Vivir la Patria


Por Ernesto Camou Healy

— El pasado 16 de septiembre festejamos la Independencia con asueto y un desfile cívico militar sin espectadores. Se supone que es una manera de construir la mexicanidad. Para mi gusto es un poco estentóreo y quizá no muy adecuado, porque lo mexicano se transmite de manera más sólida en el quehacer cotidiano, honesto y responsable, y en las ocasiones en las que nos sentimos y somos solidarios con quienes compartimos vivencias, tareas, comida, música, alegrías, o dolores también, con quienes nos sabemos cercanos y acompañados.

Viví varios años en un pueblecillo en el Valle de Toluca, y en los días de la fiesta patronal había servicios religiosos, danzas y procesiones, y en todas las casas se hacía mole, arroz y unas tortillas de maíz exquisitas. Al pasear por las calles nos jalaban: “Maestro, venga a comer un taquito, a tomar un pulquito”, y de pronto me veía en una tertulia familiar, con un plato de mole con arroz y un altero de tortilla, más un jarrito de pulque. Nos convidaban los productos de su milpa, corral y huerto. Ellos hacían Patria con sus vecinos y su virgencita, y nos compartían identidad y vida.

Alguna vez, en la sierra Norte de Veracruz, en una comunidad náhuatl, acompañé al presidente del comisariado ejidal hasta una meseta a donde iba a resolver una disputa por terrenos. Ahí estaban los quejosos, esperando para exponer sus razones y escuchar la decisión. Él era un hombre maduro y escuchó, reflexionó y decidió quién tenía razón. Luego les pidió que se dieran la mano y fueran buenos vecinos. Para entonces ya estaban calentando el mole y las tortillas para agradecer al visitante. Verlos acudir a la autoridad y aceptarla para terminar con un banquete compartido, me hizo saber que estaban construyendo comunidad, historia y también Nación.

En Rayón, junto al río San Miguel, una cordial familia me permitió acompañarla desde temprano a la ordeña para luego atestiguar el proceso para hacer queso cocido, mientras platicaban de su vida y sus hijos, estudiantes de la Universidad de Sonora. Me quisieron enseñar a hacer tortillas de harina y fallé miserablemente. Pero me consolaron con unos burritos del queso con frijoles maneados y una salsa de chiltepín bastante picosa. Identidad culinaria y regional, amable sin duda.

Cuando los indígenas chiapanecos tomaron San Cristóbal de las Casas en un alzamiento para conseguir justicia y dignidad para los suyos, el Gobierno de Salinas reaccionó con violencia y mandó al Ejército a perseguirlos. Por todo México, y en Sonora también, se levantó un reclamo airado que exigía comprensión y diálogo, no armas y represión; fue un momento de crisis nacional y una expresión generalizada de solidaridad y conciencia que forzó a ese Gobierno a tragarse su orgullo y buscar una solución consensuada. Muchísimos mexicanos hicieron Patria en ese esfuerzo.

Después, a las pláticas por la paz, allá en San Andrés Larrainzar, Chiapas, llegamos invitados a participar, muchas personas preocupadas por lograr justicia y dignidad para las etnias nacionales. Nos reuníamos todo el día y comíamos en una escuela donde las mujeres preparaban un caldo con verduras y carne o pollo, arroz, frijoles y muchas tortillas. Por la tarde volvíamos a pernoctar en San Cristóbal de las Casas y salíamos a la plaza a descansar. Ahí nos encontrábamos con otros asesores del movimiento zapatista y terminábamos comiendo unos tacos o compartiendo un mezcal, y platicando de lo que estábamos viviendo. Sabíamos que colaborábamos a construir Patria, identidad y justicia.

A veces uno vive momentos privilegiados en los que hay conciencia de estar cimentando una vivencia común; pero es sobre todo en el trabajo perseverante, honesto y compartido, que se hace patria día con día. Es en esas experiencias de faena o fiesta en común, de unidad y responsabilidad donde vamos dando forma a lo que somos, compartiendo vida y trabajos y haciéndonos en el seno de la pluralidad. Ahí es donde somos Patria.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *