Por Jesús Chávez Marín
—[Junio de 1992]–Según los astrólogos, vivimos en la Era de Acuario: una zona espacio/temporal cuyo regente es el planeta Urano; su energía es la luz. En la Era de Acuario suceden cambios repentinos en la armonía de los seres, conductas místicas en los hombres y las mujeres, aunque mezcladas con lucidez y claridad amorosa.
En este tiempo y espacio en que nos tocó vivir, abundan recursos para extender los registros de la percepción. Toda la tecnología asombrosa con la que en 1992 se comunican los seres humanos podría ser útil cuando existe voluntad para profundizar y expandir pensamiento y también fantasía.
Uno de los recursos que habrán de desarrollarse en los recientes años que vienen, será el masaje. Como sistema de conocimiento, cultura física, recurso para la meditación, medicina elemental: el masaje habrá de ser un servicio cotidiano y usual en la sociedad moderna.
Ken Eyerman, bailarín de danza moderna en el London Contemporany Dance Theatre y experto masajista afirma esto: “El masaje es una forma de redescubrir el cuerpo mediante el tacto. Este contacto físico es importante para aprender y para cambiar. Muchas veces se necesita la energía y el contacto de otra persona para sacar los problemas a la superficie. El primer paso para liberar la tensión emocional y muscular es tomar conciencia de que esa tensión existe”.
Eyerman hace una síntesis ecléctica de dos técnicas de masaje, una oriental y la otra occidental, y propone su propio método.
En la ciudad de Chihuahua, algunas personas han empezado a estudiar y practicar en forma privada y semi privada técnicas de masaje como métodos de filosofía, terapia y ciencia biológica.
Y es así como han empezado a practicarse algunas disciplinas del masaje, tanto de las culturas orientales como de las occidentales. Son estas:
El neuro/muscular, mezcla de diversos métodos que se usa sobre todo como terapia;
el linfofluídico, muy suavecito y oriental, aunque muy poco desarrollado hasta hoy en Chihuahua;
el sueco, eminentemente occidental, relajante, ligero;
el masaje shiat-tsu, japonés, mezcla de neuromuscular con sueco;
y el tantra-yoga, yoga sexual como forma de conocimiento y desarrollo mental.
Los hombres y las mujeres siguen haciendo su trabajo de generar conocimientos. No solo en la cibernética y las computadoras, también en las formas profundas de conocimiento del cuerpo y del amor de las criaturas humanas, en armonía con los territorios de su universo, tanto el universo de su mente como en el infinito mar de todos los seres.
Junio de 1992
Jesús, me siento honrada de haber convivido una semana literaria cerca de ti. Entre más leo tus textos más te conozco y admiro. Enhorabuena.