Por Dora Villalobos Mendoza/ Ecos de Mirabal
— Hombres y mujeres de Chihuahua, particularmente de organismos e instituciones ligadas a la cultura, enviaron una carta abierta al Congreso del Estado de Chihuahua, a la gobernadora electa María Eugenia Campos Galván, a la comunidad artística y a la ciudadanía chihuahuense, donde piden sostener la Secretaría de Cultura.
Esto porque la iniciativa de reforma que impulsa Campos Galván propone la desaparición de la Secretaría de Cultura del Estado de Chihuahua.
La carta abierta argumenta lo siguiente:
1.- Que la Secretaría de Cultura tal como la conocemos hoy, es resultado del esfuerzo de activistas, gestoras, gestores promotores, artistas, ciudadanas y ciudadanos del Estado, quienes, desde hace más de 30 años, han contribuido a la creación de estos instrumentos institucionales de fortalecimiento a la cultura.
2.- Que los derechos culturales son fundamentalmente derechos humanos que deben asegurar el disfrute de la cultura y sus componentes en condiciones de igualdad, dignidad humana y no discriminación. Así está enunciado en tratados y convenciones internacionales de los que México ha sido parte. Como también se enuncia en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como uno de los ejes más importantes de políticas públicas, por ello el desarrollo de la cultura y las artes no es accesoria a las funciones del Estado, son funciones de primera necesidad y como tal de primera atención.
3.- Que es obligación del Estado el proteger, impulsar y promocionar la cultura con recursos económicos, estructurales y de infraestructura suficientes adecuados y pertinentes para cubrir todos los fines y objetivos planteados en la Ley de Desarrollo Cultural del Estado de Chihuahua, lo que exige la progresión en su tutela en todos los ámbitos del desarrollo como un eje transversal, tal y como lo ha determinado la UNESCO.
4.- Siendo los derechos culturales derechos humanos fundamentales, se rigen por el principio de “progresividad” que obliga a toda autoridad al gradual progreso para el logro del pleno cumplimiento del derecho humano, estando impedida entonces la autoridad, para adoptar medidas regresivas contrarias a los avances logrados.
5. Que la desaparición de la Secretaría de Cultura del Estado de Chihuahua es un retroceso, una regresión que vulnera los derechos culturales que son derechos humanos, de toda la ciudadanía en el estado de Chihuahua.
6.- Que la cultura no es un bien prescindible, en tiempos de crisis, sino un poderoso motor para emerger de las crisis. En estos tiempos de pandemia ha sido el principal instrumento de conexión entre las instituciones del Estado de Chihuahua y la gente desde las ciudades hasta las comunidades más apartadas de la sierra, la cultura ha mantenido viva la comunicación y la esperanza.
7.- En tiempos de contingencia social, como las crisis de seguridad y la actual pandemia, trabajadoras y trabajadores de la cultura hemos permanecido de pie aportando a la salud mental acciones concretas de sobrevivencia para nuestras comunidades. Nuestra cultura es nuestra fuerza.
8.- La Cultura somos todas y todos, cualquier medida regresiva nos afecta en la misma medida a todas y todos los ciudadanos.
9.- El Estado, a contrapelo de ahorros administrativos debe elevar el papel de la Cultura a prioridad y solventar esta actividad con presupuesto para el correcto funcionamiento de la Secretaría de Cultura, por la misma razón, la cultura debe ser y estar en el nivel más alto de consideración en las líneas de todo gobierno que se considere a favor de la gente, para integrarse con sus instrumentos e instituciones, en los planes estratégicos de desarrollo territorial, social y económico del Estado, con toda su infraestructura, potencial social, político y económico.
Por estas razones y basados en la experiencia histórica, pugnamos y exigimos una política cultural con un claro enfoque humanitario, que atesore el patrimonio de sus instituciones y de su legado histórico y artístico que pugne por el rescate de las lenguas, la creación de riqueza tangible e intangible que, apoye la inclusión, el respeto de los derechos de las y los ciudadanos ganados a fuerza de trabajo y entrega, indica el documento-