Por Irene Sánchez, Cristian Díaz y Jessica Xantomila | La Jornada
Rosario Lilián Rodríguez Barraza, madre buscadora de Sinaloa e integrante del colectivo Corazones sin Justicia, formado por familias de personas ausentes, fue asesinada el 30 de agosto, Día Internacional de las Victimas de Desapariciones Forzadas.
Su cuerpo fue hallado cerca de las vías del tren alrededor de las 21:59 horas del martes, en el poblado de La Cruz, municipio de Elota.
La víspera acudió a una misa en memoria de su hijo Fernando Anizahi Ramírez Rodríguez, desaparecido el 16 de octubre de 2019, entonces de 20 años de edad, informó ayer la Fiscalía General del Estado (FGE).
Según el reporte, Rosario Rodríguez, de 44 años, fue privada de la libertad por hombres armados que viajaban en un vehículo, quienes se la llevaron poco después de haber salido de la iglesia.
La fiscalía indicó que inició una investigación por el secuestro y feminicidio de la activista.
El gobernador morenista Rubén Rocha Moya dijo que Rodríguez ya había denunciado ante instancias de derechos humanos amenazas por su labor, pero no recurrió al mecanismo de protección a periodistas y defensores de las garantías individuales.
Fuentes de la Secretaría de Gobernación confirmaron que Rosario Lilián no era parte del mecanismo y que tampoco había denunciado las amenazas ante instancias federales.
Datos del portal Hastaencontrarlos.com.mx refieren que Rodríguez Barraza y su familia habían sufrido amenazas y ataques como el incendio de su casa, el intento de secuestro de otro de sus hijos y el robo de un vehículo, el cual le devolvieron.
En una entrevista reciente, la madre buscadora relató que hombres armados se llevaron a su hijo en un automóvil blanco y que fue inútil denunciarlo ante la vicefiscalía en la zona sur, con sede en Mazatlán.
Mencionó que presentó videos y testimonios, pero no hubo respuesta. El supuesto captor de su hijo está detenido en San Luis Río Colorado, Sonora; sin embargo, la FGE de Sinaloa le respondió que no podía hacer nada por tratarse de otra entidad. Yo espero una respuesta, sólo busco a mi hijo, no culpables
, expresó en ese momento.
Mientras, organizaciones civiles de Sinaloa exigieron a las autoridades del estado que el crimen sea perseguido como feminicidio agravado.
La tarde de ayer los grupos se manifestaron en la explanada de la catedral de Culiacán y cerraron la calle Obregón, donde gritaron consignas como: ¡Ni una más, ni una rastreadora más!
, ¡Justicia para Lilián!
y ¡Aparición de Fernando con vida!
Isabel Cruz Bernal, del colectivo Sabuesas Guerreras, expuso que ahora se sienten más desprotegidas y vulnerables para seguir con la búsqueda de sus seres queridos.