Homenaje al piropo

Por Francisco Ortiz Pinchetti

—Para Francisco Ortiz Pardo –con emoción y orgullo–, en su primer tostón.

Apenas leí hace unos días la nota sobre la prohibición del piropo callejero  y los “chiflidos lascivos” en la Ciudad de México, vino a mi mente la célebre fotografía de Nacho López que en alguna manera simboliza lo que hoy se considera acoso sexual.

La foto en blanco y negro, captada en enero de 1953, se intitula “Cuando una mujer guapa parte plaza en Madero” y fue originalmente publicada por la revista Siempre. En ella aparece la entonces incipiente actriz Maty Huitrón, que camina garbosa por esa importante calle del Centro Histórico, mientras cinco o seis hombres clavan en ella sus miradas. “La belleza de su rostro, su cabellera rizada, su delineada figura, cadera amplia y diminuta cintura llamaron la atención de esos caballeros”, pone una crónica de la época.

Fue tal el impacto que provocó la gráfica en cuestión, parte de una serie de seis fotografías, que adquirió fama internacional. En 1957 la UNESCO la premió y fue exhibida en estaciones del Metro de París, Francia, y de Múnich, Alemania. En 2000 la imagen fue considerada como una de las mejores del siglo XX, por lo que el Servicio Postal Mexicano y el Conaculta emitieron un timbre postal con la fotografía.

Además, la hoy icónica imagen fue inmortalizada en la portada del libro A ustedes les consta, de Carlos Monsiváis (1938-2010). Los negativos del foto reportaje de Nacho López, fallecido en 1986, se guardan en el Museo Nacional de Antropología e Historia por considerarse patrimonio cultural de la nación.

Respecto a la realización de la secuencia fotográfica, se sabe que el entonces ya muy prestigiado fotoperiodista Ignacio López Bocanegra, nacido en Tampico, Tamaulipas,  en 1923, había creado a principios de los años cincuentas los llamados “foto ensayos”, que publicaba semanalmente en la revista fundada y dirigida entonces por José Pagés Llergo.

Fue así que Nacho López –su nombre de batalla– le propuso a la modelo Martina Guitrón Porto –su nombre verdadero– ser protagonista de uno de sus reportajes. Ella contó muchos años después que el fotógrafo le pidió que caminara hacia el mercado mientras él iba a comprar unos rollos que se le habían olvidado. Entonces, a sabiendas de que ella sería foco de las miradas,López aprovechó para captar las gráficas sin que ella aparentemente se diera cuenta. Fueron dos horas de trabajo y al finalizar la joven aspirante a actriz –como ella misma lo relató a El Universal–, le dijo al periodista: “Oye Nacho, no te mides. ¡No sabes todo lo que me dijeron!”.

Todo esto viene a cuento, como mencionaba al principio, por la aprobación por parte del Congreso de la Ciudad de México de la nueva Ley de Cultura Cívica, que incluye tácitamente la prohibición de los mexicanísimos piropos y los chiflidos considerados ofensivos o acosadores, ya sea para una mujer o para un hombre.

Dice textualmente el artículo 26 de la mencionada Ley: “Proferir silbidos o expresiones verbales de connotación sexual a una persona con el propósito de afectar su dignidad es una falta cívica”. Le corresponde por ser una Infracción tipo B, sanción con multa equivalente de 11 a 40 Unidades de Medida, o arresto de 13 a 24 horas o trabajo en favor de la comunidad de seis a 12 horas. Y se precisa además que para poder acceder a la sanción con trabajo comunitario es necesario inscribirse en un padrón de infractores.

El problema mayor en todo caso es con qué criterios podrá un juez cívico aplicar sanciones al acusado de haber violentado la nueva Ley. Según la RAE, “lascivo” es algo relativo a la lascivia: “propensión a los deleites carnales” o “apetito inmoderado de algo”. Entre los sinónimos de la palabreja que los legisladores capitalinos consideraron merecedora de sanción están, agárrese, libidinoso, lúbrico, lujurioso, vicioso, obsceno, carnal, sicalíptico, cachondo, liviano, incontinente, deshonesto e impúdico.

La fotografía de Nacho López que hoy nos ocupa, con todo y sus posibles connotaciones lascivas, tuvo un antecedente. Apenas dos años antes, en 1951, la fotógrafa Ruth Orkin (1921-1985) retrató a una atractiva chica neoyorkina que era objeto de las miradas y los piropos masculinos en una calle de Florencia, en Italia. La mujer le propuso a una vecina suya, la modelo Ninalee Craig, de 23 años de edad, salir a la calle con su cámara y seguirla para captar la reacción de los caballeros que se encontraran a su paso. La gráfica de marras, publicada en 1952 en la revista Cosmopolitan, llevó por título “American Girl in Italy”. En ella aparece en efecto una mujer hermosa, joven y escultural, con un chal sobre el hombro derecho, que camina airosa ante la mirada de una docena de hombres.

“American girl in Italy”. La imagen de Ruth Orkin, 1951. Foto: Especial.

No pocos dieron por hecho que Nacho López se había inspirado en la foto de la Orkin, que tuvo también una repercusión mundial,  para realizar la suya propia. La verdad es que nunca se confirmó esta especie y el fotoperiodista mexicano jamás  hizo alguna alusión al respecto, ni siquiera reconoció haber visto la imagen de su colega estadounidense.

Lo cierto es que, sesenta años después de aquella “chica americana en Italia”. Ninalee Craig, la protagonista, entonces ya de 83 años de edad, explicó en una entrevista telefónica desde su casa en Toronto lo que a su juicio representa la foto y lo que no lo es:

“Hay gente que quiere utilizarla como un símbolo de acoso a las mujeres, pero eso es por lo que hemos estado luchando todos estos años”, dijo. “No es un símbolo de acoso. Es el símbolo de una mujer pasándolo maravillosamente bien…” Válgame.

@fopinchetti

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