Claudia y el misterio del túnel de la L12

Por Francisco Ortiz Pinchetti

— Además de haberse convertido en mi medio de transporte idóneo durante muchos años, la Línea 12 del Metro tiene una proximidad física con mi entorno urbano inmediato. Estoy a menos de 200 metros de la estación Insurgentes Sur de la ruta Mixcoac-Tláhuac. Ambas circunstancias hacen que el tema me incumba no solo de manera profesional, sino también, evidentemente, en lo personal y vecinal.

La suspensión del servicio en el tramo subterráneo de la Línea dorada, como la bautizara por su desgracia ulterior Marcelo Ebrard Casaubón, es un asunto harto delicado, en la medida en que afecta a más de 220 mil usuarios diarios que tenía. En particular, me refiero a la sección correspondiente al túnel de 11.6 kilómetros en el que se ubican nueve estaciones, siete de las cuales están en territorio de la Alcaldía Benito Juárez, en la cual estoy avecindado desde hace casi 40 años.

Se entenderá entonces que me indigne la falta de transparencia con que se ha manejado el accidente del 3 de mayo pasado y sus consecuencias. Todo. Y en particular, el misterio que por alguna extraña razón parece envolver al túnel por el que circulé seguramente cientos de veces, ajeno por completo a la eventualidad de una desgracia… que cada vez veo ahora más posible.

Ocurre que han pasado ya cuatro meses y medio y no sabemos nada de los culpables del “accidente” en el elevado, ni de las verdaderas condiciones del tramo subterráneo que parece que nunca será reabierto. Y cada día, más de 65 mil usuarios se ven obligados sólo en ese sector a utilizar las rutas emergentes de autobuses y trolebuses para ir a sus trabajos y escuelas o de regreso a la casa.

Cotidianamente soy testigo de las colas que forman miles de usuarios, muchos de ellos vecinos míos, frente a las estaciones cerradas de la Línea 12, que esperan hasta una hora para abordar una unidad, lo que en esta época se ve agravado por las casi diarias tormentas que azotan a la capital. Hay que considerar también que en cuatro de sus estaciones–Mixcoac, Zapata, Ermita y Atalilco–, la ruta hacía conexión con otras líneas del sistema.

Trayectos que antes se realizaban en 20 o 25 minutos hoy implican hasta dos horas y media en cada sentido, con el consiguiente aumento del estrés y de los riesgos de contagio por COVID-19, además.

Ante esta situación la respuesta de la autoridad, y concretamente de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, ha sido opaca, contradictoria y a veces abiertamente mentirosa. No en balde es maestra aventajada de su maestro, que la califica como “de primera”.

Mientras hace malabares para posponer las conclusiones de la supuesta investigación de las causas del derrumbe en el que perdieron la vida 26 personas y más de un centenar resultaron heridas, algunos con consecuencia irreversibles, la funcionaria procura confundir con verdades a medias y mentiras completas el tema de las indemnizaciones con lo del peritaje técnico de los “expertos noruegos” y la supuesta investigación de la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México de la que nada se sabe. Al final, lo que hace es encubrir el meollo del asunto: ¿Quién o quiénes son los responsables?

Y en medio de esa batahola, el misterio del tramo subterráneo prevalece.

Aunque inicialmente, a unos días de la tragedia, la Jefa de Gobierno aseguró que el servicio en las estaciones Mixcoac, Insurgentes Sur, Hospital Veinte de Noviembre, Zapata, Parque de los Venados, Eje Central, Ermita, Mexicaltzingo y Atlalilco se reanudaría prácticamente de inmediato, el 19 de mayo siguiente, informó que expertos del Colegio de Ingenieros de México (CIM) y del Instituto del Transporte (IMT) estaban ya  realizando un “escaneo geomático” y un estudio con microondas de alta frecuencia con el objetivo de supervisar la estructura del túnel.

Aseguró que los resultados estarán listos “la próxima semana”, y afirmó que de ser seguro volvería a operar el servicio en el tramo señalado.

Sin embargo, 11 días más tarde, el 31 de mayo salió con que sería la siguiente semana cuando el IMT entregaría el dictamen final del análisis del tramo subterráneo de la Línea 12 del SCT. Precisó muy segura que será a partir de sus resultados que se tomará la decisión de si se vuelve a reabrir este tramo y por ende pueda volver a brindar servicio.

No ocurrió, por supuesto. Dos semanas más tarde, resultó que “aunque las condiciones del túnel son óptimas” (sic) para reanudar la operación previamente se debe dar mantenimiento a los trenes en los talleres de Tláhuac, lo cual es imposible por ahora debido al tramo siniestrado el 3 de mayo. Apenas dos días después, el 17 de junio, la propia Claudia dio una nueva versión: el túnel presenta tramos con humedad que han afectado la estructura del pavimento sobre el cual se instalaron las vías de la Línea dorada.

El 3 de agosto asumió el compromiso de devolver la Línea 12 a los habitantes de la Ciudad de México, y anunció la formación de un Comité donde participan expertos para contar con un Proyecto Ejecutivo de Apuntalamiento y Rehabilitación General de la Línea 12, que incluye el tramo elevado… el subterráneo y los trenes.

Desde entonces entramos literalmente a un laaargo túnel ¡de silencio!

No es previsible que los misterios del subterráneo se disipen de manera prodigiosa este viernes 17, cuando Sheinbaum Pardo comparezca ante el Congreso con motivo de su Tercer Informe de Gobierno. Habrá, si bien nos va, nuevos pretextos. Válgame.

DE LA LIBRE-TA

VAYA TINO. Mientras López Obrador abogaba (frente a  su invitado de honor a las Fiestas Patrias, el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel) por que Estados Unidos retiré el bloqueo económico a la isla, los legisladores del Parlamento Europeo pidieron a la Unión Europea (UE)  que adopte sanciones contra funcionarios del país caribeño responsables por la represión contra las protestas registradas en ese país el 11 de julio. En la resolución, adoptada por 426 votos frente 146, los eurodiputados piden al Consejo Europeo “que haga uso de lo dispuesto en la Ley Magnitsky, y adopte sanciones lo antes posible contra los responsables de violaciones de los derechos humanos en Cuba”. Glup.

@fopinchetti

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