., expedido por la gobernadora María Eugenia Campos Galván, incorporó el Artículo 47 Bis a la Ley de Tránsito y Vialidad, para establecer que queda prohibida la circulación de vehículos todoterreno en avenidas, carreteras, puentes, calles, arroyos y cualquier vialidad pavimentada o con tráfico de vehículos.
De acuerdo a información proporcionada a Raíchali por la Secretaría de Turismo, la zona que comprende el Ejido de San Ignacio de Arareko goza de un alto nivel de popularidad entre los visitantes, debido a la belleza natural que ofrecen sus paisajes, así como entre aquellos que asisten por el interés que generan las celebraciones religiosas realizadas ahí por integrantes de la comunidad rarámuri en este periodo vacacional.
La respuesta del gobierno estatal recalca que la misma comunidad tiene facultades para impedir el acceso a ese tipo de vehículos.
“A final de cuentas, al tratarse de un ejido indígena, ellos tienen la capacidad de impedir el acceso a quien consideren dentro de los limites del mismo, como en este caso lo están haciendo específicamente en el caso de estos vehículos”, dio a conocer la dependencia.
Además reconoció que cada año la comunidad ha manifestado su inconformidad en cuanto al uso especifico de vehículos de los conocidos como todo terreno, bajo el argumento de que existe un uso indebido de estas unidades.
De igual forma acepta que tiene conocimiento de que los vehículos son conducidos a altas velocidades y ponen en riesgo la seguridad pública, daños en los caminos y otro tipo de conductas inapropiadas, como llevar la música en altos volúmenes y provocan interrupciones en las celebraciones de semana santa de la propia comunidad.
“Ya en ocasiones anteriores, representantes del ejido han buscado a los propietarios de estos vehículos, quienes en su mayoría los ofrecen en renta a los visitantes, sin embargo, la inconformidad permanece al no haber obtenido la respuesta que buscan a su solicitud”, asevera la dependencia.