Por Jesús Estrada, corresponsal | La Jornada |
Chihuahua. En lo que va de este año, la Secretaría de Salud del estado ha detectado 67 casos de desnutrición severa en bebés y niños menores de cinco años en la Sierra Tarahumara, de los cuales 16 fallecieron y seis permanecen hospitalizados, informó Gilberto Baeza Mendoza, titular de la dependencia.
Ayer, en conferencia de prensa, explicó que dos de los seis niños internados por desnutrición severa son originarios de Guadalupe y Calvo y se recuperan en el hospital de ese municipio, y cuatro están en el Hospital Infantil de Especialidades en la capital del estado y son originarios de comunidades indígenas de Guachochi y de Témoris, municipio de Urique.
Especificó que 33 por ciento de los casos se detectaron en Guadalupe y Calvo, 50 por ciento en Guachochi y 17 por ciento en Témoris
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Dijo que los 67 casos de niños con desnutrición severa (los seis que están hospitalizados y otros 45 que han logrado restablecerse mediante atención integral) fueron detectados por el programa Juntos por la Salud de Mujeres Embarazadas, Niñas y Niños Menores de seis años.
Comentó que las consultas médicas a niños indígenas en los 19 municipios de la Tarahumara se incrementaron en 2023 a 486, mientras en 2022 sumaron 344. Además aumentaron 83 por ciento las brigadas especiales para el traslado de los menores desde las rancherías y comunidades serranas a nosocomios en las cabeceras municipales o al Hospital Infantil de Especialidades.
Sobre los casos de desnutrición leve o moderada en los infantes de pueblos originarios, el funcionario precisó que en enero del próximo año la Secretaría de Salud estatal tendrá resultados y cifras del primer semestre de 2023, .
Anunció que se trabaja en un censo actualizado para conocer cuántos niños viven en cada localidad serrana y tener información sobre su estado, en el programa Juntos por la Salud que comenzó este año.
Baeza Mendoza aseguró que se han efectuado búsquedas intencionadas de menores en riesgo o algún grado de desnutrición, a través de estudios de laboratorio y gabinete, así como valoraciones de pediatras, con la intención de detectarlos a tiempo para prevenir o revertir el padecimiento y asegurar la atención médica oportuna.
A raíz de ello, en los casos de infantes con desnutrición severa, éstos han sido trasladados a unidades hospitalarias para su revaloración y atención correspondientes, de ahí los seis que están hospitalizados y los 16 decesos confirmados.
La geografía complica la resolución del problema
Para lo anterior, se aplicó el Código Infante, mediante el cual se coordina la detección, manejo, referencia oportuna y traslado de los niños con algún grado de desnutrición, iniciativa integrada por directivos de hospitales, personal de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y de la Secretaría de Salud.
Baeza Mendoza consideró que la complejidad para solucionar el problema de desnutrición en niños indígenas tiene que ver con el territorio serrano; “es uno de los principales retos y contamos con 64 unidades médicas móviles, con vehículos pick up para visitar los 19 municipios de la sierra y vigilar la alimentación. Se instauró un equipo de respuesta rápida para trasladar a los menores en una ambulancia de doble tracción”.
Cuarenta unidades médicas móviles son operadas por el gobierno del estado y 24 por el federal, cada una está integrada por un médico, una enfermera y un chofer, estrategia que fue diseñada ante la complejidad del territorio. Incluso se desplegaron coordinadores comunitarios de la salud a pie o a caballo, pues hay lugares donde no tiene acceso ningún vehículo, hacen rutas en las que visitan rancherías para la detección y atención médica oportuna.
En tanto, la autoridad sanitaria estatal distribuyó mil cintas para medir la circunferencia del brazo y detectar la desnutrición en las regiones serranas de Creel, Témoris, Guachochi y Gómez Farías, así como en ciudad Cuauhtémoc, Parral y la capital del estado.
Las cintas también se entregaron en el hospital comunitario de Guadalupe y Calvo, a una brigada de servicios de salud que atiende Choréachi, en el Hospital Infantil de Especialidades de Chihuahua y los Servicios Educativos del estado; en este último para que las utilicen 295 docentes de las localidades de Turuachi, Baborigame y de la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo.
El brazalete es para medir la circunferencia de la parte media y superior del brazo de los niños, es duradero y esterilizable y permite determinar la gravedad de la desnutrición. Para garantizar el buen uso de dichas cintas, a la fecha se ha capacitado a 295 docentes que se desempeñan en las localidades de Turuachi, Baborigame, la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, y en El Vergel, municipio de Balleza.
Además, fueron contratadas una nutrióloga para reforzar al hospital comunitario de Guadalupe y Calvo y una enfermera para el Centro de Recuperación Nutricional y Albergue Materno (Cerenam) del citado municipio, aunado a la coordinación intersectorial con el DIF estatal para el apoyo en la distribución de granos.
En junio pasado, el DIF estatal realizó la reapertura del Cerenam en la comunidad de Baborigame, municipio de Guadalupe y Calvo; este centro dará albergue, alimentación y vigilancia nutricional a 190 niñas y niños menores de 5 años y embarazadas.
Apoyo del DIF
La intervención del DIF incluyó la entrega de despensas a todas las familias que acudieron al evento de reapertura, y se les invitó a hacer uso de las instalaciones. El DIF estatal aseguró que ha apoyado a 34 mil familias con la distribución de mil 179 toneladas de maíz y 393 de frijol, en 242 localidades de municipios de la zona serrana, con una inversión de 39 millones de pesos.
Actualmente hay 12 Cerenam en operación: cinco en Guadalupe y Calvo (El Venadito, Corre Coyote, Choréachi, Baborigame y Guadalupe y Calvo); cuatro en Bocoyna (Creel, Sisoguichi, San José Gua-cayvo y San Juanito); dos en Batopilas (El Cuervo y Batopilas) y uno en Guachochi.
Se prevé que para 2024 estén en operación un total de 20 centros y la inauguración de otros ocho albergues que estarán ubicados en Cerocahui, Urique; Narárachi, Carichí; Monterde, Guazapares; Ocavichi, Maguarichi; La Pinta, Balleza, así como en Chínipas, Morelos y Uruachi.
En estos lugares, a la fecha se ha dado alojamiento a 8 mil 367 personas, además se repartieron 382 mil 732 raciones alimentarias, se dieron 5 mil 566 consultas de nutrición y se benefició a 15 mil 576 pobladores.