—Brasil- Estoy en la lucha, aseguró el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva al prestar su solidaridad con los gobiernos de izquierda en la región, un día después de salir de prisión, y pidió al mandatario estadunidense, Donald Trump, que no fastidie a los latinoamericanos.
Evo Morales fue elegido (en Bolivia) pero la derecha, como hicieron aquí, no quiso aceptar el resultado, dijo Lula frente al Sindicato de los Metalúrgicos –gremio que lideró antes de llegar a la política– en este municipio del estado de Sao Paulo.
Con ovaciones y cánticos, miles de seguidores se congregaron frente al edificio, muchos de ellos con camisetas rojas y ondeando banderas. Una gran imagen del ex mandatario, con la banda presidencial, se erguía entre la multitud.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) añadió que se tiene que ser solidarios con Bolivia, ser solidarios con el pueblo de Chile, tenemos que ser solidarios con el pueblo de Argentina. Tenemos que pedir a Dios para que el compañero Daniel (Martínez, del Frente Amplio) gane las elecciones de Uruguay para no implantar allí el neoliberalismo.
Tenemos que ser solidarios con el pueblo de Venezuela, agregó Lula mientras los asistentes lo ovacionaban, aunque matizó: Es normal tener críticas, pero quien decide en los problemas de su país es el pueblo.
Respecto al presidente de Estados Unidos, dijo: Que Trump resuelva los problemas de los estadunidenses y no fastidie a los latinoamericanos, él no fue electo para ser el comisario del mundo.
El líder opositor también acusó al ultraconservador Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, de gobernar para las milicias de Río de Janeiro, calificó al ministro de Economía, Paulo Guedes, de destructor de empleos y tildó de canalla al ex juez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, quien lo condenó por corrupción.
Preso desde abril de 2018, Lula cumplía una condena de más de ocho años de cárcel por corrupción y lavado de activos, pero el jueves un fallo de la Corte Suprema determinó que, según la lectura constitucional, una persona sólo debe comenzar a pagar su condena cuando agote sus recursos legales.
Lula aún continúa con las apelaciones a su condena por corrupción y lavado de dinero, en relación con la compra de un departamento en Sao Paulo. Si pierde sus procesos en cualquiera de las dos condenas, podría volver a ser encarcelado.
Para el segundo encuentro del Grupo de Puebla, hecho en Buenos Aires, Lula remarcó en una videoconferencia: Estoy en la lucha, con mucha disposición de recorrer Brasil con muchas ganas de viajar por América Latina.