Mamar y dar topes

Por Lilia Cisneros Luján 

Es fascinante aprender de los múltiples mamíferos acerca de sus conductas; un pequeño y grácil camélido sudamericano, que apenas al inicio de los sesenta de la década pasada empezó a recuperarse luego de la inminente extinción, podría ser un ejemplo para la humanidad. Su entorno fue invadido cuando eran cerca de 3 millones de individuos, los cazaron para explotar su fina y caliente lana, intentaron domesticarlos, los cruzaron con otras razas y al final del día las vicuñas que corren a casi 50 km por hora, viven en familias y tienen una cría por año -lapso en el cual maduran y dejan de alimentarse de la madre- posteriormente a su casi desaparición del planeta.

Lo que más impresiona de las vicuñas, que viven en promedio 12 años y se organizan en manadas de varias hembras dirigidas por un solo macho que alerta a todos a la menor señal de riesgo, es que a diferencia de los becerros vacunos que suelen mamar y dar de topes, sus crías empiezan a madurar, desde el momento mismo de su nacimiento y no esperan más de 9 meses, para apartarse en grupos de animales solteros donde terminan de crecer para reproducirse, desde luego sorteando los peligros del zorro o el puma ¿Qué pasaría con los cuidadosos intentos de recuperación de la especie si las crías se resistieran al natural destete? ¿Cómo afectaría su madurez si su sedentarismo y rígida organización en libertad, fuese trampeada por dádivas de granjeros o ganaderos?

Con los seres humanos, inmersos en un mayor grado de sofisticación ocurre algo similar. Sobre todo en los territorios de países que han sido colonizados, la normal crianza se desvirtúa, por la carencia de alimentos[1], la discriminación de progenitores, los actos de violencia en contra básicamente de las madres y las respuestas inadecuadas de quienes ejercen el poder y se ocupan de alimentar con dádivas o promesas de estas solo para conseguir ejércitos de votantes. Un bebé desconocedor de los límites aprende a muy corta edad, que puede morder y seguir mamando con solo llorar un poco; si a la madre le abruma la culpa por tener que salir varias horas al trabajo, es muy probable que culpe a otro –patrón, gobierno, médico etc.- por el dolor que le causa la impertinente mordida del hijo y estará ella misma, su vástago o el resto de su familia dispuesta a convertir en dios a cualquier vivales que le ofrezca alimento, techo, educación y trabajo sin reflexionar en la viabilidad de tales promesas y peor aun el daño para su crío.

Los tiempos para la reflexión de los errores cometidos varían según la cultura, las posibilidades de recuperación de un pueblo que se volcó siguiendo a un líder solo por el cúmulo de promesas, pueden ocupar varias generaciones y el tema se complica cuando por razón de la globalización los problemas de un entorno afectan a muy diversas regiones. Hablando de aspectos espirituales y la facilidad con la que algunos líderes continúan manipulando a millones de seres humanos con la religión como herramienta ¿Quién gana con la multiplicación de denominaciones en la iglesia cristiana reformada[2] que apenas el año pasado cumplió 500 años de su fundación? ¿La pederastia entre curas de la iglesia católica es causa o efecto del celibato? La guerra santa de algunos musulmanes extremistas ¿es simple venganza o estrategia para lograr el poder total en las estructuras políticas del mundo? La renuncia de varias decenas de obispos en Chile, ¿abonará a la justicia para quienes fueron violentados en su infancia?

Nada de esto ocurriría en grupos sociales maduros, conformados por personas mayoritariamente capaces de ser auto-suficientes. ¿Qué hacen nuestros migrantes que por una o dos décadas se han alimentado de la ventajas del país al cual llegaron, sin aportar más que lo indispensable para no ser descubiertos? Es de admirar como es que muchos de ellos envían remesas a familiares que fueron abandonados –madres, padres, esposos e hijos- dispuestos a recibir al repatriado aun cuando este venga solo para prenderse de un seno súper publicitado por quien sabe quien. ¿Tendrán los retornados suficiente leche para seguir alimentándose, según se les ha prometido? ¿Qué ocurrirá si encuentran una teta seca? ¿Se consolidará un programa de consulados mexicanos ahora que el servicio exterior mexicano es un verdadero barril sin fondos ni principios? ¿Qué hace falta para promover una auténtica y madura solidaridad con nuestros connacionales en el extranjero?

Tanto en América del sur, como ahora en México, parece haber una virulenta persecución que facilita la llegada de quienes ofrecen la posibilidad a importantes mayorías de seguir mamando y dando de topes ¿Podría una hembra vicuña amantar 15 crías ruidosas? ¿Que van a hacer los que esto implican cuando haya 30 millones de personas que quieran su ración? ¿En que lapso, el abstencionismo llegará a los niveles de Venezuela? ¿Qué harán las elites civiles, militares y religiosas cuando se multiplique el llanto y los reclamos? ¿Bastarán las comisiones de derechos humanos –con sus respectivas filias y fobias- para restaurar el estado de Derecho? Por la eficacia de relativistas que propusieron la negación de valores absolutos, como la fórmula ideal para cerrar el paso a todo tipo de dogmas, generaciones posteriores a la posguerra que temen al totalitarismo de los Hitler, Mussolini o revolucionarios soviéticos, viven en un entorno de confusión, donde cualquiera que enarbole una bandera de “moralidad” no explicada está en la posibilidad de promover una moderna torre de Babel, cuya escalera sea formada por los millones que quieren seguir mamando al mismo tiempo de dar topes y morder a quien le sustenta.


[1] Hay bebés, que siguen en la lactancia aun dos años después de su nacimiento
[2] Hay bautistas, metodistas, anglicanos, luteranos, presbiterianos, pentecosteses, independientes, miembros de amistades diversas, casas sobre rocas…uf!!!

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