En cualquier rincón del mundo gana la esperanza zapatista

Por Enlace Zapatista

— Chiapas.-El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) continúa con los preparativos para un futuro viaje de una comisión de su organización a Europa, mientras en el viejo Continente se alistan diversos colectivos para recibirlos.

En un nuevo comunicado difundido por Enlace Zapatista, los rebeldes hacen una sátira titulada “la cantina”, sobre el ruido actual en un debate inexistente. “… Usted será famoso si se le ocurre algo ingenioso, sea a favor o en contra. Y aunque no sea muy inteligente, basta con que haga ruido. Tampoco importa si es cierto o falso lo que grite, siempre y cuando grite fuerte”.

“Puedes quedar o seguir. Sólo hazte responsable de tu decisión. La libertad no es sólo poder decidir qué hacer y hacerlo. Es también hacerse responsable de lo que se hace y de la decisión tomada”, dicen desde Chiapas.

A continuación el comunicado íntegro:

A continuación el comunicado integro:

Segunda Parte: LA CANTINA.

¿Calendario? El actual. ¿Geografía? Cualquier rincón del mundo.

Usted no sabe bien a bien por qué, pero camina de la mano de una niña. Está a punto de preguntarle a dónde se dirigen, cuando pasan frente a una gran cantina. Un gran letrero luminoso, como la marquesina de un cine, declara: “LA HISTORIA CON MAYÚSCULAS. Cantina-bar”, y más abajo “No se admiten mujeres, infantes, indígenas, desempleados, otroas, ancian@s, migrantes y demás desechables”. Alguna mano blanca ha agregado “In this place, Black Lives does not matter”. Y otra mano varonil sumó: “Mujeres pueden entrar si se comportan como hombres”. A los lados del establecimiento, se amontonan cadáveres de mujeres de todas las edades y, a juzgar por las ropas hechas jirones, de todas las clases sociales. Usted se detiene y, resignada, la niña también. Se asoman por la puerta y ven un desorden de hombres y mujeres con modos masculinos. Sobre la barra o mostrador, un varón esgrime un bate de béisbol y con él amenaza a diestra y siniestra. La muchedumbre está claramente dividida: en un lado quienes aplauden y en el otro quienes abuchean. Todos están como embriagados: la mirada furiosa, la baba escurriéndoles por la barbilla, el rostro enrojecido.

Se acerca a usted quien debe ser el portero o algo así y le pregunta:

“¿Quiere pasar? Puede elegir el bando que guste. ¿Quiere aplaudir o criticar? No importa cuál elija, le garantizamos que tendrá muchos seguidores, likes, pulgares arriba y más aplausos. Usted será famoso si se le ocurre algo ingenioso, sea a favor o en contra. Y aunque no sea muy inteligente, basta con que haga ruido. Tampoco importa si es cierto o falso lo que grite, siempre y cuando grite fuerte”.

Usted valora la oferta. Le suena atractiva, sobre todo ahora que a usted no le sigue ni el perro.

“¿Es peligroso?”, aventura usted con timidez.

El cadenero lo tranquiliza: “De ninguna manera, aquí reina la impunidad. Vea usted a quien está en turno al bate. Dice cualquier tontería y unos le aplauden y otros lo critican con otras tonterías. Cuando esa persona termine su turno, otra subirá. Ya le dije antes que no necesita ser inteligente. Es más, la inteligencia aquí es un estorbo. Anímese. Así se olvida de las enfermedades, de las catástrofes, de las miserias, de las mentiras hechas gobierno, del mañana. Aquí la realidad no importa en realidad. Lo que vale es la moda en turno”.

Usted: “¿Y de qué discuten?”.

“Ah, de cualquier cosa. Ambos lados se empeñan en frivolidades y estupideces. Como que la creatividad no es lo suyo. Y así.”, responde el guardia mientras ojea, temeroso, a lo alto de la edificación.

La niña sigue la dirección de la mirada y, señalando a lo más alto del edificio, donde se alcanza a ver un piso completo -todo vidrio espejo-, pregunta:

“¿Y ésos de allá arriba están a favor o en contra?”

“Ah, no”, responde el hombre y agrega en un susurro: “Ésos son los dueños de la cantina. No necesitan manifestarse por nada, simplemente se hace lo que ellos mandan”.

Afuera, más allá en el camino, se mira un grupo de personas que, supone usted, no tuvo interés en entrar a la cantina y siguió su camino. Otro tanto sale del establecimiento con molestia, murmurando: “es imposible razonar ahí dentro” y “en lugar de “La Historia”, debería llamarse “La Histeria””. Ríen, se alejan.

La niña se le queda mirando. Usted duda…

Ella le dice: “Puedes quedar o seguir. Sólo hazte responsable de tu decisión. La libertad no es sólo poder decidir qué hacer y hacerlo. Es también hacerse responsable de lo que se hace y de la decisión tomada”

.

Sin decidirse aún, usted le pregunta a la niña: “¿Y tú a dónde vas?”

“A mi pueblo”, dice la niña, y extiende sus manitas al horizonte como diciendo “al mundo”.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Publicado originalmente en Enlace Zapatista

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