Por Lilia Cisneros Luján
Cuando la euforia para formarse en la fila de la sucesión presidencial se intensificaba, un funcionario de aduanas, que esperaba la suerte para su paisano, me hizo notar que la cantidad de incendios –sobre todo los comerciales e industriales- acusaban un aumento inexplicable. Aseguraba que se trataba de “accidentes” provocados, para reponerse con el cobro del seguro de la mala racha económica que el sector venía sufriendo. Mi incredulidad se aderezaba con opiniones de otros periodistas y de los propios agentes de seguros en el sentido de que tal punto de vista era una leyenda urbana; pero el tema me hizo profundizar y descubrir que sí, en el ámbito rural hay quien quema bosques para convertir las tierras en ganaderas o desarrollos urbanos y los amantes de lo ajeno incendian propiedades que esperan vandalizar una vez que se puede acceder por cualquier puerta o ventana dañada. ¿en qué proporción las conflagraciones han abonado al cambio climático? Los responsables de tales tragedias ¿han pagado por sus delitos?
Además de una búsqueda eminentemente crematística, hay quien usa la lumbre como provocación o venganza. Este tipo de procedimientos muy propios de los porros, son comunes entre estudiantes –a veces como novatada en las preparatorias- procurando que ardan en una pira útiles escolares, libros y quizá algo de ropa ¿podemos imaginar que adversarios políticos provoquen un incendio tipo de lo que ocurrió la semana pasada en la planta de asfalto de Coyoacán? ¿Se puede definir como accidente lo que acaba de ocurrir en Puebla afectando a más de dos mil ciudadanos?
Sin asumir la perfección de las estadísticas, se afirma que en las 32 entidades federativas hay una superficie afectada de casi seiscientas cinco mil hectáreas ¿Le parece mucho? ¿Qué se estaba haciendo para prevenir? ¿Cómo afecta la reducción de prepuestos en esta área? La generación de nuestros nietos, que considera que, al quemarse la piel de la tierra, el planeta en su conjunto queda desprotegido modificando su composición biológica, dañando a la población animal de la zona afectada -básicamente los de menos movilidad, crías de aves o mamíferos, invertebrados etc.- sin que sea suficiente sembrar arboles –algunos no propios del territorio que se pretende recuperar- ahorrar agua doméstica, separar basura o botar ésta en ríos y terrenos baldíos.
Los siniestros urbanos son fuegos no controlados de grandes proporciones que pueden afectar a personas por lesiones o muerte, amén de propiciar daños materiales y deterioro del ambiente. Generalmente se originan en instalaciones defectuosas, sobrecargas o falta de mantenimiento a los sistemas eléctricos y en espacios usados sin respeto al uso de suelo. ¿Qué hace la CFE, para evitar los diablitos de casa habitación o incluso los que realizan los miles de ambulantes que se instalan a la vera de un poste? Además de las fallas eléctricas producen fuego la manipulación inadecuada de líquidos inflamables, fugas de gases combustibles, acumulación de basura, velas, cigarros mal apagados, artefactos de calefacción en mal estado y niños jugando con fósforos. ¿Entienden los piratas de la atención a niños quemados, todo lo que significa la atención integral de la infancia afectada o con posibilidad de serlo?
Así como se cree erróneamente que una póliza de salud me ayudará a no morir, los seguros de incendios[1] pueden hacernos imaginar que ante un imprevisto podré recuperar mi casa o negocio, aunque no siempre la indemnización alcanza para empezar de nuevo, de la misma manera que si mi automóvil sufrió pérdida total, no me alcanzará para comprar otro en las mismas condiciones de cuando lo adquirí. Sea como sea, no es muy objetivo descartar que en cualquier tipo de siniestro además de la posibilidad de un accidente debe ser considerada la de un acto ilícito que, si bien muchos de los aseguradores usan esto para evitar pagar los daños, a las autoridades les corresponde aplicar todos los elementos necesarios sobre todo cuando en dichas contrataciones se implica la corrupción. A los afectados por el derrumbe de la línea 12 el metro ¿la ciudad les paga con presupuesto fiscal o como resultado de la contratación de un seguro? Si se trata de esta última opción ¿Qué empresa se contrató y que tipo de seguro cubre la póliza?[2] ¿se ha tardado el seguro en cubrir las consecuencias del accidente? Si acaso el tema es que alguien se olvidó de contratar un seguro ¿Tenemos derecho los ciudadanos a saber porque no se hizo, de a como nos toca cada uno de los afectados y hasta cuando los van a apoyar?
Las quemaduras son algo muy grave, desde la antigüedad, los ejércitos quemaban poblaciones enteras para acabar con los enemigos y casi siempre los daños colaterales los han debido soportar los pueblos ¿Por qué el mundo arde? ¿Qué está haciendo nuestro país para que el fuego no nos alcance?
[1] Son contratos por los cuales la aseguradora se compromete a indemnizar frente a los daños que ocasione un incendio sobre el bien asegurado, que usualmente es un inmueble. Su costo puede ir de los dos a los 10 mil pesos anuales, dependiendo de muchos factores entre ellos lo que excluye que puede ser: Vicio propio de la cosa objeto del seguro; Terremoto, Meteorito; maremoto y erupción volcánica; tornado, huracán o ciclón, inundación, entre otros.
[2] Dicho seguro, si existe, ¿se parece al que protege el patrimonio de los afectados de riesgos de incendio, daños por el calor, el humo y hollín, así como los eventos de la naturaleza, tales como granizadas, inundaciones y otros tales como explosión interna o externa, terremoto, caída de aeronaves e impacto de vehículos entre muchas más coberturas propias de este tipo de riesgos?