Por Gilberto López y Rivas | La Jornada
El 20 de diciembre de 2022, colegas Investigadores del Centro INAH-Chihuahua dieron a conocer un importante documento dirigido a la Presidencia de la República, al pueblo de México y a la dirección general y la de Salvamento Arqueológico de su institución, para que, en el marco de su competencia, niegue autorización a la empresa minera Samalayuca Cobre SA de CV, subsidiaria de la empresa canadiense VCC Exploration Corporation, ya que la explotación por tajo a cielo abierto afectará directa o indirectamente cualquier área de sitios arqueológicos y los conjuntos de formaciones rocosas que contienen petrograbados arqueológicos en la sierra de Samalayuca, localizada al sur de Ciudad Juárez
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En 2019, la corporación ingresó en el Centro INAH estatal la solicitud del proyecto minero La Gloria, con el fin de solventar los permisos oficiales y contar con la autorización definitiva para explotar cobre, en una concesión equivalente nada menos que a la mitad de la sierra de Samalayuca. La dirección del Centro INAH comisionó a un equipo de arqueólogos para revisar las bases de datos que contienen los sitios arqueológicos registrados previamente ante la Dirección del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH en gabinete para, posteriormente, realizar la inspección arqueológica en el área del proyecto.
Aquí se encontró abundante evidencia arqueológica dentro y fuera del polígono, conduciendo a la presentación de un dictamen que prevén la afectación directa e indirecta de los sitios y conjuntos con arte rupestre, en caso de realizarse el proyecto. Se reitera que el análisis del área responsable del proyecto Samalayuca del Centro INAH-Chihuahua ha considerado que, por las características de los contextos arqueológicos, existe un elevado riesgo de fragmentación y/o pérdida total de la integridad de los petrograbados debido al tránsito de maquinaria pesada, del uso de explosivos y de intentos de remover o transportar el material arqueológico, así como por los procesos regulares de aprovechamiento del mineral de cobre. El tajo abierto afectará la visual, que pondrá a la vista el agujero de gran escala, acompañado de maquinaria que afectará la consolidación y apreciación de estos elementos arqueológicos.
La sierra de Samalayuca contiene una complejidad cultural de enorme importancia; resguarda numerosas expresiones arqueológicas constitutivas del patrimonio del país, así como evidencia asociada que tiene representatividad de todos los periodos históricos, comenzando desde el paleoindio, el arcaico, el periodo medio, abarcando también el contacto español y el contemporáneo.
Fuera del polígono de actividad minera también existe una gran concentración de sitios arqueológicos diversos, lo cual incluye petrograbados todavía no registrados. El soporte donde están los petrograbados se encuentra constituido por areniscas y lutitas, por lo cual las ondas causadas por los explosivos usados en la minería afectarían la consolidación de las rocas. Se corre el riesgo de fragmentación y colapso. Las tolvaneras irán cubriendo las rocas y se tendrán problemas de deterioro a causa del tránsito de la maquinaria, el uso de explosivos y la posibilidad de derrumbes. La compañía insistió dos veces más en 2020 y 2022, con nuevas adecuaciones
a su proyecto original, recibiendo de manera reiterada la respuesta negativa por parte del área facultada y especializada del Centro INAH-Chihuahua.
Sin embargo, este mes, y para sorpresa de los investigadores, la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), ubicada en la Ciudad de México, subestimó el dictamen arqueológico del Centro INAH y manifestó una postura permisiva al proyecto minero, lo cual pronostica un resolutivo favorable a la empresa por parte de las oficinas centrales del INAH, lo cual derivaría en la destrucción del patrimonio cultural y natural de la nación. Los investigadores consideran que la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH cae en irregularidades al realizar injustificadamente una inspección arqueológica por su propia cuenta, sin dar aviso a las autoridades del Centro INAH-Chihuahua ni a los integrantes del área de arqueología, desconociendo e invalidando el trabajo ya realizado por este equipo. Opinan que cualquier decisión por parte del INAH sobre el otorgamiento del permiso para operar debe considerar el dictamen técnico del área facultada del Centro INAH-Chihuahua. Los investigadores consideran, además, que el INAH debe cumplir con la palabra del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando el 1º de octubre de 2020, en Ciudad Juárez, anunció la cancelación definitiva del proyecto minero La Gloria. Los investigadores hacen un llamado a una actuación transparente por parte de las instancias centrales del instituto y a cualquier decisión que lleve a la destrucción del patrimonio cultural, arqueológico e histórico del estado de Chihuahua y de la República.