Por Patricia Mayorga/ Proceso
— Además de miles de contagios y muertos en el país, el resguardo provocado por la pandemia de covid-19 ha provocado el incremento de la tala irregular de pinos en la Sierra Tarahumara.
La comunidad de Bosques San Elías Repechique, localizada en el municipio de Bocoyna, denunció que la entrada y salida de camiones cargados con troncos de madera de su territorio, no cesan desde hace varios días.
Los saqueadores han aprovechado el confinamiento ciudadano y la paralización de varias áreas de los tres niveles de gobierno, para sacar la mayor cantidad de árboles de la Tarahumara, a pesar de que hay órdenes judiciales para no hacerlo.
La organización que representa a la comunidad indígena de Repechique, Consultoría Técnica Comunitaria (Contec), denunció que a pesar de que este pueblo indígena tiene una serie de triunfos jurídicos ante la justicia federal, por otros intentos de apropiarse de su territorio a costa de las personas indígenas, ha incrementado la violación de sus derechos sin que las autoridades actúen.
Contec detalló que las autoridades han sido omisas en dos sentidos: si los permisos de tala son otorgados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lo han hecho sin realizar la consulta previa a la que la ley los obliga porque fueron autorizados sobre la superficie en la que se ubican pueblos indígenas ignorados.
O bien, si no hubo autorización, no otorgaron los permisos para cortar los árboles, también se trata de un ilícito de tala ilegal, que no ha sido aprobada por las dependencias encargadas de proteger el medio ambiente, “no es fácil diferenciar una de otra”, explican en un comunicado de prensa.
“Aun así, la comunidad está resuelta a seguir denunciando el saqueo que se realiza en los parajes de Apachochi”, advirtió Contec.
La organización de defensa de pueblos indígenas solicitó que las autoridades encargadas de la seguridad garanticen la tranquilidad de las comunidades y que se coordinen para detener y prevenir una mayor afectación a sus bosques, que ha sido provocada por quienes se aprovechan en este momento por la dificultad de vigilancia.
Recordaron que los bosques son los que garantizan la subsistencia de las comunidades indígenas en el estado y, en ese sentido, urgieron a las autoridades a que actúen de manera inmediata, que pongan en marcha un operativo de vigilancia para investigar quiénes son los responsables y que sean sancionados.
La comunidad rarámuri de Bosque San Elías Repechique es una de las que más ha promovido amparos para evitar que su territorio sea saqueado. En 2014 iniciaron una larga lucha jurídica ante el juez Octavo de Distrito, Ignacio Cuenca Zamora, quien les dio la razón al finalizar el año. En ese mismo proceso, el juez reconoció su derecho ancestral al territorio donde habitan.
Las afectaciones por la construcción del aeropuerto regional, que se realizó sin consulta previa a las comunidades involucradas, fueron además de la tala indiscriminada de árboles, el bloqueo de sus veredas naturales para acceder a servicios médicos, educativos en otros pueblos, a realizar su pastoreo; afectaron y destruyeron sus manantiales, sus plantas medicinales, entre otras.
La sentencia obliga a las autoridades a reparar los daños naturales y de desarrollo social de la comunidad, que aún comenzaron a cumplirlo en 2018.
Esa comunidad también se opuso por la vía jurídica a que pase por sus tierras el gasoducto El Encino-Topolobampo. Lograron que la empresa a cargo y las autoridades desvíen por otra parte el paso de ese proyecto energético.
Contec recordó: “La Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, resoluciones judiciales y tratados internacionales firmados por México, les reconocen igualmente estos derechos a su propiedad ancestral, sin embargo lo anterior no impide que se sigan presentando graves problemas en esta comunidad.
“En los pasados días en los que muchos, incluyendo diversas autoridades, estamos resguardándonos en casa protegiéndonos del coronavirus, se realiza la tala de árboles y el saqueo de los pinos de la comunidad, los camiones entran y salen con los troncos sin que exista autoridad alguna que limite este saqueo”.