Por Raíchali
— El políglota Enrique Servín decía que la poesía le daba significado a la especie humana y, a su vez, la salvaba del mundo. Por ello, en protesta por su asesinato impune, sus amigos y familiares hicieron un tendedero con su obra en 62 mantas escritas a mano, con lo que buscan mantener vivo su legado y recordarle al Estado que tiene una deuda de justica con el escritor.
Durante la jornada que se realizó este martes en la Plaza Hidalgo, también fueron colocadas 18 de las camisas que usaba Servín Herrera con frases en las cuatro lenguas maternas que se hablan en Chihuahua, como parte del trabajo que realizaba para su recuperación y preservación.
La protesta, explicaron, se realizó este 28 de enero con motivo del cumpleaños número 62 del “guardián de las palabras”, quien fue asesinado el 9 de octubre afuera de su casa en el centro de la capital.
En un posicionamiento que entregaron tanto al Gobierno del Estado como al Congreso, recordaron las facetas de su legado cultural, social y artístico, y exigieron al gobernador Javier Corral a que intervenga ante la fiscalía para que la resolución de la investigación sea lo más expedita posible.
“El maestro Enrique Servín Herrera, no estuvo a salvo de ser otra víctima más de la inseguridad y de la violencia contra las personas que sufren condiciones de vulnerabilidad diversa que afecta a la ciudad de Chihuahua y al estado desde hace décadas y a la que no se ha podido o querido poner freno”
De Servín Herrera recordaron que fue el principal defensor, estratega y promotor de los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas, así como creador de múltiples programas de cultura que han sido pilares en el estado, entre ellas destacaron la colección editorial Flor de Arena.
Fue activista militante en diversas causas sociales y temas como la defensa de los cerros de Chihuahua y del patrimonio arquitectónico, así como defensor de los derechos de la comunidad LGBT plus en 2007, año en el que participó en la primera propuesta de ley para el matrimonio igualitario.
El poeta rarámuri Martín Makawi realizó un ritual de curación durante la protesta.
El escritor Noe Cisneros, lamentó que, a tres meses del crimen, las autoridades no han presentado una línea de investigación concreta. En ese contexto, pidió que se aborde el caso como un posible crimen de odio.
“No sabemos nada. Nosotros, algunos de sus amigos, hemos hecho el planteamiento de que la línea de investigación podría ser un crimen de odio, dado a que era un luchador social y por su orientación sexual, pero por parte de la autoridad no ha habido nada”.