Protestan pacientes de hemodiálisis por rotación de enfermeros en hospital Covid 19

Texto y fotos: Adriana Esquivel / Raíchali

Chihuahua— En pleno pico de la pandemia por Covid-19, personal del Hospital Central le dio la espalda a un grupo de mujeres con insuficiencia renal que acudieron al lugar para solicitar que los enfermeros a cargo de hemodiálisis no sean rotados al área de pacientes con coronavirus.

Al hospital acuden por lo menos 30 personas que requieren dicho tratamiento tres veces a la semana y son pacientes de alto riesgo pues, además de insuficiencia renal crónica, la mayoría padece diabetes, hipertensión u obesidad, lo que los hace más vulnerables.

Los pacientes entran a su tratamiento por un acceso alterno y se encuentran en una zona aislada, sin embargo, en las últimas semanas han visto con preocupación que el hospital rota al personal del área de hemodiálisis y de Covid-19.

Por ello, hace ocho días entregaron un escrito dirigido al director del hospital Vittorio Vigna y al subdirector Alfonso Perea, para solicitarle que se respete al personal del área por el riesgo que representa para ellos.

“El director lo que dijo fue que, si no nos gustaba, que nos fuéramos a un hospital privado, pero nosotros tenemos Ichisal (Instituto Chihuahuense de la Salud) e Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar) y se le paga al hospital por ese servicio, no es un capricho de nosotras”

Como no obtuvieron una respuesta oficial, acudieron a manifestarse pacíficamente y a solicitar una reunión con los directivos para expresarles su preocupación y exponer que el hospital está violando sus derechos humanos.

Las pacientes llegaron a las 12 horas de este jueves a la espera del diálogo. Sin éxito, esperaron tres horas afuera del hospital por una respuesta, al cual también llegaron personas con síntomas de Covid-19 para revisarse.

Al lugar llegó el doctor Julio Gutiérrez, quien está a cargo del área de hemodiálisis, quien les externó que al principio él tampoco estaba de acuerdo en que se rotara al personal, pues, además del riesgo, no cualquier enfermero está capacitado para atender a pacientes con insuficiencia renal.

“Yo todo esto lo preví, no estuve de acuerdo (…) el riesgo de infección es alto, y yo comprendo sus dudas e inquietudes. Yo estoy de su lado, hago lo que puedo hasta donde puedo”, comentó el doctor quien les explicó que se están tomando medidas para disminuir riesgos de contagios.

Pero las pacientes reiteraron que no hay medidas de precaución suficientes, pues ellas han observado como pasan de un área a otra sin.  

Entre las afectadas se encuentra la activista y defensora de pueblos indígenas Estela Ángeles Mondragón.

Aunque personal del área de comunicación social de la Secretaría de Salud acudió para revisar el problema y platicar con ellas, al final, el Hospital sólo permitió el paso a dos familiares de las manifestantes “para que las pacientes no estuvieran en riesgo”.

Las pacientes observaron esa respuesta como una incongruencia pues, mientras el hospital actuó para disminuir riesgos, las dejaron afuera durante tres horas, expuestas a las personas que acudían con síntomas, cuando los médicos podían bajar para platicar con ellas.

Adelantaron que si la situación no cambia, buscarán el respaldo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y, de ser necesario, recurrirían a acciones legales para protegerse, pues no pueden vivir sin su tratamiento.

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