Por Leonardo Boff
El pasado 7 de octubre asistimos a un acto terrorista contra Israel, perpetrado por el grupo armado Hamás en la Franja de Gaza, que es también una forma convencional de organización civil en la sociedad que lo administra. La represalia del Estado sionista de Israel, bajo B. Netanyahu, fue tan asimétrica y desproporcionada que, según la propia ONU, representa un verdadero genocidio del pueblo palestino de la Franja de Gaza con la muerte de miles de niños inocentes, civiles y la destrucción de la mayoría de las casas. Se creó un estado terrorista. Una ola de fundamentalismo se está extendiendo por todo el mundo, asociado con el terrorismo y, en su forma extrema, el genocidio. Empecemos por el fundamentalismo.
El fundamentalismo no es una doctrina sino una forma exclusiva de ver la doctrina . El fundamentalista está absolutamente convencido de que su doctrina es la única verdadera y todas las demás son falsas. Al no tener el derecho, se puede y se debe luchar contra ellos. Cuando alguien se considera portador de una verdad absoluta, no puede tolerar otra verdad y su destino es la intolerancia que degenera en desprecio por los demás, agresión y eventualmente guerra.
Ocurre con parte del judaísmo llamado sionismo, que busca un estado únicamente de judíos. Este dice que la tierra de Palestina fue dada por Dios a los judíos y ellos tendrían derecho a un estado exclusivo para ellos. Como resultado, ocupan tierras en Cisjordania, expulsan a sus habitantes árabes, se llevan sus casas y todo lo que hay dentro. El sueño del sionismo de raíz propone crear un Estado judío del tamaño de la época del rey David. Algunos palestinos y árabes de la región creen que tienen derechos seculares y se niegan a reconocer a Israel como Estado porque es un usurpador. Declaran el propósito de defender y recuperar sus tierras expropiadas y para ello se arman y realizan actos de violencia, llegando al terror como respuesta al terror de los radicales judíos que sufren desde hace 75 años.
¿Cuáles son las características del terrorismo? La singularidad del terrorismo reside en la ocupación de las mentes . En las guerras, los bombardeos aéreos no son suficientes, como se ve en los cientos de ataques aéreos israelíes. Necesitas ocupar espacio físico para imponerte efectivamente. Este fue el caso en Afganistán e Irak y ahora en la Franja de Gaza por parte del ejército israelí. No con horror. Basta ocupar las mentes con amenazas que producen miedo, internalizadas en la población y en el gobierno. Los estadounidenses ocuparon físicamente Afganistán de los talibanes e Irak de Saddam Hussein. Pero Al Qaeda ha ocupado psicológicamente las mentes de los estadounidenses. El entonces vivo Osama Bin Laden, el 8 de octubre de 2001, proclamó: “ De ahora en adelante, Estados Unidos nunca más tendrá seguridad, nunca más tendrá paz”.
Para dominar las mentes mediante el miedo al terrorismo, se sigue la siguiente estrategia:
(1) los actos deben ser espectaculares, de lo contrario no causarán una conmoción generalizada;
(2) a pesar de ser odiados, deben provocar asombro por la sagacidad empleada;
(3) deben sugerir que han sido completamente preparados;
(4) deben ser imprevistos para dar la impresión de ser incontrolables;
(5) los autores deben permanecer en el anonimato (usar máscaras) porque cuanto más sospechosos son, mayor es el miedo;
(6) deben provocar miedo permanente;
(7) deben distorsionar la percepción de la realidad: cualquier cosa diferente puede constituir terror. Un árabe en un avión es fácilmente visto como un terrorista y se llama a las autoridades. Más adelante vemos que era un simple ciudadano.
Formalizando: terrorismo es toda violencia espectacular, practicada con el propósito de ocupar las mentes con miedo y pavor . Además de la violencia, lo que se busca es su carácter espectacular, capaz de dominar la mente de todos. En general, el terrorismo es la guerra de los débiles, de los que siempre son dominados y humillados. En última instancia, como ocurre actualmente en la Franja de Gaza, no tienen otra alternativa que resistir y cometer actos de terrorismo. La resiliencia tiene sus límites.
Tememos que, después de la violencia genocida de Israel en la Franja de Gaza, que se ha cobrado tantas víctimas inocentes, especialmente miles de niños, mujeres y civiles, se produzcan actos de terror contra los judíos en todo el mundo o incluso estalle el antisemitismo, lo que no debería ocurrir. identificado con el sionismo de raíz.
Dios nos libre de este horror que despierta el espíritu de venganza y la espiral de violencia asesina.
Dada la virulencia que los países militaristas aplican a quienes se les oponen, bien representados por los estadounidenses, se teme que el terrorismo se convierta en una manifestación en muchos países dominados. No nace en sí mismo. Es una explosión de dominación y humillación tan loca (primera violencia) que no ven otra alternativa que rebelarse, convirtiéndose algunos en terroristas suicidas y llevando a cabo actos de terror (segunda violencia).
La respuesta de los países dominantes es tomar represalias de manera aún más violenta, librando guerras híbridas y absolutamente asimétricas con las armas más modernas, matando personas indiscriminadamente, arrasando sus casas y cometiendo verdaderos genocidios, en el sentido de asesinar a niños y ancianos que No tienen nada que ver con eso, tienen que ver con la guerra, destruyen templos, hospitales, escuelas y centros culturales. Ya no es una guerra de los fuertes contra los débiles, sino crímenes de guerra y un verdadero genocidio por parte de los fuertes.
Leonardo Boff escribió El doloroso nacimiento de la Madre Tierra: una sociedad de fraternidad sin fronteras y amistad social, Vozes 2021; Comensalidad y cultura de paz, Vozes 2015.