Margarita, te voy a contar un cuento

Por Francisco Ortiz Pinchetti
Nadie daba un quinto por ella como candidata independiente, pero ocurre que la decisión de Margarita Zavala Gómez del Campo de bajarse de la contienda ha venido a cimbrar al de por sí ya enconado escenario electoral de nuestro país. Los aspirantes presidenciales que quedan en la contienda, todos varones, reaccionaron de diferente manera ante la decisión de la primera mujer en la historia de México que venció todos los obstáculos para estar en la boleta electoral.
Como buenos machos al mirar sola a la muchacha, el panista Ricardo Anaya Cortés y el no priista José Antonio Meade Kuribreña, se deshacen en lisonjas y cumplidos para tratar de conquistarla. Y llevarse sus votos… que pudieran estar entre los dos y los tres millones.
El candidato de la coalición Por México al Frente, formada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, descubre que su ex compañera de partido a la que le jugó sucio para desplazarla de la carrera por la candidatura panista a la Presidencia es una mujer valiente y de principios y declara que sus aportaciones al país, y en particular a esta contienda electoral, han sido muy valiosas. “A ella y a su equipo, todo mi reconocimiento”, dijo.
Por su parte, el abanderado de la coalición Unidos por México, firmada por el PRI, el Partido Verde y Nueva Alianza, expresó su mayor respeto y admiración a la ex panista, a la que calificó como mujer honesta, inteligente y congruente. “Siempre contará con mi amistad y reconocimiento”, prometió. “Nuestra democracia se fortalece con su participación y valentía”.
Al Bronco no le gustó la decisión de Margarita. Dijo que le daba pena que se haya bajado del caballo. Y luego la acusó: les dije, dijo, que no era verdaderamente independiente. Y vaticinó que en unos días la ex candidata más anunciará que se suma a Meade o a Anaya.
El que actuó como un auténtico despechado, sin embargo, fue Andrés Manuel López Obrador. De entrada se resistió a hacer comentario alguno sobre la salida de Margarita de la contienda y, un día más tarde, arremetió contra ella… por las presuntas culpas de su marido.
El Peje se vio mal al tratar de descalificar a su ex adversaria electoral con afirmaciones como esa. Dijo que tanto Zavala como Felipe Calderón cargan un problema de conciencia y tienen una deuda con todo el país. Ella trae, dijo, un problema de conciencia, porque su esposo se robó la presidencia en 2006. Y no sólo eso: fue el que desató esta guerra que ha causado la muerte de miles de mexicanos y entonces. “Calderón convirtió al país en un cementerio y eso les pesa mucho, traen un problema de conciencia, pero no es conmigo, ellos deberían entender que tienen esa deuda histórica con el pueblo de México”, acusó.
Resulta harto elocuente la reacción de cada uno de los protagonistas restantes de la contienda electoral 2018. Pienso que también indica que la presencia primero y la ausencia ahora de la señora Margarita, como le llama el aspirante tabasqueño, tiene mucho más importancia de lo que esos mismos personajes asumían hace apenas una semana.
Difícilmente podemos suponer que la renuncia de la ex primera dama, difundida el miércoles pasado, defina la contienda que habrá de dilucidarse el próximo domingo 1 de julio. Pero que será un elemento que va a influir en la decisión de los mexicanos lo demuestran los primeros sondeos posteriores al poco sorpresivo anuncio. La encuestadora Masive Caller difundió la mañana del jueves una encuesta telefónica, según la cual el panista Anaya Cortés dio un salto en las preferencias para ponerse a cinco puntos del líder AMLO… que parece entrar un una tendencia a la baja por primera vez en toda la campaña.
Por lo demás, y esto es lo más lamentable, la decisión de Zavala Gómez del Campo ante la imposibilidad de una postulación competitiva, denota el doloroso fracaso de las candidaturas independientes que por primera vez se experimentan en el país. El cúmulo de requisitos, trabas e inequidades que los partidos lograron plasmar en la Ley correspondiente, logró el efecto para ellos deseado: desalentar la participación de los ciudadanos sin partido en los procesos electorales, lo que muchos como yo creímos que era un gran avance.
La clase política mexicana, otra vez, frustró una nueva y valiosa posibilidad democrática. Optó de nuevo por apoderarse y repartirse los cargos públicos, las curules y los escaños, los 12 mil millones de pesos destinados a sus campañas electorales. Son todos suyos.
Habrá que reconocer a Margarita su esfuerzo y su tenacidad para enfrentar todos esos escollos económicos, administrativos y políticos que encontró en su camino. Seguramente ella emprenderá un proyecto político diferente que capitalizará lo logrado en esta aventura.
Por ahora, mejor le decimos con Rubén Darío: Margarita, está linda la mar/ y el viento lleva esencia sutil de azahar/ yo siento en el alma una alondra cantar: tu aliento/ Margarita, te voy a contar un cuento. Válgame.
@fopinchetti

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