Por Francisco Xavier Ortiz/ Oserí
—El patrimonio cultural de Valle de Allende podrá ser restaurado y conservado una vez que se pongan en práctica las estrategias que impidan la humedad excesiva de los inmuebles históricos y se apliquen las técnicas de inserción de alcóxidos de silicio que eventualmente permitan consolidar el material pétreo y detener su deterioro.
Lo anterior forma parte esencial de los resultados del estudio científico que ha desarrollado la Red de Estudios Interdisciplinarios Sobre Medio Ambiente y Conservación del Patrimonio Mexicano –de la que forma parte el cuerpo académico Desarrollo y Gestión Intercultural en Educación (DGIE) del Centro de Investigación y Docencia (CID)– en torno a conservar y restaurar el patrimonio cultural de Valle de Allende, Chihuahua.
Para dar cuenta de dicha investigación, un grupo de académicos, especialistas y promotores culturales se reunieron con habitantes y funcionarios municipales de Valle de Allende, el pasado viernes 31 de enero de 2020, en aquella ciudad. El encuentro se desarrolló al mediodía en las instalaciones del ayuntamiento, y por la tarde, en el Teatro Cine-Alcazar.
Antes, en una jornada doble en la ciudad de Chihuahua, la Red dio a conocer parte de los resultados del estudio científico sobre las condiciones materiales y ambientales del citado sitio histórico.
Valle de Allende forma parte de la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, desde 2010.
En la jornada que se llevó a cabo en las instalaciones del Centro de Investigación y Docencia, la Red dio cuenta de los resultados de la investigación científica realizada a muestras de canterías y morteros de fincas y magnos edificios históricos de Valle de Allende. Luego, la información fue replicada para los habitantes del sitio colonial.
El investigador Gilberto Álvarez Guzmán presentó a especialistas, académicos y funcionarios, una disección de los materiales pétreos que constituyen el alma de las edificaciones y que, en algunos casos, también son referentes de estilos y tipologías arquitectónicas que se suman al valor histórico que poseen.
Las canteras afectadas necesitan una suerte de tratamiento análogo al que las muelas reciben, con amalgamas, para evitar que continúe su deterioro, ejemplificó el ingeniero químico, quien expuso con detalle las reacciones químicas y los procesos de pulverización que las canteras padecen, especialmente en su interior, con la excesiva humedad a la que por mucho tiempo han estado expuestas.
Álvarez Guzmán, investigador de la Universidad de Guanajuato explicó diversos métodos y técnicas para analizar las canteras de edificios emblemáticos y precisó que uno de los compuestos químicos para la conservación de materiales constructivos asociados con sitios arqueológicos, es el de los alcóxidos de silicio.
Esta solución química en forma de gel es introducida —por aspersión o brocheo— en la piedra/cantera, cuya composición posee principalmente cuarzo y silicatos. La aplicación del alcóxido de silicio provocará un proceso de hidrólisis y condensación que permitirá consolidar el material pétreo y detener su deterioro.
Durante la exposición del investigador Álvarez se precisó que este tratamiento aplicado por medio de un producto hidrofugante, limita eficazmente el acceso del agua, la cual es causa fundamental del deterioro de las canteras.
Cabe recordar que durante la realización del Tercer Encuentro de Patrimonio Cultural y Educación: conocimiento y acciones comunitarias para la conservación de Valle de Allende, celebrado en el mes septiembre de 2019, los especialistas, académicos y lugareños, realizaron un recorrido por el centro histórico donde testificaron el impacto medioambiental y las condiciones materiales de fincas y edificios del lugar con más de 300 años de antigüedad. Asimismo, se elaboró un diagnóstico sobre el estado de la infraestructura y el tipo de degradación que presentan.
Durante el recorrido, los investigadores de la Red tomaron pequeñas muestras de canteras, mortero y adobes de varios inmuebles antiguos e históricos. Es el caso del Santuario de la Virgen de Guadalupe, de la Antigua Aduana, que operó desde tiempos de la Colonia, así como de la Casa Urquidi, donde vivió el primer gobernador del estado de Chihuahua.
