Por La Jornada
— La madrugada de este miércoles fue hallado en su vivienda en Chihuahua el cuerpo sin vida de Mireya Rodríguez Lemus, activista trans a favor de los derechos humanos de las mujeres trans de la entidad, tras haberse reportado su ausencia durante varios días en espacios donde solía acudir de manera cotidiana a ejercer el trabajo sexual y a brindar apoyo a otras trabajadoras sexuales
En un comunicado, con la firma de apoyo de casi 200 organizaciones civiles de diversidad sexual, así como de expertos y activistas a título individual, se explicó que Rodríguez Lemus –integrante del colectivo Unión y Fuerza de Mujeres Trans Chihuahuenses AC– dejó de ser vista el pasado sábado, por lo que acudieron a su domicilio a buscarla.
Miembros de dicha organización detallaron que al llegar al domicilio de la víctima no pudieron ingresar de manera inmediata, debido a que estaba cerrado, pero una vez que lo lograron, notaron la presencia del cadáver de la activista, con signos de violencia, en la sala del inmueble.
De acuerdo con las compañeras de Rodríguez Lemus, ésta había sufrido diversas amenazas y recibió mensajes de intimidación, al igual que varias integrantes de la organización en la que militaba.
Además de ello, dijeron, en la capital chihuahuense en este año “se han registrado al menos dos crímenes motivados por el prejuicio. El primero de ellos, el de Patsy Andrea Delgado, en marzo pasado”.
Destacaron que Rodríguez Lemus fue defensora de derechos humanos de las trabajadoras sexuales y mujeres trans y promotora de salud en VIH; fundadora de Unión y Fuerza de Mujeres Trans Chihuahuenses AC, y promotora del Fondo mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria.
De igual forma, era integrante del Consultorio Virtual Arturo Díaz Betancourt e impulsora y organizadora de los primeros Encuentros Estatales de Mujeres Trans en Chihuahua.
Junto con otras organizaciones “logró que se emitiera la primera recomendación 58/2016 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Chihuahua”.
En ese documento, se reconocieron los derechos humanos de las mujeres trans y de las trabajadoras sexuales para que las autoridades municipales de Chihuahua cesaran sus operativos arbitrarios en las zonas de trabajo sexual, en los cuales se les forzaba a aplicarse pruebas de VIH o eran sancionadas con varias horas de prisión.
Los colectivos y activistas firmantes resaltaron que México es el segundo país de América Latina con mayor número de crímenes de odio por homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia.
De igual forma, denunciaron que “no existen políticas públicas claras, ni una homologación de los marcos legislativos estatal y federal para garantizar la vida e integridad de las personas LGBTTTI+ y mucho menos de un registro nacional con datos desagregados que dé cuenta del número de asesinatos por entidad federativa y el estado que guardan las investigaciones sobre los casos”.
Por todo lo anterior, llamaron a la Fiscalía General del Estado de Chihuahua a investigar el caso tomando en cuenta la vulnerabilidad de las mujeres trans a la violencia motivada por su identidad o expresión de género y la condición de defensora de derechos humanos de Mireya Rodríguez.
En ese mismo tono, pidieron atender el caso conforme al Protocolo Nacional de Actuación para el Personal de las Instancias de Procuración de Justicia del País, en casos que involucren la Orientación Sexual o la Identidad de Género.-Garantizar la seguridad y la integridad personal de las mujeres trans integrantes de la Unión y Fuerza de Mujeres Trans Chihuahuenses, AC