Por Sergio Ocampo Arista y Elio HenríquezCorresponsales de La Jornada
—Culpan a narcoparamilitares solapados por autoridades federales, estatales y municipales
▲ José Lucio Bartolo (izquierda), integrante de los consejos Nacional del Gobierno y Nacional Indígena, y Modesto Verales Sebastián (derecha), promotor de ambas organizaciones, asesinados el sábado pasado en el municipio de Chilapa, Guerrero. Foto cortesía del CNI
Guerrero—El Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ) y el Congreso Nacional Indígena (CNI) informaron que fueron asesinados a balazos el concejal nahua José Lucio Bartolo Faustino y Modesto Verales Sebastián, promotor de ambas organizaciones, cuando circulaban por el bulevar Eucaria Apreza, en el municipio de Chilapa de Álvarez, en la región de la Montaña baja de Guerrero.
Roberto Álvarez Heredia, vocero de seguridad del gobierno estatal, confirmó que la Fiscalía General de Justicia de Guerrero investiga el doble homicidio y que los cuerpos fueron localizados en vehículo abandonado marca Chevrolet, color rojo sin placas de circulación.
El funcionario explicó que de acuerdo con la carpeta de investigación 12040190300144040619, entre las ropas de las víctimas fueron encontradas credenciales del Instituto Nacional Electoral, una del Comité Ejecutivo de la Policía Comunitaria región centro de Guerrero que acreditaba a Bartolo Faustino como coordinador regional.
En un comunicado, el Cipog-EZ y el CNI informaron que “alrededor de las 6:30 horas del 4 de mayo fueron ejecutados nuestros hermanos el concejal nahua José Lucio Bartolo Faustino y Modesto Verales Sebastián, ambos promotores del Cipog-EZ. Los dos fueron miembros de nuestra organización, defensores de nuestros territorios y cultura, y sobre todo, constructores de la autonomía en sus comunidades.”
El sábado “tuvieron una reunión con otros miembros de su organización a las 16 horas en la ciudad de Chilpancingo. Se estaban coordinando para realizar movilizaciones, ya que diversas dependencias estatales y federales se han negado a tratar sus demandas sociales y políticas. De regreso a su comunidad fueron interceptados por grupos armados que los persiguieron y ejecutaron en la ciudad de Chilapa”, a pesar de la presencia del Ejército Mexicano y de las policías ministerial, estatal y municipal.
Recalcaron que las comunidades que los elegimos como concejal del Consejo Indígena de Gobierno (CIG)-Consejo Nacional Indígena (CNI) y como delegado de este último hemos estado bajo el asedio de organizaciones criminales toleradas por los tres niveles de gobierno. Llevamos años alzando nuestra voz y la impunidad se mantiene. (El presidente) Andrés Manual López Obrador está plenamente informado del grave problema de violencia generado por los grupos criminales en el municipio de Chilapa de Álvarez. No podrá decir que no sabía.
Responsabilizamos “a las autoridades federales, estatales y municipales, que conocen perfectamente las actividades delictivas de Celso Ortega (líder del grupo criminal Los Ardillos) y permiten la impunidad de su organización delictiva y el asesinato de nuestros hermanos José Lucio Bartolo Faustino y Modesto Verales Sebastián.
Hacemos responsables de la integridad física de todos los integrantes del Cipog-EZ a Jesús Parra García, presidente municipal de Chilapa de Álvarez, al gobierno estatal y (al) federal.
Dirigentes del Cipog-EZ que pidieron omitir sus nombres detallaron que las víctimas estaban preocupadas porque se había excluido a más de 600 campesinos indígenas de 21 comunidades de los municipios de José Joaquín de Herrera y Chilapa –productores de maíz y frijol– del programa de entrega de fertilizantes. Venían a dar seguimiento a los acuerdos con el gobernador (Héctor Astudillo Flores).
Los compañeros fueron arteramente asesinados en una acción en la que se coludieron los grupos de la delincuencia organizada y los tres niveles de gobierno, reiteraron en un comunicado conjunto.
Desde Chiapas, el CNI-CIG y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional condenaron el asesinato de Bartolo Faustino y Verales Sebastián en Guerrero.
“Nuestros compañeros fueron secuestrados y asesinados por grupos narcoparamilitares que operan en la región, con la complicidad y protección de los tres niveles del mal gobierno, que con desprecio y mentiras simula atender las demandas de seguridad y justicia de las comunidades indígenas”, agregaron.
En un comunicado conjunto señalaron que “nuestros compañeros asesinados y sus comunidades llevan años organizando su policía comunitaria para resistir la violencia, la extorsión y la imposición de la siembra de la amapola por parte de dos grupos criminales, Los Ardillos y Los Rojos, que controlan los gobiernos municipales de la región, con la complicidad del Ejército Mexicano y de las policías estatales y municipales, e incluso lograron imponer, en algún momento, a uno de sus líderes como presidente del Congreso de Guerrero”.
El Cipog-EZ y el CNI pedirán a la Organización de las Naciones Unidas que intervenga para trasladar a los cuerpos de las víctimas a sus comunidades de origen, toda vez que sus familiares no han podio recuperarlos debido a la violencia en la región.