La iniciativa de reforma que buscaba reconocer la violencia ejercida contra las mujeres a través de los hijos, que ya fue reconocida por la Suprema Corte de Justicia, fue desechada por el Congreso del Estado justo el mismo día que se aprobaron los cambios para aumentar los requisitos de revocación de mandato en Chihuahua.
Chihuahua.- “Sabemos que hay muchos agresores en el poder (…) es un tema de justicia social y lo han estado politizando”, fue una de las respuestas de la colectiva Revolución Atena, ante el rechazo del Congreso de Chihuahua de incluir el concepto de violencia vicaria a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Al mismo tiempo que se realizaba la votación el jueves de esta semana, la colectiva que apoya y asesora legalmente a las madres víctimas de violencia vicaria, realizó una manifestación afuera del edificio legislativo en el centro histórico de Chihuahua, quienes exigían se aprobara la reforma.
Según el artículo 554 del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, la violencia vicaria es aquella “ejercida contra las mujeres a través de los hijos”, como por ejemplo, la sustracción de menores (es decir, cuando un padre aparta y retiene a un hijo o hija sin el conocimiento y consentimiento de la madre).
El pasado 14 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que este tipo de violencia no atenta contra los derechos de los hombres para la protección de sus hijos en caso de violencia familiar.
“(…) La existencia de una ley que prevé una protección especial a las mujeres no implica decretar la superioridad de un género sobre el otro, sino brindar soluciones normativas específicas para un grupo social que ha sufrido históricamente de discriminación, lo que por sí mismo, no conlleva una restricción a derechos de terceros, ni la supresión del derecho de los hombres”, explicó Jorge Mario Pardo Rebolledo, ministro de la SCJN.
De acuerdo con Roberta Gutiérrez, vocera de Revolución Atena, existieron al menos cinco propuestas de reforma para reconocer este tipo de violencia en el marco legal de Chihuahua y armonizar las leyes locales con las federales, aunque no se incluiría de momento en el Código Civil o Penal del estado. Sin embargo, todas las propuestas fueron desechadas y la Comisión de Justicia trabajó en una nueva, la cual sufrió el mismo destino ayer en el pleno.
Ante esto, la colectiva Revolución Atena afirmó que le extrañó que algunos diputados que trabajaron en esta nueva propuesta, votaran en contra, como es el caso del diputado panista Alfredo Chávez Madrid.
Durante la sesión del Congreso, la diputada de Morena, Ilse América García, acusó a grupos opositores de querer desinformar sobre el tema, aprovechando el desconocimiento del mismo a la sociedad chihuahuense, y de querer “dañar la importancia de esta reforma”.
María Antonieta Pérez, también diputada de Morena, criticó que la Comisión de Justicia desechara las otras propuestas, las cuales afirmó, tenían perspectiva de género y no atentaban contra los derechos de los hombres.
“Perfeccionar la ley (…) es una obligación que tenemos como sociedad por todas las generaciones de madres, abuelas y bisabuelas, y hasta donde la memoria alcance en el pasado, por aquellas mujeres que nunca se les reconoció ni se les concedió derecho alguno más allá de la maternidad”, expresó Pérez.
Aunque durante el debate coincidieron en que los niños y las niñas son las primeras personas afectadas cuando hay confrontaciones entre los padres y madres, las formas de abordarlo fueron muy distintas.
“Esta propuesta parece más una herramienta para perpetuar la lucha entre los sexos, castigando únicamente a los hombres”, aseguró el diputado panista Carlos Olson, integrante de la Comisión de Justicia que trabajó la propuesta y quien es conocido por posicionarse en contra de iniciativas para despenalizar el aborto, y prohibir las terapias de conversión.
Según el análisis de Olson, no se contemplaba si una mujer utiliza a los menores para dañar a los padres. En ese mismo sentido, afirmó que “la violencia no tiene sexo”.
El diputado panista intentó impulsar esta narrativa a través de un foro que el mismo organizó el pasado viernes nueve de agosto, en el que invitó a grupos de ultraderecha para hablar sobre violencia vicaria y que intervinieron para retrasar la votación en el Congreso.
Para Revolución Atena, la lectura de Olson no tiene bases sólidas, ya que explican que para los hombres existen otro tipo de figuras juridicas, como la violencia familiar.
“La violencia vicaria nace a partir de las diferencias sistémicas”, apuntó Roberta Gutiérrez y recordó la resolución de la SCJN.
Roberta asegura que los esfuerzos de Olson por impedir que se incluyera la violencia vicaria en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se debe a que él mismo protege a padres agresores, a quienes ha apoyado abiertamente.
Revolución Atena agregó que durante las últimas semanas, han sido objetos de ataques en redes sociales orquestados a través de campañas de bots (perfiles falsos automatizados) debido a los cuestionamientos realizados a Olson y a los grupos de ultraderecha que asistieron al foro.
Pese a los resultados de la votación, la colectiva afirmó que impulsará el reconocimiento de la violencia vicaria para el próximo período legislativo, que inicia el primer día de septiembre, y que mantendrá su apoyo a cualquier víctima que se acerque a ellas.
Al día de hoy, once entidades federativas reconocen la violencia vicaria dentro de su marco jurídico: Puebla, Hidalgo, Yucatán, Zacatecas, Baja California Sur, Sinaloa, Colima, San Luis Potosí, Ciudad de México, el Estado de México, y Chiapas.