Por Francisco Ortiz Pinchetti
Existen ocurrencias para todo. La megafarmacia de Andrés es una de ellas, por ejemplo. También las hay para recibir el Año Nuevo. Como usar calzones rojos esa noche, para tener amor en el año por venir. O amarillos, para tener dinero. Está también la idea de atragantarse 12 uvas con las 12 campanadas del reloj, justo a la medianoche, para que se cumplan nuestros 12 deseos. O salir de la casa con una maleta y dar como orate la vuelta a la manzana, para tener oportunidad de viajar frecuentemente durante los siguientes 12 meses. Y, desde luego, la costumbre de anotar nuestros buenos propósitos para el nuevo año, en la que siempre el primero es hacer ejercicio para bajar los kilos que ganamos en las cenas decembrinas.
Hay otras ocurrencias, como los buenos deseos y abrazos que prodigamos por estos días a nuestros familiares, amigos, colegas, compañeros de trabajo, cómplices de cantina o correligionarios de sector y de partido. Y otras se han ido diluyendo con el tiempo.
Recuerdo a propósito que en mis tiempos de impresor -allá a mediados de los años sesentas del siglo pasado-, en esta temporada hacíamos tarjetas navideñas personalizadas. Teníamos una serie de textos alusivos, parados ya en lingotes de linotipo. El cliente podía escoger entre nueve o diez “leyendas” diferentes para expresar sus parabienes. Había algunas tan simples y comunes como la de “Feliz Navidad y Año Nuevo”, pero también algunas más elaboradas, como la que ponía: “Que las dulces palabras de Jesús, ´amaos los unos a los otros’, perdure en vuestros corazones a través del Año Nuevo”.
Lo que no había visto es que existiera todo un catálogo de frases para escoger, alusivas todas a la llegada del Año Nuevo. Encuentro en el portal de la agencia Infobae–Perú una extensa nómina de enunciados. Los ofrecen muy en serio como “mensajes emotivos, inspiradores y cortos para compartir en Instagram, WhatsApp y Facebook“. Entre ellos hay por supuesto mayoría de frases hechas, obviedades y no pocas cursilerías y pavadas; pero también encontré ocurrencias originales y hasta una que otra genialidad.
Hice esta selección, entre ciento de ellas, surtiditas, con la aclaración de que no se vale usarlas como eslogan de campaña:
– En el nuevo año valora lo que tienes, supera lo que te duele y lucha por lo que quieres.
– Comienza el año corriendo: hacia tus seres queridos, hacia el trabajo que te emociona y hacia la vida que sueñas.
– Te deseo un nuevo año 2024 matemático: suma todo tipo de placeres, resta cualquier tipo de dolor, multiplica por mil la felicidad y divide el amor entre todos tus seres queridos. ¡Feliz Año!
– Que el Año Nuevo sea como un lienzo en blanco en el que podamos escribir con felicidad nuestro paso por la vida.
– Espero que este año que comienza cometas muchos errores, porque eso querrá decir que estás viviendo, cambiándote a ti mismo y cambiando el mundo.
– No es el destino, es el viaje. Que disfrutes cada día de tu aventura. ¡Feliz Año Nuevo!
– Que el Año Viejo se quede con lo malo y que el Año Nuevo te enseñe todo lo bueno que tiene la vida para ti.
– Si en 2024 la vida te da cientos de razones para llorar, tú demuéstrale que tienes millones de razones para soñar. ¡Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad!
– La vida nos ha regalado un año más, y celebro poder seguir contando contigo en 2024.
– Quiero enviarte algo especial para esta Nochevieja, pero tengo un problema: ¡no sé cómo se envuelve un abrazo, un beso y todo mi cariño!, ¡Feliz Año 2024!
– Mucho amor, champán, diversión… ¡Y una pizca de locura! Feliz próspero Año Nuevo.
– Que en estas fechas reine en tu hogar el amor, la paz y la felicidad.
– Gracias por todo el amor que me has dado este año, gracias por darme tanto por lo que estar agradecido.
– Me crucé con felicidad y le pedí que pase por tu casa con salud y amor para este nuevo comienzo.
– Nuevo es el año, nuevas son las esperanzas, nuevos los propósitos y nuevos son mis mejores deseos solo para ti.
– Nunca eres demasiado viejo para proponerte otro objetivo o para soñar un nuevo sueño. ¡Feliz Año Nuevo!
– Que este año nuevo te dé el coraje para enfrentar un nuevo horizonte. ¡Que tengas un maravilloso Año Nuevo!
– Mañana es la primera página en blanco de un libro de 365 páginas. Escribe una buena.
– Aquí está tu oportunidad de dar la vuelta a una nueva hoja en el libro de tu vida. ¡Feliz Año Nuevo!
– Este 2024 corre tras tus sueños. Si no los alcanzas, ¡al menos adelgazas!
– El mejor ritual de Año Nuevo es echarle huevos a los siguientes 365 días.
– Doce meses, cuatro estaciones, un corazón alegre y unos ojos soñadores. ¡Feliz Año Nuevo!
– Cuando un sueño se cumple, un pequeño duende esboza una sonrisa. Este próximo 2024 los duendes no dejarán de sonreír.
– Te deseo 12 meses de placer, 52 semanas de emoción, 365 días de risa, ocho mil 760 horas de buena suerte, 525 mil 600 minutos de alegría y 31 millones 536 mil segundos de éxito.
– Te deseo que seas muy feliz en este año que comienza… tanto, que no sepas si vives o sueñas.
– Cierra los ojos, piensa en todo lo que te hizo sonreír en el año que termina y olvídate de todo lo demás.
Y una sencillamente genial: ojalá tus problemas duren lo mismo que tus propósitos de Año Nuevo.
Válgame. ¡Felicidades!
DE LA LIBRE-YA INOCENTADA. Cuando el Presidente López Obrador confirmó este jueves la inauguración de la mega farmacia de Huehuetoca -en la que habrá todos los medicamentos del mundo, todos-, desde la cual el Ejército podrá surtir cualquier fármaco a cualquier parte de la República en menos de 48 horas, muchos habrán notado una sonrisita sarcástica en el rostro del tabasqueño. Pocos sin embargo, como yo, habrán recordado que era 28 de diciembre. ¡Inocente palomita!
@fopinchetti