Más de 25 lugares de Ciudad Juárez son declarados como espacios públicos de memoria para recordar a las víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, 10 de esos sitios fueron señalizados con la colocación de placas develadas por familiares de víctimas y sobrevivientes de la represión política, con el acompañamiento de la Comisión para la Verdad
TEXTO Y FOTOGRAFÍA: VERÓNICA MARTÍNEZ / LA VERDAD
Ciudad Juárez– María Esther Acosta Díaz jaló de la tela bordada para revelar la placa que colocaron junto a la puerta de su casa en la colonia Galeana. El rectángulo plateado rinde homenaje a su esposo, Alberto Domínguez, y otros dos integrantes de la familia que fueron secuestrados y torturados por la Brigada Blanca durante la época de la guerra sucia en México.
“En esta casa vive la familia Rodríguez Domínguez, exintegrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre”, se lee en la placa que observan los familiares de Acosta, compañeros de lucha, activistas e integrantes del grupo técnico de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia por las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965-1990.
Integrantes de la familia Rodríguez Domínguez estuvieron detenidos en la penitenciaría Lecumberri, narra Acosta.
“Aquí vivió mi marido. Fue un luchador social, un revolucionario y una persona muy honesta. Yo pienso que el simbolismo lo adquiere hoy con esta placa”, dijo Acosta, agregando que la lucha de “Beto” fue en contra del imperialismo y por reformas nacionalistas.
“Yo pienso que tiene bastante importancia porque son cosas que no quedarán en el olvido”, afirmó la mujer.
La develación de esta placa constituye parte de las acciones de reparación integral que la Comisión para la Verdad ha realizado en acompañamiento a colectivos y grupos de familiares de víctimas y sobrevivientes de la represión política que se vivió en México durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta.
Esta Comisión se instaló en diciembre del 2021 en el país, con el objetivo de investigar los crímenes cometidos contra los derechos humanos por el Estado mexicano. Este fue un periodo histórico en el que el gobierno llevó a cabo operaciones represivas contra civiles que eran considerados disidentes dejando un número considerable de asesinatos y desapariciones forzadas impunes.
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Durante una conferencia de prensa este martes, integrantes del grupo técnico y activistas dieron a conocer las acciones de memoria que ya están en proceso y otras que quedan pendientes.
Entre estas actividades está la instalación de más de 25 placas conmemorativas en la ciudad, solicitudes para tomar posesión del edificio que ocupó la guarnición militar ubicado en la calle Lerdo y avenida 16 de Septiembre, el renombramiento de calles y avenidas, y la elaboración de un libro con memorias de sobrevivientes y familiares de víctimas de la represión, dio a conocer Judith Galarza Campos, activista presidenta de la Federación Latinoamericana de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
La hermana de Galarza, María Leticia Galarza Campos, fue una de las víctimas de secuestro y desaparición durante el periodo de la guerra sucia.
“Para nosotros las placas representan una reparación a reconocer que se usó todo el Estado para reprimir”, dijo Judith.
“Están reconociendo que nuestros hermanos deben de seguir vivos en la memoria de toda la población porque no queremos que se vuelva a repetir y que se vuelva a reprimir y vuelva a pasar la desaparición forzada”.
La activista comparte que son sólo diez placas las que se colocaran con el apoyo de la Comisión para la Verdad, pero hay una colaboración con el Gobierno Municipal para instalar más.
Durante la visita de los integrantes de la Comisión a la ciudad, se colocó también una placa en la preparatoria Altavista, por su cercanía al parque de la colonia Altavista, donde fue detenido Lorenzo Soto. Se develaron también este martes las placas en el hogar de la familia Domínguez Rodríguez y la familia Galarza Campos.
Otras ubicaciones mencionadas fueron el área cercana a la avenida López Mateos y la calle 28 de marzo, el Hotel Silvia’s, la cárcel de Piedra, dos ubicaciones adicionales en la colonia Satélite además del cambio del nombre de calles en esta área. También se compartieron planes de renombrar el viaducto Díaz Ordaz por el nombre Mártires del 68.
