Mural de la memoria en Creel

Escrito por Francisco Xavier Ortiz   
Viernes 19 de Agosto de 2016 23:17
A pesar de la apatía de los medios de comunicación y la indolencia de las autoridades que han apostado al olvido, la memoria resiste a ocho años de la masacre ocurrida en Creel el 16 de agosto de 2008. El signo de la barbarie, reunido en sus más siniestras formas, ha dejado heridas que aún duelen profundamente ante la ausencia de justicia y verdad.  

Resueltos a dar rostro a la tragedia impune, dos valientes artistas, Mode Orozco (Tijuana) y Alfonso Díaz (DF), se encaraman sobre un colosal andamio —sorteando la lluvia y el frío desdén—, para que prevalezca el recuerdo. Y en imponente mural congregan, con su trazo, las caras de las trece víctimas. Con toda la solidaridad, plasman el sello de su misión: recordar, reconciliar, reconstruir. Pues recordar no sólo ilumina el nombre, la faz y el espacio en esta plaza de la paz. También desliza un espesor bajo la movilidad del vivir, como dice Hannah Arendt: la memoria da hondura a la existencia. Sin recuerdos, se está como desconectado en el tiempo… Y, sin vínculos, las personas quedan desamparadas, expuestas… De ahí el grito y la advertencia de este memorial: no al olvido, que sería como una segunda muerte. Así, bajo esta divisa y ese compromiso, los muralistas han recuperado los rostros de ocho mil víctimas de la violencia inaudita que a lo largo y hondo del país ha flagelado a millones de familias, incluidas desde luego, las de la emblemática matanza en este poblado serrano de la Tarahumara.

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