Estas muestras fueron sometidas a diversos estudios de laboratorio. La investigación, que llevó a cabo el Departamento de Química de la Universidad de Guanajuato, se basó en una metodología para caracterizar materiales pétreos, la cual analiza la naturaleza del material con técnicas como la reconstrucción mineralógica, resonancia nuclear magnética multinuclear, microscopía electrónica, entre otras.
Con lo anterior, explicó Álvarez Guzmán, se tuvo certeza de las condiciones presentadas por las muestras para decidir el tipo de tratamiento de conservación y/o restauración requeridas. Es decir, la elección de los elementos consolidantes e hidrofugantes apropiados a la naturaleza del material pétreo, a la compresión de los procesos de deterioro, a la búsqueda de materiales similares para reposición, entre otros, que permiten la restauración.
Asimismo explicó que para hacer más eficientes los recubrimientos, se han desarrollado fórmulas híbridas, cuyas combinaciones químicas buscan consolidar y a la vez recubrir el material, haciéndolo parcialmente hidrofóbico (impermeable).
En otras palabras, las muestras de cantera indagadas en laboratorio revelan condiciones de pulverización causadas por la penetración excesiva de agua. De ahí la necesidad de adoptar técnicas que permitan salidas naturales de la humedad y una vez que esto ocurra, aplicar alcóxidos de silicio compuestos a partir de los propios componentes químicos de las canteras deterioradas.
Los resultados de los estudios presentados por el investigador fueron entregados a las autoridades municipales de Valle de Allende, durante un acto formal celebrado en la sala de juntas del ayuntamiento, el mediodía del pasado 31 de enero de 2020.
En la reunión estuvieron representantes del Centro de Investigación y Docencia, de la Secretaría de Cultura, de la Universidad de Guanajuato, del Instituto Tecnológico de Parral, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) de Chihuahua, de Misiones Culturales AC, del Instituto Tecnológico de Monterrey, de la Red de Estudios Interdisciplinarios Sobre Medio Ambiente y Conservación del Patrimonio Mexicano, así como del Ayuntamiento de Valle de Allende y personajes del Comité Ciudadano para el resguardo del sitio histórico.
Del trascendente encuentro, una serie de compromisos interinstitucionales surgieron con el propósito de seguir generando mayor conciencia y conocimiento entre los habitantes del lugar, para que sea la propia comunidad la que promueva y lleve a cabo dicha restauración, apoyado, desde luego, por las instituciones mencionadas.
El cuerpo académico Desarrollo y Gestión Intercultural en Educación del CID, ha desarrollado dos estrategias metodológicas de pedagogía sociocultural, para la puesta en valor del patrimonio cultural y sus impactos ambientales en Valle de Allende.
Una de las estrategias ha sido generar el diálogo de saberes entre diversos profesionistas de distintas áreas del conocimiento y de distintas instituciones de origen federal, estatal, municipal, de la sociedad civil organizada y de la iniciativa privada. Esta actividad permitió identificar tres niveles de impactos ambientales en el sito patrimonial: biodegradadores, ambientales y antropogenéticos. Lo anterior aportó a las instituciones de educación superior pertenecientes de la Red, una metodología que puede ser aplicada a nivel nacional.
La otra estrategia metodológica, fue el desarrollo del Tercer Encuentro de Estudios de Patrimonio Cultural y Educación. Esta estrategia se convirtió en el procedimiento de sociopedagógico de comunicación (enseñanza) y apropiación social (aprendizaje) del reciente conocimiento científico desarrollado por los cuerpos académicos e instituciones de la Red. En este encuentro se llevaron a cabo seis conferencias-conversatorios; tres pláticas in situ; un curso-taller interinstitucional; un recorrido por el sitio colonial; tres tipos de toma de muestras; una de ellas realizada por el cuerpo académico Química y Tecnología del Silicio, de la Universidad de Guanajuato, cuyos resultados se han referido en este texto.