La Comisión, que tiene programada la entrega de resultados en septiembre de este año, ha realizado un trabajo de investigación para esclarecer los hechos de represión política que dejaron a por lo menos 514 víctimas.
Mariana Gómez Godoy, integrante del Comité de Impulso a la Memoria y del grupo técnico de la Comisión para la Verdad, menciona que en estos dos años han trabajado con colectivos y grupos en los estados de Oaxaca, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato y Nuevo León.
“No es ociosidad estar recordando algo que ya pasó hace mucho tiempo, sino en realidad es algo que nos sigue pasando y no hemos podido trabajar, visibilizar y tener justicia, memoria y verdad”, dijo.
Gómez Godoy, junto con integrantes de la Comisión, compartieron que también ya se han hecho solicitudes al Gobierno Municipal y la Secretaría de Defensa Nacional para tomar posesión de la fue la Guarnición Militar, en la calle Lerdo.
Los activistas explicaron que el objetivo es convertir esta ubicación en una casa de memoria.
Para Galarza aún hace falta mucho trabajo para tener una reparación integral que incluye la reparación económica para aquellas personas a quienes les fueron robadas sus pertenencias y destruidos sus hogares por revisiones de la Brigada Blanca y una reparación moral y política a través de una solicitud de perdón.
El trabajo de la Comisión para la Verdad ha sido acompañado por organizaciones internacionales, compartieron los integrantes. Rosario Arias de la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia y Celina Flores de Memoria Abierta han apoyado con la profesionalización de los procesos de memoralización y el desarrollo de los archivos históricos.
“Desde el año pasado estamos acompañando este proyecto de archivos y procesos de memorialización para aportar al conocimiento de la verdad, pero son esfuerzos que ya vienen desde hace muchos años y que van a continuar hasta que se sepa la verdad y haya justicia por estos crímenes”, dijo Arias.
Con experiencia en redes de memorialización en Argentina y Colombia, Flores y Arias comparten que el objetivo ha sido expandir las capacidades de los colectivos y grupos de familias para sistematizar la información y testimonios que se han logrado recopilar.
“Las comisiones son ventanas de oportunidad, pero muchas veces son esas ventanas de oportunidad que muchas veces las organizaciones no tienen donde se permiten estas acciones de visibilización y puedan entregar esa información a la Comisión de la Verdad y puedan incluir en sus informes”, dijo Flores.
“Nos parece un proceso fundamental que está teniendo lugar en México de acompañamiento y trabajo conjunto entre las organizaciones y la Comisión de la Verdad”.
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Frente a la casa de sus padres, Judith Galarza narró los hechos acontecidos en agosto del año de 1978, cuando elementos de la Brigada Blanca secuestraron y detuvieron a su madre y dos hermanos.
“Se llevaron a mi mamá, pero antes empezaron a reburujar y buscar todos los documentos y fotografías”, narró Galarza. “Y empezaron a decir que más vale que empezaran a decir donde estaba Lety”.
Galarza usó una camiseta con la fotografía de su hermana en blanco y negro. En el texto de la camiseta se lee: “Detenida desaparecida el 5 de enero de 1978. Que nos digan dónde están. Queremos verdad y justicia”.
Desde la calle Mimas en la colonia Satélite es visible la placa que se colocó en memoria de María Leticia Galarza Campos. La familia no sabe dónde fue que detuvieron a Leticia, pero tras 46 años de impunidad, la familia sigue buscando respuestas.
“Seguiremos convocando a los gobiernos tanto municipal como del estado y federal para que hagan el cumplimiento que establecieron los convenios internacionales de acceso a la reparación integral de acceso a la verdad y la memoria que protege a las personas contra la desaparición forzada”, dijo Galarza.
“Vamos avanzando, pero no es suficiente”.